El dólar cerró ayer a 17,34 pesos, con una disminución de cuatro centavos. Se trata de la octava baja diaria consecutiva del tipo de cambio, que ya anotó su menor nivel desde el 15 de agosto. En el mercado aseguran que los inversores volvieron a apostar en el corto plazo por las Lebac (el negocio de la bicicleta financiera) porque consideran que habrá una cierta estabilidad cambiaria hasta finales de septiembre. Las elecciones en octubre, según los analistas de la city, podría volver a despertar incertidumbre con la divisa, al igual que ocurrió en las semanas previas a las PASO. Economistas con mirada más estructural y de mediano plazo plantearon a este diario que el dólar, más allá de las fluctuaciones que se registren este año, se ubica en niveles imposibles de sostener si se frena el ingreso de divisas por el endeudamiento externo. 

 “En los últimos días se cambiaron muchos dólares por pesos y fueron todos al circuito especulativo para aprovechar la tasa de interés. Es una reedición de la bicicleta financiera”, mencionó Arnaldo Bocco, director de la carrera de Economía de la UMET. Planteó que parte de los inversores que dolarizaron su cartera en julio aprovechan ahora la suba del rendimiento de las Lebac, que superó el 27 por ciento.

 De acuerdo a los datos del Banco Central, el stock de Lebac, una variable que marca el ritmo de la bicicleta financiera, aumentó desde mediados de agoto (tras las elecciones) en 54 mil millones de pesos y ya superó el billón de pesos. Puesto en términos relativos, la deuda del Central en Lebac supera en un 20 por ciento los activos que tiene la entidad por reservas internacionales. 

 La tranquilidad del dólar en las últimas semanas no implica que las tensiones marcadas a mitad de este año hayan desaparecido. “Existen problemas estructurales que más temprano que tarde van a volver a despertar distorsiones cambiarias”, apuntó Bocco. Indicó que el país está perdiendo una fuerte cantidad de dólares por la balanza comercial y las divisas que entran y permiten compensar una parte de ese déficit externo se están destinando a la especulación. “Las reservas internacionales se mantiene por el ingreso de dólares de la deuda y de fondos de inversión de corto plazo. No hay una hoja de ruta que permita fomentar el crecimiento genuino para los próximos años”, agregó.

 El economista, que dirige el Observatorio de Deuda Externa de la UMET, apuntó que el nivel de las distorsiones que se están generando supera incluso a las del menemismo. “El rojo de la cuenta corriente va a implicar que, de acá a fin de año, se acelere fuerte el endeudamiento. Es un ritmo de entrada de divisas por deuda que por ahora se sostiene, pero que el próximo año va a llegar con fuertes pedidos de ajuste de las cuentas públicas de inversores en el exterior”, dijo. Agregó que uno de los puntos que ya empieza a sonar fuerte es el pedido de flexibilización laboral, lo cual apunta a llevar al salario en dólares del país a los niveles más bajos de la región. En Colombia, por caso, la remuneración en promedio es la tercera parte que la de Argentina.

 La bolsa porteña registró una baja de 0,6 por ciento. Las caídas más importantes se registraron en Telecom (-2,2 por ciento), en Siderar (-1,7 por ciento), en Aluar (-2,7) y en Celulosa Argentina (-1,7). Las reservas del Central, en tanto, se ubicaron en 50.972 millones de dólares, al bajar 70 millones.