Este viernes 17/11, Varese presentará en vivo (en locación secreta) su flamante trabajo discográfico, el álbum Uno. "Ensayamos todo lo que pudimos", dice Gonzalo Pérez Rojas, integrante del tándem de música electrónica creado en 2018. "Así lo dejamos bien pulidito: somos medio manija". Y mientras salen de su sala, su compañero de fórmula, Manu Tello, adelanta que tocarán una hora y media. "Será nuestro set más largo. Empezamos a incorporar gestos más electrónicos, con muchas partes instrumentales nuevas."
Lo que anticipan es un show bisagra, uno de los últimos recitales previos a la Argentina que se viene. "Son muchas emociones para nosotros. Medio que nos cayó de rebote la fecha, porque no sabíamos habría balotaje. Hace poco nos dimos cuenta de que era el mismo fin de semana", reconoce Gonzalo. Y su coequiper completa: "Aprovecharemos la energía que la gente descargará el domingo. Es una intriga tremenda y estamos preocupados, pero esperemos que siga la Argentina que apuesta por la educación pública, porque venimos de ahí, y por los derechos construidos".
Dentro de esta nueva polarización, la música electrónica se convirtió en el género más ambiguo. Desde la pandemia, y sobre todo a raíz de la obligatoriedad de la vacuna contra el covid-19, los autodenominados "libertarios" intentaron apropiársela como banda de sonido. Sin embargo, su antípoda opuso resistencia. "No sabemos cómo se compone nuestro público en cuanto al porcentaje que sigue una idea o la otra", dice Manu. "Suponemos que la música que hacemos, al ser alternativa a la electrónica más orientada a la pista de baile, la consume gente que se cuida y que cuida a los demás."
Antes de 2021, el dúo de Mar del Plata encontró cobijo en la entonces revolucionaria escena electrónica platense, capitaneada desde sus primeros tiempos por Peces Raros. Pero el encierro al que obligó la cuarentena hizo menguar el arrebato que proponía la capital bonaerense, sucesor de la avanzada indie encabezada por El mató a un policía motorizado. Al punto de que Manu y Gonzalo quedaron "huérfanos", y tuvieron dos opciones: volver a su ciudad natal o mudarse a Buenos Aires. "Fue un renacer para nosotros", expedita el segundo. "Hasta cambiamos la manera de hacer canciones."
De eso puede dar fe el repertorio de Uno. No obstante, Manu rescata: "La Plata dejó una huella. Incorporamos instrumentos y mantenemos la canción como formato; y nos vinculamos con artistas que están en esa sintonía". En tanto que su cómplice agrega: "Hoy buscamos un sonido que, si bien comparte un montón de cosas, propone algo desde otro lugar". Entonces Manu remata: "Estamos más cerca del club que de la movida rock".
- ¿Por qué Uno no incluye ninguno de los singles que sacaron el año pasado?
- Manu Tello: Esas canciones de 2022 son más para escuchar en Spotify. De hecho, ninguno está en el live set. Mientras que Uno está pensado para el show en vivo; fue justamente por esa necesidad de cambio fuerte que lo sacamos.
- ¿Cómo fue el armado del disco?
- Gonzalo Pérez Rojas: En enero nos juntamos en una casa en Mar del Plata y ahí hicimos unos 40 temas. Compusimos, produjimos y mezclamos conservando esa esencia de la canción, el pop, y los coqueteos dance y techno. Nuestras primeras grabaciones fueron más marplatenses, en la pandemia viramos hacia algo más downtempo, y ahora profundizamos a nivel concepto. Es nuestro disco más largo hasta ahora, con nueve canciones.
- Curiosamente, el tema que titula al disco no representa su impronta.
- Manu Tello: Es cierto, pero nos gustaba ese contraste. Como tema, Uno es el más distinto. El título nos da esa sensación de que estamos arrancando de nuevo.
A contramano de la mayoría de los géneros musicales surgidos desde que existe la cultura pop, la música electrónica en su totalidad no suele revisitar su pasado. Se basa en una dialéctica entre tecnología y modernidad. Es por eso que, en un futuro inmediato, Uno correrá el mismo riesgo que sus predecesores. "En nuestro caso, en vivo repasamos casi todos nuestros momentos. Lo que fue descartado es porque no tiene relación con la pista. Con la música nueva nos sentimos más cómodos. Además, tampoco podés estar cantando todo el set, porque la gente necesita relajar."
- ¿Por qué decidieron hacer canciones orientadas al dance floor?
- Gonzalo Pérez Rojas: Siempre nos interesó mucho lo que la letra pudiera aportar. Desde la poética y la performance en vivo. Eso es muy fuerte. Comprendimos la evolución de la canción electrónica, y eso resultó en nuestro actual set en vivo. Es un buen equilibrio, forma parte de nuestra identidad.
- ¿Cómo definirían esa identidad?
- Manu Tello: Son canciones techno. Primero sale el beat, y luego viene el momento de la melodía.
- ¿Y sobre qué tratan?
- Manu Tello: Nuestras melodías son súper cantables y sencillas, y en términos poéticos siempre se trata de imprimir sensaciones. Son un montón de puntos de vista de lo que pasa hoy: no hablamos del pasado ni del futuro.
- ¿Ese hoy del que hablás se refiere también a lo político?
- Manu Tello: Hay cuestiones que tienen más que ver con las relaciones entre las personas, y eso hace que no sólo lo político sea lo que genere cuestionamientos dentro nuestro, como que lo estético hoy prima sobre las cuestiones humanas. No usamos Tik Tok, no somos influencers y estamos lejos de basar nuestro recorrido en este tipo de lenguaje nuevo. Pero hacemos hincapié en la música, y nuestras letras siempre van a estar ahí. Crecimos escuchando a artistas que cantan canciones. Ahí hay mucho para indagar. Sabemos que no somos de una primera escucha fácil. Varese es de un consumo un poquito más lento.
- Lo que hacen tiene pocas referencias en la Argentina en la actualidad.
- Manu Tello: Y sí, por eso nos cuesta mucho armar las fechas. No sentimos que haya una escena, pero sí están pasando un montón de cosas.
- La oscuridad de su sonido está a un paso del post punk made in Mar del Plata.
- Manu Tello: En lo personal, estamos muy atentos a lo que pasa con esa escena. De hecho, hemos tocado con Buenos Vampiros en Mar del Plata. Evidentemente, hay algo que traemos que se traduce en ese sonido oscuro. La guitarra voladora, con delay y reverb, es un clásico marplatense. Y nosotros también la tocamos así. Esa conexión sigue estando.
