Las llamas que azotan al estado norteamericano de California cedieron en algunos de sus focos, pero se extendieron en otros, mientras la cifra de muertos subió a 24. A pesar de los esfuerzos de miles de bomberos, que logaron reducir en un 10 por ciento el incendio en el distrito de Sonoma, los fuegos siguieron extendiéndose en otros sectores del estado y se ordenaron más evacuaciones. Al menos 3500 edificios fueron destruidos por las llamas, incluyendo viviendas y comercios, y hay más de 20.000 evacuados.

“Hemos tenido grandes incendios en el pasado. Este es uno de los más grandes y más graves. Todavía no ha concluido. Y provocará daños por muchos miles de millones de dólares”, dijo el miércoles el gobernador de California, Jerry Brown. 

Más de 8000 bomberos combaten focos en la zona, situada al norte de San Francisco. Hay activos más de 22 grandes incendios, que afectan unos 680 kilómetros cuadrados. 

Las fuerzas de seguridad temen que la cifra de víctimas mortales pueda elevarse, pues hay cientos de desaparecidos. Muchas zonas están sin electricidad ni teléfono, lo que complica la ubicación de familiares.

Uno de los incendios más preocupantes es el de Tubbs, que en las últimas horas creció hasta alcanzar una superficie calcinada cercana a las 14.000 hectáreas en el condado de Napa.

Sin embargo, el fuego de Tubbs también es un motivo de esperanza y ánimo para los bomberos, ya que las autoridades aseguraron a primera hora de la mañana de ayer que pudieron controlar el 10 por ciento de este foco.

El más grande de todos los que permanecen activos es el de Atlas, en los condados de Napa y Solano, que, no obstante, en las últimas 24 horas se ha mantenido relativamente estable, en torno de las 18.000 hectáreas arrasadas y con el fuego controlado en un tres por ciento.

El aguacil del condado de Sonoma, Robert Giordano, dijo ayer en una comparecencia ante los medios de comunicación que en su territorio se han encontrado 14 víctimas mortales. “Este es todavía un desastre activo”, señaló el oficial, quien añadió que la seguridad de los residentes continúa siendo la prioridad de los bomberos y servicios de respuesta inmediata. Giordano indicó que su oficina recibióo reportes de 900 personas desaparecidas, de las cuales 437 fueron localizadas sanas y salvas. El aguacil llamó a la calma y puntualizó que las cifras pueden resultar confusas porque hay informes duplicados de personas supuestamente desaparecidas y las comunicaciones continúan siendo complicadas, por lo que puede haber residentes que estén fuera de peligro y que no hayan podido contactar o reencontrarse aún con sus seres queridos.

La evolución del tiempo, en especial de los vientos, continúa marcando el ritmo de trabajo de los bomberos, por lo que las temperaturas más bajas y los vientos más flojos que se esperan para las próximas horas, podrían favorecer las labores de los servicios de emergencia.

En el condado de Sonoma murieron 14 personas. Entre los fallecidos hay una mujer de 27 años que tenía que utilizar silla de ruedas y cuya casa en Santa Rosa fue pasto de las llamas, informó el San Francisco Chronicle.

Los incendios se propagaron rápidamente debido a los fuertes vientos. California sigue sufriendo los efectos de cinco años de sequía y las llamas se propagan con rapidez por la seca vegetación, explicó el miércoles el jefe de Bomberos, Ken Pimlott, y pidió a los vecinos que hagan caso a las llamadas a la evacuación, ya que la situación sigue siendo extremadamente peligrosa.

El humo se ha extendido por amplias zonas del estado. En San Francisco, a cien kilómetros de distancia, tuvieron que cancelarse decenas de vuelos por mala visibilidad. Las autoridades advirtieron que la contaminación del aire podría afectar a personas vulnerables.

Sigue sin estar claro el origen de los incendios. Posiblemente algunos de ellos se iniciaron el fin de semana por tendidos eléctricos derribados debido al viento.

Los condados de Sonoma y Napa, conocidos mundialmente por ser un territorio de viñedos que produce un vino de gran calidad, son dos de las zonas más afectadas por los devastadores incendios que se declararon el pasado domingo por la noche. Las televisiones locales que pudieron adentrarse en el terreno calcinado por las llamas mostraron barrios enteros en ruinas con viviendas y vehículos reducidos a cenizas. Asimismo, numerosas carreteras y vías de transporte continúan cortadas en el área afectada.