María Victoria Menis trabajó en la televisión argentina, también es psicóloga social, pero es conocida en el mundo del cine argentino ya que, además de guionista de novelas de TV y autora de teatro, es realizadora formada en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc). Dictó clases en la Universidad de Buenos Aires en Diseño de Imagen y Sonido, en la propia Enerc y en el Instituto de Cine de Avelaneda. Es miembro de la Asociación La Mujer y el Cine y de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina. Ahora, tres de sus películas como directora pueden verse durante todo este mes, gratis en la plataforma Octubre TV.

Entre las tres películas de Menis que se podrán ver en la plataforma que dirige Paula de Luque figura su ópera prima, El cielito, estrenada en 2004. Se trata de una ficción en la que Félix, un joven vagabundo de 20 años, llega a un pueblito perdido del interior de la Argentina. En la estación se encuentra por casualidad con Roberto, un desocupado devenido albañil que le ofrece a Félix un trabajito en la chacra donde vive con su mujer, Mercedes, y su hijo Chango, de apenas un año. Es ahí, en ese contexto de soledad, bajo el sol abrasador de La Pampa, donde Félix descubre poco a poco la tensión cotidiana, violenta y muda, en la cual ellos sobreviven. Al mismo tiempo en que la pareja se destruye, una verdadera historia de amor surge entre el pequeño Chango y Félix. Este ser marginal y solitario encuentra finalmente un sentido a su vida: salvar al niño del caos.

"Es una historia de sobrevivientes, de gente que está muy a la intemperie, donde todavía predomina el amor", cuenta Menis en diálogo con Página/12. "Leyendo esa historia hoy diría que cada vez se les haría más difícil, porque esa pareja que vive en el campo hay que ver si podría haber resistido hoy en día. Ya estaba sin trabajo el tipo en esa época porque habían cerrado metalúrgicas en Rosario. Entonces, se les haría muy cuesta arriba vivir. Pero eso no quita para nada que los sentimientos de cada uno de los personajes serían esos, los que son. A la violencia, al sometimiento y al cariño no les pasa el tiempo", agrega.

En 2009, Menis estrenó Mi hist(e)ria en el cine, un documental que refleja el momento en que decide la realizadora se plantea abandonar su profesión de cineasta por millones de dificultades que conlleva su trabajo. Convencida por su amiga Franca, comienza a filmar divertidas y emotivas escenas de su vida cotidiana que, lentamente y casi sin querer, la harán reencontrarse con ella misma y su verdadero amor por el cine. "Estaba podrida, harta, el cine ya venía con todo este tema de las plataformas, con esa rapidez de subir a YouTube y todo eso. Y la verdad es que el cine sigue siendo un trabajo bastante lento, si se quiere, porque no es la inmediatez. Requiere un guión, escribirlo, salir a buscar presupuestos, participar en concursos, lugares de ayuda. Aunque no es artesanal, el cine tiene algo de lo antiguo todavía, tiene algo de los tiempos que no van con este tiempo", sostiene la cineasta.

Respecto del tema de la intimidad en la película, Menis dice: "Yo quise contar la historia de alguien que estaba dudando de seguir con su profesión y volviendo, de alguna manera, a replantearse por qué eligió esa profesión. Por eso, en la película se pueden ver fragmentos de muchas películas que a mí me gustaron. Y la verdad que no lo pensé como que yo estaba develando una intimidad que no quisiera contar, sino que me parece que hay millones de personas que se replantean si lo que dijeron en su juventud sigue siendo su profesión. Y aparte era una manera de contar cómo yo me había dedicado al cine, mostrar mi familia cinéfila, mis hijos cinéfilos. Era una manera de plantearme a mí misma cómo seguir".

La tercera película de Menis que completa la retrospectiva en Octubre TV es La cámara oscura, una ficción ambientada en una colonia de la provincia de Entre Ríos a fines del siglo XIX, donde una mujer que, según el parecer de su familia, nace fea, crece siendo una niña poco agraciada, se convierte en un ser que busca ser transparente. Siendo casi ignorada por los otros, ella no renuncia a ver el mundo que la rodea con un ávido interés por los pequeños signos de belleza que sólo se perciben si uno se detiene a contemplarlos. Años más tarde, ya casada y con hijos, un fotógrafo francés llega a su casa de campo y será el único que descubra, con otra “mirada”, su particular belleza y su intenso mundo interno.

"Se puede ver como una estigmatización de lo que la sociedad pone como cánones de fealdad. Por supuesto que la protagonista por ser mujer en la época en que estamos hablando, principios de siglo XX, tiene una vida frustrante, en muchos sentidos, para mujeres de esa época. Pero lo que más se plantea ahí es el tema de la mirada. Cuando miramos, ¿por qué decimos que esto es feo o que esta persona es linda? ¿Por qué tendemos a admirar la belleza? Eso es algo que sigue y sigue a través del arte, de la publicidad, del cine, de la televisión. Sigue pasando lo de estigmatizar a la gente de acuerdo a su físico", cuestiona Menis.

La directora es también miembro de la Asociación la Mujer y el Cine y se refiere a la cantidad de mujeres que llegaron a ser cineastas consagradas en los últimos veinte años. "Estoy muy contenta que en la Argentina haya directoras y que, a través de las escuelas de cine, hayan egresado no solamente muchas directoras, sino también montajistas, sonidistas, directoras de fotografía. De todas maneras, no es que se llegó a una igualdad respecto a los hombres. El promedio es de un 70 por ciento de hombres que hacen las películas en el mundo, y el 30, las mujeres. Y acá en la Argentina es lo mismo, pero aquí hay directoras muy interesantes", explica Menis, quien admite que para ser cineasta "hay que ser muy guerrera".

Reconoce que la lucha feminista por los derechos de las mujeres en el cine argentino "fue muy importante". "Este movimiento que se inició con Ni Una Menos hizo que muchas mujeres que ya estaban en el mundo del cine nos uniéramos para reclamar por las mismas posibilidades de derechos. En este momento hay muchas asociaciones de mujeres cineastas que reclamamos por una igualdad, que el Instituto de Cine tenga más en cuenta las dificultades que significa filmar siendo mujer porque todavía existen los productores que tienen miedo que la mujer tenga hijos, que se sienta mal. Me parece que desde 2015 hasta ahora se logró una unión muy grande de mujeres cineastas", concluye Menis.