“Mi filosofía es humanista y socialista, por eso toda mi obra tiene como tema central la figura humana. Lo reforcé en tiempos como los ‘90, cuando universalmente, bajo la llamada posmodernidad y la mentalidad sepulturera que declaraba el fin de la historia, los conflictos (incluso en la pintura) desechaban la figura humana en las representaciones visuales, y cuando en nuestro país parecía instalarse el olvido y la injusticia sobre la suerte de los desaparecidos y las víctimas del terrorismo de Estado. Justamente esta muestra incluye un relato mío, “El ausente”, como núcleo temático de la exposición La presencia de lo ausente, de 1996, que ilustré como historieta, aunque también integraba con pinturas, dibujos y grabados. Ahí establecía una suerte de metáfora al dar figura a los desaparecidos. Ya desde antes mostraba, más que la figura, la desfiguración humana y la alienación del ser en aquellos ‘no lugares’ urbanos, como en accesos a subtes o trenes... Es decir: en los años ‘90 yo estaba completamente desesperanzado, pero en la actualidad (2013), eso cambió. En mi obra pasé de tematizar la frustración de los ‘90 a referirme, en estos últimos años, al país que vuelve a vivir.”  (Tomado de la entrevista al artista, publicada por Fabián Lebenglik en esta página, el 20 de agosto de 2013, con motivo de la exposición “Surversión”, de Aníbal Cedrón, en el Museo Sívori).