El 10 de diciembre se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos. En Argentina, además, se cumplen 33 años del retorno a una democracia que se fortalece sin interrupciones. La fecha, que fue elegida históricamente por los organismos de derechos humanos para manifestarse en la Plaza de Mayo, volvió a convocarlos “en unidad y con un plan de lucha para el futuro” en torno de tres grandes ejes: la defensa y la continuidad del proceso de Memoria, Verdad y Justicia, la exigencia de la liberación de la dirigente social jujeña Milagro Sala y el rechazo a las “política de ajuste y hambre” del Gobierno nacional. Unos 14 organismos, entre los que figuran Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, convocaron a una “Jornada nacional de lucha por los Derechos Humanos” para la tarde de ese sábado, en la plaza frente a la Casa de Gobierno nacional “y en todas las plazas del país”.
“El 10 de diciembre cerramos este año, que fue realmente muy duro, para volver a abrirlo al día siguiente a la espera de que no se vulnere otro derecho”, planteó Sandra Maresco, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, para explicar lo que significa para los organismos de derechos humanos que convocan a la jornada de lucha.
La concentración, en la que se comprometieron a participar organizaciones gremiales, sociales, políticas, culturales y estudiantiles, sucederá “pegada” a la Marcha de la resistencia convocada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que convocó a girar en torno de la Pirámide de Mayo entre el jueves 8 y el viernes 9 de este mes. “Decimos en la convocatoria que seguimos resistiendo, pero no solo queremos pensar en lo que pasó sino concentrarnos en el futuro. Convocamos con la propuesta de un plan de lucha por los derechos humanos que le sirva a todo el movimiento popular”, apuntó José Schulman de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. “Es necesario”, evaluó. La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos “marca a nivel mundial el abandono del discurso por el respeto formal por los derechos humanos y el orden jurídico internacional. Macri no lo dice, pero quiere que así sea y actúa en consecuencia: no hace caso a la liberación de Sala que pidió la ONU”, analizó Schulman, con lo cual “el capital social que han acumulado los organismos de derechos humanos argentinos en torno de los nietos, los pañuelos blancos, los juicios, le corresponde al pueblo y queremos ponerlo a su disposición más que nunca”.
Son 14 los organismos que ultiman los detalles de la jornada del próximo 10. A la Liga y Familiares se suman Abuelas y Madres, Hijos, la APDH y la APDH La Matanza; la Asociación Buena Memoria, el Centro de Estudios Legales y Sociales, la Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y el Servicio Paz y Justicia. Invitan a reunirse el sábado de la semana próxima en la Plaza de Mayo donde, a las 18, leerán desde el escenario un documento con una postura consensuada en torno de “la defensa del proceso de Memoria, Verdad y Justicia, la continuidad de los juicios y el reclamo histórico de cárcel común a los culpables; la exigencia de libertad a Sala, a todos los presos políticos, el repudio a toda forma de violencia institucional y estigmatización de la militancia y un clarísimo rechazo al ajuste, a todas las políticas de saqueo y hambre que está implementando el macrismo”, resumió Schulman. La convocatoria suma, además, reclamos por la aparición con vida de Jorge Julio López y la restitución de la identidad a los casi 400 nietos y nietas apropiados por el terrorismo de Estado.
Los organismos consideran que el 10 de diciembre es “un día para hablar sobre la temática de derechos humanos, de seguir plantando la memoria, verdad y justicia pero también de remarcar los derechos de la salud, la alimentación, la educación, el trabajo”, apuntó Maresco y añadió: “Estamos en una situación en la que las políticas de derechos humanos que tanto nos costó que un gobierno las tomara como políticas de Estado se van afectando, se van vaciando, y vemos un retroceso similar en aquellos otros derechos”. En ese sentido, Schulman coincidió: “Una fecha como la del 10 de diciembre no puede ser de este Gobierno, no lo vamos a permitir. La plaza es nuestra, la lucha es nuestra, es nuestro deber como organismos de derechos humanos dar este aporte al movimiento popular”.
La concentración en la Plaza no será la primera demostración de reclamo unánime del movimiento de derechos humanos nacional, sino “un paso más que consolida el proceso de unidad” que comenzó con la asunción del Gobierno de Macri. “El acto, que será eminentemente político es la continuidad de un gran esfuerzo de unidad al que nos comprometimos casi todos los organismos de derechos humanos del país”, coincidieron.