El asteroide 2012 TC4 es tan grande como una casa y pasará cerca de la Tierra, aunque “cerca” signifiquen cerca de 44.000 kilómetros. A modo de comparación, la luna está a unos 400.000 kilómetros de la Tierra. Si el asteroide alcanzara a la Tierra, habría consecuencias considerables como cuando en 2013 un asteroide de tamaño similar impactó en los alrededores de la ciudad rusa de Cheliábinsk y provocó graves ondas de choque que hirieron a cerca de 1500 personas y dañó unos 7000 edificios. Como el próximo impacto de un asteroide es sólo una cuestión de tiempo, los investigadores quieren aprovechar ahora el acercamiento del 2012 TC4 para obtener información valiosa de cara al futuro. El asteroide ofrece “una excelente posibilidad para reconocer las capacidades internacionales y probar el seguimiento de objetos cercanos a la Tierra y analizar nuestras habilidades para ver cómo podemos reaccionar de manera conjunta ante una amenaza real”, informó la Agencia Espacial Europea. Se trata de buscar en todo el cielo objetos voladores y cubrir los agujeros que haya dentro de la observación. Para ello, la Agencia quiere poner en funcionamiento en 2019, un telescopio llamado Fly-Eye (Ojo de mosca), para estudiar los objetos celestes que se acerquen a la Tierra. Pero aún entonces no habrá una seguridad absoluta puesto que entre un 15 y un 20 por ciento de esos cuerpos llegan desde el lado del sol y no pueden detectarse.