El gobierno de Mauricio Macri incrementó el peso de los impuestos regresivos sobre el total de lo recaudado, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) basado en datos oficiales de la AFIP. Entre 2003 y 2015 el promedio de la incidencia de los impuestos regresivos fue de 55,35 por ciento, mientras que el año pasado ascendió a 59,06 por ciento y en los primeros siete meses de este año llegó a 60,1 por ciento. La causa principal es la eliminación y/o rebaja de las retenciones a los principales cultivos que exporta el campo.

Un impuesto progresivo es aquel cuya tasa de tributación aumenta en la medida en que el ingreso del contribuyente crece, con lo cual quien más gana debe pagar mayores impuestos porcentualmente. Un impuesto regresivo, en cambio, es aquel en el que se capta un porcentaje menor en la medida en que el ingreso del contribuyente aumenta. Al haber crecido estos últimos en el último año y medio, la consecuencia es que quienes más tienen han comenzado a pagar menos impuestos con respecto a sus ingresos.  

Entre 2003 y 2015 el IVA promedió un 37,9 por ciento del total de la recaudación impositiva. En 2016 subió a 40,9 y entre enero y julio de este año trepó a 41 por ciento. Si se suman el impuesto al cheque (cuentas corrientes), a combustibles líquidos y GNC, internos y adicional de emergencia sobre cigarrillos el total de los regresivos llega al 60,1 por ciento. Por su parte, los impuestos progresivos retrocedieron de 44,6 por ciento promedio entre 2003 y 2015 a 40,9 por ciento en 2016 y 39,9 por ciento en los primeros siete meses de este año. En el caso del impuesto a las Ganancias, pese a las promesas oficiales, trepó de 26,9 por ciento entre 2003-2015 a 30,4 por ciento en 2016 y 30,6 por ciento en siete meses de 2017. La incidencia de Bienes Personales, en cambio, retrocedió de 1,69 a 1,37 por ciento entre 2003-2015 y 2016 y en lo que va de 2017 bajó a 1,2 por ciento. Ganancia Mínima Presunta retrocedió de 0,70 a 0,23 y 0,20 por ciento, respectivamente. El derrumbe más pronunciado correspondió a los impuestos al comercio exterior (conocidos como retenciones) que cayeron de un promedio de 15,2 por ciento en 2003-2015 a  8,9 por ciento en 2016 y 7,9 por ciento entre enero y julio de 2017. 

“Si bien aumentó el peso de los impuestos regresivos, es de esperar que este proceso se profundice en el futuro”, afirma el documento de CEPA. De hecho, el presidente Mauricio Macri se comprometió a seguir disminuyendo las retenciones a la soja. En lo referido al Impuesto a los Bienes Personales, si bien se puede pensar que el blanqueo impulsaría el impuesto al alza, tanto la reducción de las alícuotas como la eximición de pago de los contribuyentes que ratificaron su DDJJ compensarían en demasía el aumento derivado de las declaraciones del blanqueo. “Ambas decisiones, tanto la de reducir progresivamente la alícuota de tributación (para el período fiscal 2016 se reduce de 1,25 a 0,75, de 0,75 a 0,50 en 2017 y de 0,50 a 0,25 por ciento desde 2018), como la de eximir del impuesto para los periodos mencionados a aquellos contribuyentes que hayan ratificado su DDJJ de los últimos dos años, ya tiene impacto sobre la recaudación del impuesto en 2017”, destacó el informe.