El gobernador Axel Kicillof remarcó que en Buenos Aires no habrá ningún barrio donde "no entre el Estado por falta de recursos", y afirmó que "ni el delito ni el narcotráfico van a impedir que el Estado resuelva los problemas de los vecinos y vecinas". Hizo hincapié en que no se trata de que pase muchas veces un patrullero, sino que "hay que caminar, charlar, interactuar y compartir con los vecinos y vecinas, porque su inseguridad y sus preocupaciones son la vida de nuestro pueblo".

En la celebración del Día de la Policía, en conmemoración a los 202 años de la creación de la policía de la provincia de Buenos Aires, Kicillof dio un discurso ante las fuerzas bonaerenses. Hizo un repaso de las dificultades del pasado y la enumeración de los hitos conseguidos a lo largo de los últimos cuatro años. Fue el primer acto oficial de Javier Alonso como flamante ministro de Seguridad, a días de la designación de Javier Carlos Villar y Héctor Conrado Cisneros como jefe y subjefe de la Policía.

"Recibimos una fuerza policial desvastada en sus capacidades logísticas, sus recursos materiales, su instrumental de trabajo y su equipamiento. Nos propusimos una reconstrucción de la policía bonaerense porque es un engranaje dentro del mecanismo que garantiza la paz y la certidumbre en los vecinos. Ustedes, los policías, sepan que cuentan con un gobernador que va a dar las disputas que tenga que dar para defender los recursos de la coparticipación, que dignificó el trabajo de la policía de la provincia de Buenos Aires".

Kicillof remarcó que la policía "debe seguir por ese camino", pero que para eso "se necesitan recursos propios que son un derecho, pero que hoy parecen estar en discusión". El gobernador afirmó que, gracias a la coparticipación y a los nuevos recursos que brindó a la provincia el gobierno nacional entre 2019 y 2023, se cristalizaron las mejoras salariales (equiparando los ingresos con los de la policía nacional) y se adquirieron de 4600 patrulleros cero kilómetro, 400 mil nuevos uniformes, 77948 chalecos antibalas, importaron 500 motos BMW, camiones, móviles y micros, sumado a que se cuadruplicó el Grupo de Prevención Monitoreado, se formaron casi 12 mil agentes, capacitaron 43 mil efectivos en cursos de ascenso, dictaron carreras que cursaron 3037 alumnos y repararon tres aviones y dos helicópteros que estaban fuera de servicio.

Luego de indicar que "la principal preocupación de los bonaerenses es el narcotráfico", el ministro Alonso pidió que "la justicia y las fuerzas federales cumplan con su deber", a la hora de combatir el narcotráfico de manera coordinada con la provincia. "Necesitamos que los fiscales y los jueces cumplan con su parte en esta gestión. Si la policía detiene un sospechoso y a las pocas horas queda libre, se cristaliza la impunidad en los barrios y se corroe la convivencia democrática", expresó el ministro.

En la Escuela de Policías Juan Vucetich, y luego de entregar diversas distinciones a los agentes que se destacaron por su labor en 2023, el gobernador bonaerense se refirió al cambio de ministro de seguridad y al de la cúpula policial, cuando señaló que "la etapa que viene es de continuidad y de profundización e institucionalización de las transformaciones realizadas". Dijo que "esta policía ya no improvisa ni ataja problemas, ya que el principio que rige es aquel que remite a sus mejores prácticas: la planificación integral del accionar policial".

"Lo que antes era descordinación, falta de inteligencia y falta de planificación, se convirtió en un camino de reconstrucción. Avanzaremos con pasos firmes y ningún obstáculo será suficiente para frenarnos", dijo el gobernador. Subrayó que en tiempos de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri gobernó "una fuerza política acostumbrada a hablar de la seguridad como una de sus prioridades" pero lo que ocurrió fue "un guadañazo que le quitó casi un 30 por ciento de salario a los y las policías". "Ajustaron todos los salarios públicos, pero se ensañaron con el salario de los agentes policiales. No es campaña, porque ya pasó y los bonaerenses votaron cuatro años más de este gobierno, es la verdad que se expresa en los recibos salariales de los efectivos", remarcó Kicillof.

