El relevamiento de expectativas de la city que publicó ayer el Banco Central muestra que los consultores empeoraron sus perspectivas de inflación, déficit fiscal y actividad para el próximo año. En la autoridad monetaria, pese a publicar estas estimaciones, siguen insistiendo con la idea de que las expectativas de inflación bajaron para 2017 y por eso recortaron nuevamente la tasa de interés de las Lebacs el martes pasado. El informe del Central da nuevos argumentos a los operadores del mercado, quienes aseguran que la decisión de disminuir las tasas es política y fue negociada con el poder ejecutivo.

En el relevamiento de expectativas las consultoras del establishment proyectaron en noviembre que la inflación será de 20,5 por ciento para 2017, cuando en octubre creían que iba a ser de 19,8 por ciento. La cifra se encuentra 5 puntos por encima de la meta de 15 por ciento establecida en el programa monetario del organismo a cargo de Federico Sturzenegger. El desajuste entre los objetivos de precios del Banco Central y la realidad se observa también sobre las cifras del último trimestre de este año. El objetivo de la autoridad monetaria era una inflación mensual de 1,5 por ciento o menor, pero las consultoras privadas ya la ubicaron por encima. El estudio Bein difundió ayer, por caso, que la suba de precios minoristas en noviembre fue de 1,8. A mitad de mes, se conocerá el dato oficial del Indec.

La actividad económica es otro de los puntos sobre los que empeoró las expectativas del mercado. Para 2016, se proyectó un caída acumulada de 2,3 por ciento, cuando la cifra había sido de 2 por ciento en octubre. Para 2017, el crecimiento estimado se ubicó en 3 por ciento, contra el 3,2 de octubre. Los augurios de recuperación para el último trimestre de este año también se esfumaron. Los consultores estimaron una suba del PIB del 0,3 por ciento en el último trimestre, cuando en octubre creían que el nivel de actividad iba a crecer al 1 por ciento. El efecto Trump, tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos, provocó fuerte incertidumbre a nivel global y la economía local es uno de los países emergentes afectados. Esto se debe que la llegada de Trump dificulta la capacidad de sostener la estrategia de mega endeudamiento externo con tasas de interés bajas, al tiempo que se avizoran problemas para la exportación de bienes primarios, por posible caída de precios de los commodities.

En lo que refiere al dólar, el mercado esperó un tipo de cambio de 15,80 pesos para el cierre de este año y de 18,30 pesos para finales del próximo año, cifras que en octubre eran de 15,70 y 18,20 pesos. En los últimos días, el dólar tuvo un salto, al marcar un máximo histórico de 16,10 pesos, lo que posiblemente altere proyecciones para el informe de relevamiento de expectativas de diciembre.

Las perspectivas de déficit fiscal también empeoraron. El rojo de las cuentas públicas que calcularon consultoras para este año se ubicó en  385 mil millones de pesos, cuando en octubre lo veían en 379 mil millones. Para el próximo año, las expectativas del mercado también son de aumento del desequilibrio fiscal. Ya no creen en el programa gradual de reducción del déficit planteado al comienzo de la gestión. Pronosticaron un rojo de 441 mil millones de pesos para el acumulado de 2017, cuando en octubre era de 430 mil millones. Consultores como Rodolfo Santangelo, ex socio del actual titular del Banco Nación, Carlos Melconian, aseguró que el déficit fiscal ya se convirtió en un verdadero “calvario” para el Gobierno y que difícilmente pueda resolverlo en 2017, un año electoral en el que Cambiemos pone en juego la gobernabilidad.