Cuando se cerraron las puertas y la transmisión oficial de la gala de cierre de la asunción presidencial en el Teatro Colón, se colmó el palco de Javier Milei de empresarios con ganas de saludar al Presidente. Algunos de ellos ya estaban en butacas cercanas, porque son de su círculo íntimo. Dos de ellos, particularmente, son o serán embajadores del gobierno entrante. Es que, según supo Página I12, el libertario quiere que las embajadas tengan un perfil netamente comercial, de atracción de inversiones, algo parecido a lo que solía hacer y hará Daniel Scioli en Brasil.

Hay dos ceos que se posicionan con muchas chances de ser diplomáticos del gobierno de Milei en países de Europa. Por un lado, en la gala que se realizó el domingo en el Teatro Colón, tras la ceremonia de traspaso presidencial de Javier Milei, estuvo el joven Ian Sielecki, heredero del imperio de los laboratorios que tienen como marca emblema a Elea, además de la petrolera PetroCuyo. Apenas pasando los 30 años de edad, Sielecki estaría destinado a la embajada en Francia. Nieto de la ya fallecida condesa Lili Sielecki, estudió Ciencias Políticas y se hizo conocido por un hecho fortuito, que se dio en sus años de residencia en París. Mientras el presidente Alberto Fernández daba una clase en el Instituto de Estudios Políticos de esa ciudad, le preguntó “qué responsabilidad tiene el peronismo en la situación económica que Usted describe, dado que gobernó muchos años?”. Sielecki no oculta, de todos modos, que en 2017 trabajó para la campaña de Mauricio Macri y que luego lo ayudó en cuestiones diplomáticas.

Mientras la comidilla de la gala de Colón era por qué Milei relega a su novia, la actríz Fátima Florez, a lugares muy lejanos a él (se sentó muy lejos del Presidente) y la cantidad de definiciones de lugares en el gabinete de Milei que se pactaron en encuentros en la casa del periodista Eduardo Feinmann, los empresarios seguían llegando. Se lo vio al titular de la Bolsa, Adelmo Gabbi; a Eduardo Bastitta Harriet, de Plaza Logística y colaboraron en la fiscalización bonaerense de Milei; al cafetero Martín Cabrales; Alejandro y Eduardo Elsztain, de IRSA, la empresa dueña del Hotel Libertador. También estuvieron intentando saludar a Milei Sebastián Bagó; los hermanos Neuss y hasta el inversor tucumano Facundo Prado, uno de los que le compró la empresa Supercanal a Manzano. 

Más aplomado, por sus años de experiencia, estuvo Alejandro Bulgheroni, el titular de la petrolera Bridas. Por su lado viene la otra pista de un ceo en una embajada de Milei. Según confiaron a este diario fuentes de La Libertad Avanza (LLA), la hermana del presidente y secretaria de general de la Presidencia, Karina Milei, pidió que Bettina Bulgheroni, esposa de Alejandro, sea embajadora en España. Ambas se conocen desde hace relativamente poco tiempo, cuando entablaron relación en el marco de la última edición del Council de las Américas. Desde allí se hicieron muy cercanas: Bettina fue la primera en llegar al Coloquio de IDEA paralelo que Milei armó con empresarios en un restaurante de Mar del Plata. Hablan constantemente. 

Bulgheroni es una mujer respetada en un establishment plagado de hombres, y la hermana de Milei la eligió en particular por esta situación. Ella, que en años del menemismo estuvo vinculada a la política en el Ministerio del Interior, todavía medita la decisión.