Son horas frenéticas para Javier Milei. Los tiempos no le juegan a favor, tampoco la falta de equipos técnicos. A dos días de asumir la presidencia de la Nación, el libertario pasa sus últimas horas completando los casilleros vacíos del gabinete que lo acompañará a partir del lunes. La silla vacante en la secretaría Legal y Técnica sería ocupada por un exfuncionario de Cambiemos, el abogado Javier Herrera Bravo; el área de Salud quedaría a cargo del médico Mario Russo y al PAMI irá Esteban Leguizamo. En paralelo, el futuro oficialismo le sigue dando vueltas a la estrategia legislativa que impulsará a la batería de medidas que llegrán al Congreso la semana que viene. Si bien en el entorno de Milei aseguran que será una ley ómnibus, algunos asesores no descartan dividirla en tres paquetes: la reestructuración del Estado, las medidas de desregulación económica y una reforma en materia política.

Apremiado por el calendario, el mandatario electo volvió a reunirse ayer con la plana mayor de sus ministros y funcionarios en las oficinas de la avenida Libertador. El eje central del encuentro fue avanzar en los recortes que planean para las diferentes áreas del Estado. Hablan de una “situación crítica” para justificar la eliminación de 10 ministerios. De los 18 actuales solamente quedarían 8. Estas modificaciones formarán parte de la denominada “modernización del Estado”, que será uno de los capítulos de las medidas que se enviarán al Congreso. Ante la debilidad legislativa, ayer se estudiaba la posibilidad de fragmentar la ley ómnibus en tres y enfrentar las discusiones por separado. En LLA ya tienen definida la nueva estructura de ministerios y secretarías y entienden que ese sería el paquete con más chances de ser aprobado. Y, aunque el impacto en las cuentas públicas resulte insignificante, Milei considera clave iniciar la gestión alimentando el discurso del “ajuste a la política”.

Respecto a eventuales despidos de empleados públicos, el designado ministro del Interior, Guillermo Francos, afirmó que "hay ministerios que están superpoblados y que se tendrán que reducir". "Judicializaremos lo que haya que judicializar”, agregó y advirtió con una cuota de ironía que “quienes hayan entrado por la ventana saldrán por la puerta”, porque son “respetuosos".

En las planillas de cálculos del futuro ministro de Economía, Luis Caputo, se proyecta un recorte del gasto primario para 2024 en torno a los 5 puntos del PBI. Lejos de los bolsillos de “la casta”, la brusca eliminación del déficit fiscal saldrá del ajuste en la obra pública, los subsidios a las tarifas y las transferencias a las provincias. Un punto clave que surge como incógnita es qué pasará con el bono que se le viene otorgando sistemáticamente a los jubilados todos los meses –55 mil pesos en diciembre–. En caso de discontinuarse o no actualizarse, implicará también un fuerte ajuste previsional.

Las leyes económicas podrían demorarse unos días más. Hasta anoche no las habían terminado de definir y sería el tramo más espinoso de la batalla legislativa. Incluiría desregulaciones, reformas impositivas y laborales. Según el diputado Oscar Zago, las privatizaciones no estarían incorporadas en esta etapa. El tercer paquete será la reforma política que propone la eliminación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Se espera que en el discurso que brindará Milei en las escalinatas del Congreso convoque a las sesiones extraordinarias y pida que se traten estas leyes con celeridad. En la previa a la ceremonia de asunción, comenzaron a llegar los invitados. Anoche fue el turno de un aliado estratégico: Jair Bolsonaro.

El círculo íntimo

Los últimos días del mandatario electo confirmaron el alejamiento de su viejo círculo íntimo, que quedó relegado en el armado del Gabinete. Villarruel fue la principal víctima de ese giro. A la vicepresidenta le había prometido el control de los ministerios de Seguridad y Defensa, que finalmente quedaron en manos de Patricia Bullrich y Luis Petri. Atrás también quedaron su armador Carlos Kikuchi y los excandidatos Ramiro Marra y Carolina Píparo.

Como contrapartida, en la mesa chica hay sillas para tres: En primer lugar, está Karina Milei, quien fue protagonista ayer en el Congreso durante la jura de los nuevos diputados. “El jefe le ganó a la casta”, posteó Milei en Instagram para destacar su figura. La hermana del presidente probablemente se constituya en la secretaría general de la presidencia. Para ello, deberá modificar un decreto de Mauricio Macri que impide la designación de familiares directos. Los otros dos asientos corresponden a dos personas de extrema confianza: el futuro jefe de Gabinete, Nicólas Posse; y el arquitecto de la campaña presidencial, Santiago Caputo. En el nuevo círculo del presidente también figuran Guillermo Francos, que tuvo un rol central en los últimos días, y Toto Caputo que se llevó la llave del área económica, incluído el Banco Central, que estará en manos de su socio Santiago Bausili.

Milei ya anticipó que se refugiará en la quinta de Olivos. Solamente hará visitas esporádicas a la Casa Rosada, donde estarán Posse, Francos y el vocero presidencial Manuel Adorni, quien ya adelantó que brindará conferencias de prensa a diario.

Los que se suman

El rompecabezas del Gabinete se va completando a contrarreloj. Ayer, fueron confirmados dos nuevos funcionarios. El médico Esteban Leguizamo será el director ejecutivo del PAMI. Asimismo, el titular del Incucai, Carlos Soratti, continuará en su cargo después del 10 de diciembre. El nombramiento llega después de las críticas de Soratti a Milei por su postura sobre la venta de órganos. “Hay 7 mil personas esperando un trasplante y 300 mil potenciales donantes, y hay algo que no funciona en el medio y genera corrupción”, había dicho el presidente electo en el segundo debate. “Al escuchar a Milei tuve una sensación muy fea y mucha tristeza por esta manera tan ligera de tratar temas tan sensibles a la sociedad", respondió Soratti en ese momento.

Por último, hay dos puestos clave que aún no fueron confirmados, pero que tienen favoritos. Javier Herrera Bravo sería la persona encargada de cuidar la firma presidencial, en la secretaría Legal y Técnica. Es un abogado que trabajó en esa área, cuando estaba a cargo de Pablo Clusellas, durante la administración de Macri.

La cartera de Salud, que sería degradada a secretaría, quedará en manos de Mario Russo. El médico cardiólogo se desempeñó como secretario de Salud de los municipios de San Miguel y Morón, e integró el ministerio de Salud de la gobernación de María Eugenia Vidal.