A dos meses de la desaparición forzada de Santiago Maldonado y el reclamo para encontrarlo con vida, que el domingo pasado colmó plazas de todo el país, continúa latente en toda la sociedad. Además de la página de Facebook que la familia de Santiago tuvo que hacer para desmentir noticias falsas, una nueva iniciativa en las redes sociales busca recopilar todos los tatuajes hechos por el joven activista.

"Tatuadxs por Santiago", así se llama la página de Facebook donde se pueden ver algunos de los trabajos realizados por el joven. Además de subir las fotos de los tatuajes, la página recopila anécdotas e historias del momento compartido con Santiago mientras hacía su trabajo.

“Santiago Maldonado está presente en la piel de quienes tatuó. Mostremos sus tatuajes”, se lee en el sitio.

Tatuadxs por Santiago en Facebook

“Este tatuaje me lo hizo Santiago (para mí El Brujo) en un hostel en Valparaíso, en enero 2016. Yo lo conocí de casualidad, porque el día anterior tatuó a una amiga. Pegamos onda, le conté la idea de lo quería hacerme y se vino al otro día a la tarde con el diseño. Me copó y le dimos”, contó Fernando Huerto, músico de Avellaneda, a quien Santiago le tatuó una parte de su guitarra.

“Cuenta la leyenda que la misión de la flor del Mburucyá es mostrarle al mundo la belleza de aquel que sufre por el bien de los demás”, escribió Maca Marchand desde Barra de Valizas, Uruguay, donde Santiago le tatuó esa flor en 2014. “El tatoo lo hizo en la mesa del comedor de casa con toda la familia alrededor, entre risas y charlas de las variadas. Pagué su trabajo con dinero, como habíamos acordado. Te quedás para siempre en mi piel, de esa manera nos despedimos luego de un fuerte abrazo. En el momento que atando cabos llegué a la conclusión que el tatuador de esta hermosura que llevo en la piel habia sido Santiago, mi vida cambió para siempre”, escribió la joven que también pidió “Verdad y Justicia”.

Tatuadxs por Santiago en Facebook

Entre los tatuajes realizados por Santiago se puede ver un pájaro, un felino con tres ojos, un símbolo mapuche y un espejo animado, entre otros. Algunos cuentan que pagaron por el trabajo a través del intercambio de alguna prenda de vestir o comida, algo que reflejaría la filosofía de vida del joven.