Charles Carrera es senador por el Frente Amplio (FA) en Uruguay. En diálogo con PáginaI12, criticó al Presidente Luis Lacalle Pou por el escándalo de la entrega del pasaporte a un narcotraficante, que derivó en una ola de renuncias de funcionarios, y explicó que fue espiado por el ex custodio presidencial tras haber denunciado la concesión del puerto de Montevideo a una empresa Belga por parte del gobierno.

-¿Qué impresión le deja las renuncias que hubo en los últimos días?

-La sensación es que todavía no es nada clara la situación. El Presidente dijo que todo lo que se hizo en la expedición del pasaporte del narcotraficante Marset fue legal, pero si todo lo que se hizo fue legal, no entendemos por qué renunciaron dos ministros, dos subsecretarios, y el ministro sin cartera, Lafluf, que era el encargado de la comunicación y participaba en todos los actos de gobierno con la estrategia de comunicación. Es decir, renunciaron cinco altos funcionarios, que eran de confianza, porque en cualquier Estado, la Cancillería, el Ministerio de Seguridad y la Comunicación son los principales cargos de un gobierno. El Presidente tampoco dio explicaciones de por qué solicitó que se hiciera esa reunión en el piso 11 de la Torre Ejecutiva, donde está la oficina presidencial, en la que se quería destruir documentación notarial que estaba siendo exigida por la Justicia. Seguimos sin obtener respuestas y el Presidente sigue sin actuar con transparencia en este tema.

-¿Por qué esos funcionarios se jugaron su carrera por Marset?

-Ese es el gran interrogante, porque sabemos que el narcotráfico tiene mucho poder para poder permear las estructuras del Estado y del poder político, y ese es el temor. Nosotros no podemos afirmar que este gobierno esté permeado, pero tampoco podemos decir que no está permeado. Es decir, acá todos sabían de quién se estaba hablando y se habilitó un pasaporte de manera express en 24 horas.

-¿Cuáles son los pasos a seguir del FA ante esta problemática?

-Nosotros estamos analizando de forma permanente la situación. Lo que exigimos al Poder Ejecutivo y a los miembros de la coalición de gobierno es que no ataquen el Sistema de Justicia y que permitan que el Poder Judicial y la Fiscalía puedan avanzar en la investigación. Hace un tiempo que se está viendo una degradación institucional muy fuerte en Uruguay, hay un ataque permanente hacia las Fiscalías del Sistema de Justicia. Lo que solicitamos es que se los deje trabajar con tranquilidad y que se terminen sus cuestionamientos permanentes.

-Además del caso del pasaporte, semanas atrás también querían que el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, renunciara porque obstaculizaba la investigación sobre Gustavo Penadés, imputado con prisión preventiva por una causa de abuso sexual contra menores de edad…

-Estuvo en todos los actos non santos de este gobierno. El senador Mario Bergara y yo fuimos víctimas de espionaje por haber denunciado lo que se llama "la entrega al puerto", es decir, la entrega por parte del gobierno de la concesión del puerto de Montevideo a una empresa multinacional belga hasta el año 2081, a cambio de nada. Existía una amenaza de demanda de esta empresa contra el Estado uruguayo por 1.500 millones de dólares, pero resulta que el ministro de Transporte de ese entonces, que era Heber, cedió, le dijo todo que sí a la empresa. Después fuimos a investigar y no había informes jurídicos ni económicos. Si a ti te demandan o te amenazan en un juicio, tenés que llamar a los abogados del Estado y decir si es probable o no perder este juicio. La compañía se enriqueció en 2.380 millones de dólares. Como hicimos denuncias, nos trataron de armar carpetas personales a mi y a Bergara para extorsionarnos y hacer que retiremos la denuncia. El espionaje está comprobado por la justicia y hubo participación del custodio presidencial, Alejandro Astesiano. Por otra parte, en lo que refiere a Penadés, la Fiscalía descubrió que el director de la mayor cárcel uruguaya trató de armar una estafa procesal para que el ex senador evadiera la justicia. Esa persona dependía del director del Instituto Nacional de Rehabilitación, que a su vez dependía directamente de Heber. Entonces lo que decimos en el FA es que por acción u omisión Heber era responsable, porque él tenía que tener el control de todas las dependencias que estaban por debajo de él. Además, lo llamativo es que cuando saltaron estas denuncias, lo primero que dijo Heber fue que él confiaba en su amigo y que el que iba a hacer denuncias contra el primer denunciante iba a ser él. No se ubicó desde el lugar institucional que estaba, porque el ministro del Interior es el jefe de la policía en Uruguay, y la policía es el auxiliar de la justicia. Entonces uno tiene que tener mucho cuidado cuando da esas señales.

-Más allá de estos casos, ¿cómo evalúa la gestión de Lacalle Pou?

-Es el típico gobierno neoliberal, retrocedimos en políticas públicas. Hoy la mayoría de los uruguayos somos más pobres. Como dije, es un gobierno que entregó el mayor activo del Uruguay: el puerto de Montevideo, de gran incidencia en la economía y en el desarrollo del país. También, si uno analiza los hechos concretos, hemos perdido libertad de expresión. Yo nunca pensé que en democracia, por ser dirigente de la oposición, iba a ser víctima de tareas de inteligencia por haber cumplido con el mandato que me dio la ciudadanía en 2019, que es controlar y denunciar aquellos hechos que no estamos de acuerdo como oposición. Es decir, es un gobierno donde han existido varios escándalos. De los ministros que iniciaron el mandato en marzo de 2020, quedan pocos. La mayoría se han retirado por diferentes hechos de corrupción, hechos non santos. Y ahora tenemos este problema de la reunión en la que se buscó mentir al Parlamento. Si fue un error la entrega del pasaporte a Marset, ¿por qué no se reconoció en su momento? ¿por qué se actuó de esa manera? Cada vez se fue avanzando en más mentiras y más mentiras. Se sabía que era un narcotraficante muy peligroso.

Entrevista: Axel Schwarzfeld