Semanas atrás se estrenó en Star + la nueva temporada del clásico ciclo de terror American Horror Story creado hace más de diez años por Ryan Murphy y Brad Falchuk. Por primera vez, la historia está basada en una novela, Delicate Condition, de Danielle Valentine, que aborda las dificultades de una joven actriz, Anna Victoria Alcott, que quiere ser madre sin renunciar a las mieles del éxito. Emma Roberts, una de las “actrices fetiche” de AHS (recordada por su interpretación de una bruja narcisista en Coven), interpreta a Anna que, tras un elogiado papel en una película independiente (llamada El autor), va camino al Oscar por su labor. Para eso cuenta con la ayuda de Siobhan, una publicista encarnada por la icónica Kim Kardashian, uno de los grandes atractivos de la duodécima temporada del ciclo.

Es la primera aparición de la celebridad y empresaria estadounidense en la serie de Murphy y Falchuk que, en ocasiones anteriores, habían convocado a estrellas como Lady Gaga, Jessica Lange, Angela Bassett, Stevie Nicks (como la “bruja blanca”) y Patti LaBelle. Por la repercusión que hasta ahora tiene la performance de Kardashian, que administra con sangre fría negocios terrenales y sobrenaturales en Delicate, es probable que quede “fichada” para futuras temporadas de AHS. “¿Quieres un Oscar? ¿Lo quieres tanto como a un bebé?”, le pregunta a Anna.

También participa la actriz y modelo Cara Delevingne como una misteriosa enfermera. Otros integrantes del elenco son Matt Czuchry (el multimillonario esposo de Anna), Zachary Quinto, Annabelle Dexter-Jones, Michaela Jaé Rodriguez (una de las protagonistas de Pose, otra exitosa serie de Murphy), Odessa A’zion, Billie Lourd, Julie White, Debra Monk y Denis O’Hare, conocido por su papel del rey vampiro Russell Edgington en True Blood. Delicate se dividirá en dos partes.

Más allá de lo irónico que pueda ser la elección de Kardashian como agente publicitaria –su carrera puede considerarse un ejemplo cabal de las virtudes de la autopromoción bien regada de dinero–, el contraste entre el atribulado personaje de Roberts, que vacila entre el deseo de ser madre y el de convertirse en una estrella, y el de la arrolladora hacedora de éxitos a cualquier precio funciona y, episodio a episodio, se vuelve más perturbador. Delicate parece por momentos una variante de los pactos fáusticos con Mefistófeles, ambientada en Manhattan y los Hamptons, lugar de descanso para los millonarios neoyorquinos que los personajes de la serie consideran un poco cursi. En otros, una relectura en clave contemporánea de El bebé de Rosemary, de Roman Polanski, con críticas a los extenuantes métodos de fertilización y un repaso por los temores de las madres primerizas.

Roberts, que por primera vez protagoniza una temporada de la serie, adopta una máscara de desconcierto, paranoia y sugestión en “escenas límite”, donde la repugnancia no está ausente (como cuando se ve tentada, acaso por el hambre de la criatura que está gestando, de masticar el cuerpo putrefacto de un mapache). Como suele ocurrir en AHS, abundan los dobles (amenazantes y paródicos), los saltos temporales donde situaciones del pasado contextualizan las que vive la protagonista, una buena dosis de drogas (en esta ocasión, píldoras y brebajes asépticamente envasados), rituales y un elenco de falsos amigos y falsos enemigos que no hacen más que acentuar la soledad de la víctima. “Tienes una peculiar inclinación por convertir los sueños en pesadillas”, le dice Siobhan a Anna en las terrazas de una torre vidriada, en Manhattan. Es una buena definición de la fórmula registrada que usan Murphy y Falchuk para sostener el entramado de American Horror Story.

American Horror Story: Delicate en Star +
Con Emma Roberts, Kim Kardashian, Matt Czuchry, Zachary Quinto, Annabelle Dexter-Jones, Michaela Jaé Rodriguez, Odessa A’zion, Billie Lourd, Julie White, Debra Monk y Denis O’Hare.