También dijo que Sergio Berni, senador provincial y flamante rector de la escuela Vucetich, "quedará en los anales de la historia" de la policía bonaerense, ya que "la recibió destruida y luego la puso en marcha". Recordó que el parque automotor se encontraba destruido en su mayoría, obsoleto y deteriorado, lo que convertía a los patrulleros en un depósito de chatarra. Dijo que el armamento se encontraba en mal estado, que los chalecos antibalas estaban vencidos y que no había prácticas ni de tiro ni de manejo, sumado a que, entre 2015 y 2019, la policía perdió más de 5 mil efectivos. "Todo ese abandono, esa desidia y ese doble discurso, que hablaba de valorar la seguridad y por otro lado la despreciaba con pérdidas en todos los frentes, redundó en un deterioro del prestigio de la fuerza policial", encuadró el gobernador, que resaltó el trabajo de su equipo al indicar que la procuración de la provincia de Buenos Aires mostró mejoras en los índices de homicidios.

Al asumir, Kicillof y Berni plantearon para la policía bonaerense un "camino de profunda transformación" basado en tres ejes: la recuperación del prestigio, la eficacia y la confianza del pueblo. Mediante un cambio rotundo en la formación, centrada en la cercanía con los habitantes y los modos de relacionarse con la sociedad, la provincia de Buenos Aires creó las Fuerzas Barriales de Aproximación (FBA), un cuerpo que pertenece a la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) y que opera en 16 bases creadas en el conurbano, con casi 8 mil efectivos "preparados, equipados y concientizados de cual era el nuevo enfoque y la nueva tarea", según Kicillof.

"Fue un cambio copernicano en el abordaje de la cuestión de la inseguridad en los barrios más desprotegidos, que recuerda las prácticas más queridas por nuestra provincia, con contacto y cercanía. Es una formación moderna y con una inversión sin precedente.", explicó el gobernador, tras recordar que en 2019 la UTOI tenía 636 efectivos, y hoy tiene 7943. También señaló que, cuando asumió su primer mandato, había barrios donde no entraba la policía, la educación y la salud, y aseguró que a partir de las instalación de las bases de las FBA, "volvió el Estado a abrazar a los vecinos".

A través de esta nueva forma de intervenir en el territorio, se enfocó el abordaje según la fisonomía de cada delito, las características del terreno y las condiciones socioeconómicas y demográficas en las que se desarrollan. La provincia de Buenos Aires es la más grande del país, tiene 300 mil kilómetros cuadrados y en ella viven 17 millones de personas, lo que genera que la naturaleza del delito no sea homogénea, ya que existen ámbitos urbanos, sectores medios, vulnerables, carenciados y ámbitos rurales.

Por ese motivo, el Estado bonaerense creó el Cuerpo de la Policía Rural, que atiende las particularidades concretas que tiene el delito en zonas campestres. El ministerio de Seguridad creó una escuela especial para la formación rural, con un nuevo método para buscar a los agentes, ya que "necesitábamos verdaderos vaqueanos", según Kicillof. El reclutamiento fue un trabajo conjunto con las organizaciones de los municipios, para que los 3667 agentes rurales se queden en el territorio. A ellos se les entregaron motos y equipamiento específico, ya que generalmente se desenvuelven en zonas anegadas que impiden un correcto desplazamiento. 

Además, se entregaron 470 camionetas 4x4 y se adquirieron 10 dones de largo alcance, de alta autonomía y de última tecnología, que realizan funciones vinculadas a la prevención y al combate de delitos rurales. Éstos artefactos cuentan con bases móviles que permiten desplegar la fuerza donde sea necesario, y los agentes que los manejan fueron especialmente capacitados. La provincia, además, logró modificar la reglamentación nacional para permitir una operación adecuada en el territorio, y destinó 20 mil millones de pesos entre los 135 municipios mediante el fondo municipal de Fortalecimiento de la seguridad, para que cada intendente lo ejecutara en lo que lo creyera necesario. 

 Alonso, que fue el número dos de Berni durante la última gestión, subrayó que "sólo los policías saben lo complicado que era cuidar a los bonaerenses con las condiciones críticas en las que se encontraban". Dijo que "gracias a la decisión de Kicillof y Berni", las fuerzas bonaerenses cuentan con un sistema de innovación tecnológica que permite llegar antes a cualquier pedido de auxilio, y que la enseñanza de la universidad policial permite incrementar el profesionalismo. "Nuestra policía está activa, está de pie, y actúa cuando los vecinos están bajo amenaza. Todo eso es posible porque recuperamos la doctrina, la disciplina, el mando y el comando", explicó Alonso, que también reconoció la labor del Jefe de policía saliente, Daniel García, "que debe ser una inspiración para las nuevas fuerzas", según el titular de Seguridad, que finalizó su discurso exigiéndole "orden, subordinación y valor" a los oficiales presentes.