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Desde Barcelona

“Los catalanes hemos ganado hoy muchos referéndums, nos hemos ganado el derecho a ser escuchados y reconocidos, y nos hemos ganado el derecho a tener un estado independiente”. Contundentes resonaron las primeras palabras de Carles Puigdemont tras cerrarse los colegios usados como centros de voto en el referéndum por la independencia de Cataluña celebrado ayer sin el consentimiento del gobierno español. El president de la Generalitat compareció a las diez y media de la noche para valorar la intensa jornada que se saldó con 844 heridos y millones de personas que, a pesar del miedo que se respiraba de punta a punta de Cataluña, salieron a depositar su papeleta en las urnas. En la intervención, Puigdemont aseguró que lo sucedido ayer fue un referéndum de autodeterminación válido y que, en consecuencia, se podía seguir con la hoja de ruta marcada los días 6 y 7 de septiembre cuando el Parlament de Cataluña aprobó la Ley del Referéndum y la de Transitoriedad jurídica. De entrar en vigor, esta norma declararía el “estado Catalán en forma de república”, según su artículo primero.

El president de la Generalitat envió además un mensaje a la Unión Europea, pidiéndole que “acepte” que Cataluña no es un affaire interno y que intermedie. “Los catalanes nos hemos ganado el derecho a ser respetados en Europa”, proclamaba antes, incluso, de conocerse los resultados de la votación ni un dato global de la participación. “El Estado Español ha escrito hoy una página vergonzosa en su relación con Cataluña”, expresó Puigdemont desde la Sala Gótica del Palacio de la Generalitat. 

En la Moncloa, en cambio, la gravedad de los hechos no fue tal para Mariano Rajoy, quien en su declaración institucional tras la jornada de referéndum no lamentó- ni siquiera mencionó- las cargas policiales que terminaron con cientos de heridos. Lo que sí anunció fue un aparente cambio de actitud, más propensa al diálogo que desde hace años niega al gobierno catalán. A partir del 2-O el presidente español pedirá su comparecencia en el Congreso y, además, convocará a “todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria para reflexionar juntos sobre un futuro que tenemos que afrontar juntos”, según comunicó. “No voy a cerrar ninguna puerta. Nunca lo he hecho”, defendió Rajoy. “Mañana (por hoy) hay que comenzar restableciendo la normalidad institucional, desde la firmeza y la serenidad, y también desde la unidad”, prosiguió el jefe del Ejecutivo, para continuar su discurso agradeciendo el apoyo de los “constitucionalistas”- Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos- e invitando también al resto de partidos a unirse a un nuevo debate. 

Tanto para Rajoy como para el resto de su equipo- y así lo repitieron en innumerables ocasiones a lo largo de la jornada- este domingo no hubo referéndum “sino una mera escenificación, un episodio más de una estrategia contra la convivencia democrática y la legalidad”. En este sentido, igual que hizo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en la mañana de ayer, cuando empezaban las intervenciones violentas de la Policía Nacional y la Guardia Civil, Rajoy volvió a responsabilizar a la Generalitat de todo lo ocurrido. “Han traspasado los límites del decoro democrático, con comportamientos que repugnan a cualquier demócrata como el adoctrinamiento de niños o el acoso a jueces y periodistas”, espetó. “Los responsables de estos hechos que han tenido lugar hoy, y de los que nos han traído hasta aquí, son única y exclusivamente quienes han promovido la ruptura de la convivencia. No busquen más culpables. No los hay”, argumentó finalmente el presidente español.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, está de acuerdo con Rajoy. En su comparecencia a última hora de ayer también consideró que el independentismo era el principal responsable de todo lo sucedido pero, eso sí, se desmarcó del uso de la fuerza por parte de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Sostuvo que Rajoy había superado “los límites de su propia incapacidad” a lo largo de esta jornada, pero aclaró que su partido iba a “garantizar la estabilidad”, cerrando la puerta a la moción de censura que le reclama Podemos. Sánchez exigió al presidente que abra un “período de negociación política con la Generalitat”, el día en que precisamente se cumplía un año de su dimisión al frente de los socialistas al quedarse en minoría con su “no” a la investidura de Rajoy. El jefe de la oposición recordó varias veces este episodio para remarcar que no es responsable de la continuidad del líder del PP en la Moncloa y así matizar que su partido está “con el Estado de derecho a pesar de este gobierno”.

Pablo Iglesias, por su parte, pidió a su homólogo del PSOE que “rectifique” y deje de apoyar  la “estrategia represiva” en Cataluña del presidente Rajoy. En una rueda de prensa ofrecida tras el cierre de los colegios electorales, Iglesias reiteró el llamamiento que en las últimas semanas viene haciendo a los socialistas para que lancen una moción de censura contra el Gobierno: “Los demócratas debemos unirnos para mandar al PP y a Ciudadanos a la oposición”, declaró el líder de Podemos.

Iglesias, a diferencia de Rajoy o Sánchez, se mostró muy afectado por el hecho de  que “el mundo entero haya visto a la fuerza pública actuar contra ciudadanos que solo pretendían depositar una urna”, lo cual consideró una prueba de que en España “se ha desatado una crisis de Estado gravísima que el PP no está preparado para afrontar”.

A partir de hoy, la agenda se reanudará con la incógnita en cuanto a la celebración del referéndum despejada pero con la misma incertidumbre- o aún mayor, como consecuencia de las represiones policiales- acerca del futuro de Cataluña y su relación con España. Los principales sindicatos catalanes reunidos en la plataforma Taula per la Democràcia también decidieron pronunciarse tras los lamentables hechos de este domingo y se suman a la huelga general convocada para mañana por el partido independentista CUP y otros sindicatos minoritarios. Se busca una gran huelga que “paralice” el país, según proclamó QuimArrufat, diputado de la CUP, y la secundará también una de las asociaciones promotoras del referéndum, Òmnium Cultural.

Asimismo, el presidente de la otra gran organización independentista, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, les pidió a Carles Puigdemont y su vicepresidente Oriol Junqueras que “no les fallen”. “Vienen momentos trascendentales en la historia de nuestro país. Esperemos que el compromiso de este Govern permita ver bien pronto el nacimiento de una república catalana libre”, concluyó en su comparecencia uno de los representantes del 90% que este domingo dio el “sí” a la independencia de España.

AFP
En Madrid se realizó una manifestación anti-referéndum soberanista.