Privatización de YPF, venta de Telam, derogación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo: el equipo de Javier Milei lanza medidas como granadas y los ojos se vuelcan, casi automáticamente, al Congreso. En ambas cámaras, el peronismo cuenta con la primera minoría y comienza a vislumbrarse como principal bastión de resistencia al programa de gobierno de Milei. El desafío será, sin embargo, evitar un escenario similar al de 2016, cuando el Frente Para la Victoria se rompió y la fuga de más de 10 diputados peronistas garantizó - junto al Frente Renovador - la gobernabilidad de Mauricio Macri. Unión por la Patria, de momento, está en proceso de reordenamiento interno - que es código también para la catarsis colectiva - pero es conciente de la cuota de poder que tiene entre las manos y apuesta, de momento, a defenderla. "La pelota está en su cancha ahora", responden en la bancada de Diputados, desde donde anticipan que no moverán sus fichas hasta que Milei muestre las cartas. Entre ellas, la más importante: la persona que designará para presidir la Cámara de Diputados.

Son muchos los nombres circulando - Cristian Ritondo, Florencio Randazzo, Miguel Ángel Pichetto - y todos dependen del acuerdo al que arriben, por estos días, Javier Milei y Mauricio Macri. Con solo 37 diputades propios, La Libertad Avanza se encuentra en desventaja: ni Macri cuando asumió en 2016 arrastró tanta debilidad legislativa. Milei necesita un hombre - o mujer - en la presidencia de la Cámara de Diputados que encare, en su nombre, todas las negociaciones con el radicalismo, la Coalición Cívica, las fuerzas provinciales, los peronismos que necesitan recursos para sus provincias y el larretismo díscolo. No estará solo, sin embargo: el co gobierno de Milei con Macri ya comenzó a tomar forma y el presidente electo especula que contará con hasta 80 legisladores que le respondan directamente, entre los libertarios y los "halcones" del PRO.

El bloque PRO, inevitablemente, se romperá. Por un lado, los macristas "duros" - como Cristian Ritondo, Sabrina Ajmechet, Hernán Lombardi y Alejandro Finocchiaro - y, por el otro, los larretistas que quedaron en el camino, como María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato, entre otros. La inmensa mayoría del PRO - una treintena - terminará alineada con LLA, mientras que el resto armará un bloque aparte y se sumará a un interbloque con los 35 radicales - 25 de la UCR, 10 de Evolución -, los de la 6 Coalición Cívica y los tres de Encuentro Federal (Emilio Monzó, Margarita Stolbizer, Nicolas Massot). Monzó, además, está a la pesca de los votos de los gobernadores Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis) e Ignacio Torres (Chubut).

Si bien no está formalizada, la ruptura es solo cuestión de tiempo. Elisa Carrió ya se anticipó y anunció que la Coalición Cívica mantendría su "autonomía", aunque en el PRO advierten que la CC "siempre hizo lo que quiso". "Falta que mueva Milei y, la verdad, parece más preocupado por saber quién es su ministro de Economía que por lo que pasa en el Congreso. Nosotros nos iremos dependiendo de si se plantea un co gobierno del PRO", desliza una de las figuras del larretismo que aguarda, como la mayoría, a que Milei termine de confirmar o no a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara.

Ritondo cerró, previo al ballotage, un acuerdo con Milei para presidir la Cámara. Pero tras la victoria del libertario, el panorama se volvió más opaco y comenzaron a pulular otros nombres (muchos instalados por los mismos protagonistas). El más fuerte es el de Florencio Randazzo, cuyo nombre Milei deslizó en el encuentro que mantuvo con Alberto Fernández en Olivos. Tiene el respaldo de Juan Schiaretti y en LLA lo imaginan como un buen interlocutor con algunos sectores del peronismo. En UxP, sin embargo, no lo ven tan así: "El 80 por ciento de nuestro bloque lo quiere matar, ¿con quién va a negociar?", ironiza un importante diputado oficialista. No es el único, algunos de sus ex compañeros en el Interbloque Federal razonan que sería un "final vergonzoso para su carrera política" quedar como un "negociador del ajuste de Macri y Milei". 

Mientras tanto, en la oficina de la presidencia del bloque PRO - que todavía está en manos de Ritondo - aseguran que todos los rumores son instalados por el propio Randazzo "para subirse el precio". "Pichetto tiene cero fiscales y cero diputados. Randazzo tiene cero fiscales y tres diputados que ni siquiera son de él, son de Schiaretti. Mientras que Ritondo tiene 12 mil fiscales y 50 diputados", señalan cerca de Ritondo, quien fue uno de los principales organizadores de la fiscalización de Milei en Provincia de Buenos Aires. Además del nombre de Pichetto - que también fue instalado, como el de Randazzo, por el propio Milei en entrevistas radiales como un gesto de autonomía frente al macrismo -, también circulan nombres propios de la "casa". Es decir, libertarios. Como Oscar Zargo, un ex legislador porteño del PRO cuyo nombre también circula para presidir el bloque libertario, y el de Martín Menem, sobrino del ex presidente. La presidencia de la Cámara de Diputados, después de todo, está en la línea de sucesión presidencial. 

En el Frente de Todos, mientras tanto, observan con atención los movimientos de la (futura ex) oposición. Al conservar la primera minoría a partir de diciembre - 105 bancas -, la presidencia de la Cámara de Diputados les correspondería, formalmente, al peronismo, aunque existe una tradición institucional de cederle siempre la presidencia a los oficialismos. En la bancada que lidera Germán Martínez prefieren no adelantar qué postura adoptarán en una futura votación para ocupar el cargo, pero advierten: "Depende de los nombres, ¿qué criterio institucional se aplica si ponen a Randazzo o Ritondo? Ninguno es de LLA". 

El peronismo se prepara para dominar los principales resortes de la Cámara - las comisiones -, pero para ello primero deberá enfrentar un fantasma que ya comenzó a recorrer las filas internas: el fantasma de la ruptura. "Esto no es Macri en 2016, Milei no ofrece nada muy atractivo", matiza un referente peronista, buscando ahuyentar el temor de que se repita una escena similar a la ruptura de Diego Bossio con el Frente para la Victoria. No son pocos, sin embargo, los dirigentes que observan con preocupación los movimientos de los gobernadores, que serán los primeros en sufrir el recorte en obra pública y transferencias que está diseñando Milei.  "Lo importante ahora es dejar en claro quienes tenemos la templanza moral para no transar, para resistir y rechazar la tentación de ir a acomodarse con el ganador", advierte un diputado del FdT.

En el mientras tanto, el oficialismo no tomará decisiones hasta que mueva Milei. El Presupuesto 2024 que había presentado Sergio Massa en septiembre no tiene mucha perspectiva de tratamiento, al contrario: se esperará a que Milei presente el paquete de medidas que ya anticipó que daría a conocer a partir del 11 de diciembre. En el ínterin, UxP - ex FdT - deberá definir sus liderazgos, así como el rol que ocupará Massa a partir de ahora. Se vio, incluso, al ministro de Economía ingresar a la presidencia de la Cámara, que ocupa Cecilia Moreau, tarde a la noche.