Los resultados iniciales son prometedores: IDEAtlas junto a Renabap identificaron dos nuevos asentamientos informales no registrados hasta el momento. Tras verificar en el terreno, se confirmó la precariedad urbana de estos lugares. Esta colaboración entre tecnología avanzada y validación local es fundamental. IDEAtlas no solo identifica con precisión los asentamientos informales, sino que también proporciona información valiosa sobre la caracterización de dichas zonas, lo que supone una herramienta muy útil para la toma de decisiones. Este proyecto es un modelo replicable que puede aplicarse globalmente, demostrando cómo la innovación puede abordar la desigualdad urbana de manera efectiva.

La pobreza urbana es un problema global que persiste en la mayoría de las ciudades, desafiando los esfuerzos destinados a integrar a la población de barrios populares a la trama urbana. A pesar de los avances en diversos ámbitos del desarrollo humano, la existencia de asentamientos informales y viviendas inadecuadas sigue siendo una realidad para millones de personas en todo el mundo.

Aún no se sabe con certeza la cifra exacta de personas residiendo en estos asentamientos, y estamos lejos de alcanzar las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) que buscan medir y abordar la problemática a nivel global. Las diferentes formas en que se expresa la desigualdad urbana recuerdan la persistencia de la brecha existente entre la promesa de progreso y la realidad de exclusión de las ciudades argentinas.

Asentamientos informales en Argentina

Los residentes de asentamientos informales a menudo carecen de derechos sobre la propiedad, lo que resulta en la imposibilidad de acceder a servicios básicos. En Argentina (según el Renabap), el 99,9 por ciento de los barrios populares no cuenta con regularidad dominial, el 99 por ciento carece de acceso a la red de gas natural, 97 por ciento no accede a la red cloacal, 91 por ciento se encuentra sin acceso formal al agua corriente y 66 por ciento sin acceso formal a la energía eléctrica.

Globalmente, la ausencia de reconocimiento por parte de las autoridades locales y la omisión de estas poblaciones en los planes y censos oficiales, sólo tienden a agravar el problema. Como resultado de esto último, los datos demográficos tradicionales no reflejan a la población de estos barrios e invisibilizan los riesgos a los que está expuesta, entre ellos los desalojos multitudinarios. Existen esfuerzos de reconocimiento y visibilización llevados a cabo por numerosas ONG y organizaciones locales en diferentes ciudades del mundo, aunque la creación de dichos datos es muy laboriosa y requiere de gran financiación.

El caso de Argentina es distinto. El Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), creado en 2017 es el primer registro oficial de barrios a nivel nacional y una referencia en la región. Es pionero en la materia y permitió consolidar esfuerzos para la integración de los asentamientos informales en las agendas urbanas municipales, provinciales y nacionales. El Renabap surge como iniciativa de un conjunto de organizaciones sociales (UTEP, Cáritas y TECHO Argentina) que, en 2016, en articulación con el Estado, recorrieron puerta por puerta e identificaron, caracterizaron y mapearon miles de asentamientos informales a lo largo del territorio nacional. A día de hoy, cuenta con casi seis mil barrios populares registrados, en los que habitan aproximadamente 1,1 millón de familias.

Desde su creación, Renabap ha ido actualizando incorporando barrios no registrados en relevamientos anteriores y ampliaciones de los ya registrados, recorriendo cada ciudad del territorio. Hoy “el desafío es ampliar el ReNaBaP a asentamientos de menor escala, ganar precisión y eficiencia en la cartografía de los polígonos de los barrios y sobre todo, detectar de manera temprana los barrios emergentes. En ese marco surge la colaboración con IDEAtlas”explicó a Cash Mariana Aranovich, coordinadora del registro,

Ángela Abascal, de la Facultad de Ciencias de la Geoinformación y Observación de la Tierra de la Universidad de Twente, cuenta a Cash que “el proyecto IDEAtlas es financiado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y que desarrolla métodos avanzados basados en inteligencia artificial para cartografiar automáticamente asentamientos informales a partir de imágenes satelitales. Esto genera un ahorro de tiempo y recursos a través de una estrategia que permite realizar relevamientos más focalizados”. Dicho proyecto incluye siete ciudades (Buenos Aires, Ciudad de México, Jakarta, Lagos, Medillin, Mumbai, y Nairobi) de diferentes continentes, con el fin de entrenar el algoritmo de detección con gran variedad de ejemplos.

"Una característica de los barrios populares es su constante cambio. Las familias se amplían, las personas se mudan y eso se refleja en las modificaciones de cada barrio popular identificado, como también la creación y aparición de nuevos entornos que cumplen con los criterios de Renabap", afirmó Juan Manuel D’Attoli, responsable de la actualización del Renabap, y agregó que el desafío está en poder abordar de manera rápida y eficiente estas dinámicas, para que las y los habitantes atravesados por condiciones vulnerables puedan acceder a los derechos garantizados por la Ley 27.453/2018.

La detección temprana de asentamientos que cumplen con los criterios del Registro a partir de inteligencia artificial implica el mejoramiento de los procesos de relevamiento y registro para la etapa de identificación de nuevos barrios populares de una manera ágil y novedosa. Desde ReNaBaP advierten que el uso de la IA en los procesos de inscripción no reemplaza el trabajo de chequeo territorial pero facilita y brinda rapidez en la primera instancia de detección.

“Nos parece que el Estado debe poder incorporar herramientas innovadoras para brindar eficiencia y transparencia en sus procesos de trabajo”, concluyó la coordinadora del ReNaBaP. Esta colaboración entre ciencia, Gobierno Nacional, organizaciones sociales y habitantes de barrios populares demuestra que las nuevas tecnologías pueden fortalecer las políticas públicas que apuntan a mejorar la calidad de vida de la población.

* Responsable de la actualización del Renabap