El secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas, Gonzalo Cané, consideró que "lo que hizo la Gendarmería es cumplir el reglamento interno", en referencia al lavado de las camionetas que participaron en la represión del 1 de agosto a la comunidad mapuche del departamento de Cushamen, tras la que desapareció Santiago Maldonado. 

La denuncia de que en esa acción se hayan perdido pruebas claves para hallar a los responsables de la desaparición forzada de Santiago  fue hecha por el defensor oficial de Esquel Fernando Machado a pocos días de la desaparición del joven de 28 años, pero Cané dijo --en una entrevista con la Izquierda diario-- que fue Machado el que "tardó mucho" en presentar el hábeas corpus y que los gendarmes cumplieron "el reglamento interno que dispone que cuando se va a entregar la camioneta se la tiene que entregar limpia". Ante una nueva pregunta, Cané trató de cubrirse y dijo que "no asegura nada", pero calificó de "falaz" que se denuncie "un escenario de 'modificación de prueba'”

Desde el martes, el Gobierno volvió a la carga para correr el eje de la desaparición forzada hacia el "gendarme suelto", a partir de las pruebas negativas de ADN sobre las muestras obtenidas en los móviles que Machado denunció que fueron lavados y que ahora Cané lo reconoce como parte de "reglamento interno".

Los otros argumentos sobre los que se apoyó el Gobierno para abonar, acompañado por varios medios comerciales, la idea del "gendarme suelto" son las declaraciones que están dando varios de los uniformados que estuvieron en Cushamen el día de la represión. Todos ellos, llevados de la mano por Cané y presentados a partir de declaraciones que realizaron de manera interna al Ministerio de Seguridad hace un mes, pero recién presentadas al juez federal Guido Otranto a partir del fin de semana pasado.  

"Queremos que haya un juez imparcial y una investigación seria. Llegó el momento, como familia, de pedir un nuevo juez. No estamos conformes. El fin de semana, el Gobierno le presentó unos papeles al juez que no fueron presentados ni a la familia ni a la abogada y eso ya es el colmo”, manifestó esta mañana Andrea Antico, cuñada de Santiago Maldonado, tras la recusación que la familia presentó contra Otranto. 

La documentación presentada por la cartera de Bullrich 40 días después de la desaparición de Santiago, las escasas medidas pedidas por el juez y la fiscal Silvina Ávila para investigar la hipótesis de la desaparición forzada y las filtraciones en línea con las pistas e hipótesis falsas avaladas desde el Gobierno son parte de las críticas de la familia que llevaron a presentar la recusación. 

Sin embargo, Cané sostuvo ante la Izquierda Diario que "el Gobierno no tiene ninguna influencia sobre un juez, que ha demostrado ser absolutamente independiente". Además, el funcionario defendió a Bullrich al decir que "la ministra no descartó ninguna hipótesis", cuando sus dichos buscaban claramente despegar a la Gendarmería del hecho, y luego reforzó la última hipótesis oficialista: "La Gendarmería es una institución, las responsabilidades son de los hombres, sino la causa tendría otro tipo de carátula y un nombre".

En otro momento de la entrevista, lo consultan por las primeras versiones en las que los funcionarios de Gobierno y, en particular, el segundo jefe del Escuadrón de Esquel, Juan Pablo Escola, negó que el operativo represivo hubiese llegado hasta la orilla del río Chubut, algo que ahora cambió en las declaraciones de los gendarmes que presentó Cané ante Otranto. 

"En ningún momento se negó eso", dijo el funcionario y ante la pregunta por lo que dijo Escola en una entrevista al diario La Nación, corrigió: "Escola dijo que él no llegó. Escola se quedó parado ahí arriba, los que bajaron fueron sus hombres”. "¿No le parece que ha cambiado la posición, de la negación de la actuación de Gendarmería en una represión, a la posibilidad ahora de que sean 'uno o dos gendarmes'?, preguntó el periodista Luciano Aguilar sin obtener un nuevo respuesta de Cané. 

—¿Va a declarar Noceti?, cierra la entrevista 

—No tengo idea, si lo llaman por supuesto—, se despegó Cané.