La Inspección General de Personas Jurídicas no convalidará la asamblea de socios de Newell's del pasado miércoles, frustrada por agresiones físicas a representantes de la oposición. Hubo golpes de puño y amenazas, las cuales fueron denunciadas en fiscalía por los socios Ariel Moresco y Daniel Giraudo. La barra leprosa volvió a tomar protagonismos en la vida institucional de la entidad después de casi diez años y la dirigencia ratificó ayer todo lo actuado. "Nos tiraron 30 matones y nos sacaron a los empujones y golpes", lamentó Ariel Moresco, uno de los opositores agredidos. La Comisión Directiva, entre tanto, se resiste a entregar la documentación que respalde una Memoria y Balance que muestra un sostenido crecimiento de la deuda del club y operaciones financieras por préstamos tomados en 40 millones de pesos. El Ministerio de seguridad de la provincia, por su parte, buscará identificar a los violentos, dado que todo lo sucedido fue filmado en el marco del operativo de seguridad desplegado.

Volvió al miedo en Newell's, como solo ocurrió bajo la gestión de Eduardo López. Los dirigentes opositores Ariel Moresco, Daniel Giraudo y Federico Ripani recibieron amenazas y pintadas agraviantes días antes de la asamblea y una vez comenzada la misma, el pasado miércoles por la noche en el estadio cubierto, fueron víctimas de agresiones físicas. "Un grupo de matones generó el descontrol. Se nos vinieron encima a prepotearnos, intenté calmar los ánimos, hizo todo lo posible para contenerlos y terminé siendo uno de los más golpeados", asumió Moresco a Rosario/12. El referente del Movimiento 1974 elevó la denuncia por las agresiones en el Centro Territorial de Denuncias junto con Giraudo. Aunque en el caso del representante de ADN Leproso, además tomará acciones legales contra el vicepresidente Cristian D'Amico. "Me amenazó de muerte en la asamblea delante de todo el mundo. Me tengo que cuidar de D'Amico ahora", aseguró Giraudo.

Por primera vez en diez años, una Comisión Directiva se apoyó en la barra para imponer su moción en la asamblea, en práctica que en Newell's solo se identificaba, hasta el miércoles, con el gobierno de Eduardo López. Pero quedó todo filmado y el Ministerio de Seguridad de la provincia aportará las imágenes a la Justicia con el propósito de identificar a los violentos.

Ayer el presidente Eduardo Bermúdez, quien no asistió a la asamblea, se comunicó con referentes de Movimiento 1974 y les hizo saber su respaldo a todo lo actuado por los directivos y responsabilizando por los incidentes a Giraudo y Ripani. "Retrocedimos diez años como institución", lamentó Giraudo. Ripani, por su parte, anunció ayer su alejamiento de la vida política del club a consecuencias de las amenazas y las agresiones.

La suerte del club quedó en manos de IGPJ, la cual no va a dar por realizada la asamblea. "Aconsejamos a directivos de Newell's que no continúen la asamblea pero siguieron igual", admitió el director general de IGPJ Luciano Lerme a LT8. "Fue una asamblea a la que se había llegado con algunas cuestiones técnicas de presentación de balance, de plazos que no estaban cumplidos. Igual la asamblea se empezó a desarrollar, cuando se estaba en la elección de las autoridades es cuando se arman los desmanes. En ese momento, a través de un dictamen, aconsejamos que se pase a un cuarto intermedio, además nos parecía oportuno por el tema de la seguridad. Hablamos con los dirigentes, informamos que previo a la asamblea había cuestiones que no se habían cumplido, pero se siguió adelante independientemente del consejo que les dimos. Ahora debemos analizar la legalidad de la actuación y la validez de la asamblea", explicó Lerme.