Las dos derrotas que acumulaba River en el torneo le habían impedido clasificar a los cuartos de final con anticipación, y llegó a la última fecha con la incertidumbre de saber si continuaba o no en la Copa de la Liga.

La mudanza de escenario significaba una incomodidad más para el conjunto de Martín Demichelis, que venía de actuaciones irregulares tanto ante Huracán como en Rosario, ante Central, que terminó ingresando en el cuarto lugar de la zona.

Esa característica continuó en el estadio de Independiente ante Instituto. Si bien el equipo fue el dominador de las acciones, sobre todo en el primer tiempo, no terminó de clarificar el juego en los metros finales.

River se arrimaba hasta la puerta del área, pero no podían ante la última línea de los cordobeses. Precisamente, Instituto se dedicó a esperar en su campo, y ni siquiera arriesgó con algún contraataque.

La actitud de los visitantes se modificó en la segunda parte, y se animaron a presionar sobre la salida de River. Con ese sistema, estuvieron cerca de convertir a través de Damián Puebla.

Demichelis buscó recuperar el protagonismo con algunas modificaciones, y Barco estuvo cerca con un remate que dio en el travesaño, después de que la pelota rozara en un defensor. A pesar de ello, el juego colectivo no era convincente, y los hinchas se molestaban cuando tocaban la pelota hacia atrás.

El ingresado Palavecino fue otro que desperdició una chance, cuando pateó al cuerpo del arquero Roffo. River fue acumulando delanteros, pero las opciones para alcanzar la diferencia no llegaron. Y la desilusión del público fue grande, ya que el plantel se despidió de Buenos Aires sin festejo, a partir que los play-off se desarrollarán en el interior del país.

A la intención que tiene River de obtener el segundo certamen del año, luego de que se adjudicó la Liga Profesional en el primer semestre, le tendrá que agregar el fútbol que precisamente ofreció en aquel campeonato. Más allá de que cambiaron algunos nombres, el equipo no pudo repetir las actuaciones pasadas, en donde asfixiaba a sus rivales y le imprimía una intensidad que ellos no lograban equiparar.

En el total del año fue el plantel que sumó la mayor cantidad de puntos, aunque en los últimos meses quedó en deuda con el juego. El conflicto que involucró al entrenador con algunos referentes del plantel pudo haber afectado esa situación, pero antes de ese episodio tampoco exhibía un nivel superlativo.

River se encuentra a tres partidos de ganar un nuevo título. El mayor inconveniente no será el oponente que surgirá de la definición de la otra zona, sino de lo que el propio River pueda desarrollar en el campo de juego. La misión principal en esta recta final incursionará por esa vía.