El Congreso de la Nación dejó caer la paridad política entre varones y mujeres que, en cambio, sí logro aprobarse en la Provincia de Buenos Aires. La ventana de oportunidad se dio en medio de la discusión por la reforma electoral. Pero, sin el aval para el voto electrónico que pretendía el gobierno, la posibilidad de lograr una representación electoral igualitaria fue dejada al fondo de la fila de temas que parecen ocupar un lugar candente en la agenda parlamentaria. 

 “Las mujeres no queremos ser prenda de negociación por el voto electrónico”, subrayó la diputada nacional Cristina Álvarez Rodríguez (FPV-PJ) que cuestionó la falta de decisión política del gobierno nacional para tratar la Ley de Paridad de Género que ya obtuvo media sanción en el Senado.  Álvarez Rodríguez junto a Victoria Donda (Libres del Sur), Carla Pitiot (Frente Renovador), Teresita Madera (Bloque Justicialista), Lucila De Ponti (Peronismo para la Victoria) exigieron que la paridad se trate en sesiones extraordinarias -en el que se va a evaluar, por ejemplo, el impuesto a las ganancias- antes de terminar el 2016. El calendario no es un tema menor. “De votarse en marzo las mujeres no llegarían a ocupar su espacio en igualdad de condiciones con los hombres para las PASO de 2017”, saco cuentas Álvarez Rodríguez.

Hasta ahora el oficialismo rechazó el pedido de tratar la paridad en sesiones extraordinarias pese al pedido transversal de diputadas de diferentes bloques partidarios. Mientras que Cambiemos supeditó la aprobación de la iniciativa “Una y Uno” a una reforma electoral de boleta electrónica. En la Legislatura bonaerense se discutió por separado la paridad de la reforma electoral, pero, a nivel nacional, la equidad de género se manipula como un hueso que se tira si las mujeres responden a los mandatos oficiales.