A casi 10 años del trágico accidente que sufrió el múltiple campeón del mundo de la Fórmula 1 Michael Schumacher el 29 de diciembre en la Estación de Esquí de Méribel, en los Alpes franceses, su estado de salud continúa siendo una incógnita.

La familia del piloto, encabezada por su esposa Corinna y su portavoz Sabine Khem, llevan dos años sin pronunciarse ni emitir declaración alguna después de las que realizaron para el documental oficial del ex piloto de Ferrari. Willi Weber, uno de los que supo estar más cerca del alemán durante su carrera profesional, se pronunció en una entrevista con el periódico Express.

“Cuando pienso en Michael ahora, lamentablemente ya no tengo ninguna esperanza de volver a verlo. No hay noticias positivas después de diez años”, consideró su ex representante, quien en 2021 reveló que tuvo un cortocircuito con la esposa de Schumacher. 

“Sin llamadas telefónicas, sin cartas. En este día de dolor abrumador, sé que ella me ha borrado de su vida. ¿Por qué no se me permite visitar a Michael? ¿Por qué me castigan?", se preguntaba hace dos años atrás, y explicaba que el único error que cometió fue no ir al hospital de inmediato al enterarse del accidente del alemán.

“Vi a la multitud y pensé que no tenía que hacer fila ahora. ¡Estuvo mal! Debería haber ido de inmediato”. Weber también había confesado estar arrepentido de aquella decisión y aseguró: “Me sentía miserable, sufrí como un perro”.

Sobre ese “error” volvió a referirse en la reciente entrevista: “Por supuesto que lo lamento mucho y me culpo a mí mismo. Debería haber visitado a Michael en el hospital. Lloré como un perro después de su accidente. Me golpeó increíblemente fuerte. Por supuesto también el hecho de que Corinna ya no permitía ningún contacto. Pero en algún momento llegó el momento en que tuve que liberarme de Michael y dejarlo ir”, reconoció el ex representante de 81 años.

Ese momento se produjo con la publicación del libro Gasolina en la Sangre: “Eso es cierto. No fue fácil enfrentarme a eso nuevamente. Pero quería hacerlo. El libro debería ser una última línea para mí”.

Su vínculo con el heptacampeón del mundo era muy fuerte: “Incluso tres o cuatro años después, la gente que me reconocía seguía preguntándome: ‘¿Eres el ex manager de Schumacher?. ¿Cómo está Michael?’ Entonces dejé de intentar explicar y pensé: ‘¿Por qué nadie pregunta cómo estoy?’ Para mí estaba claro: ‘bueno, ahora se acabó. Esta mierda tiene que salir de mi cabeza’”.

Finalmente, también aprovechó para hablar de Mick Schumacher y su reciente salida de la Fórmula 1: “Si hubiera estado al lado de Mick, el jefe del equipo Haas (Günther Steiner) no habría jugado un papel tan malo con él y Mick habría tenido una segunda oportunidad en otro lugar”.

Ahora, el joven de 24 años hará su presentación en el Mundial de Resistencia en donde correrá por primera vez en Le Mans: “El niño tiene que adaptarse como lo hizo su padre en aquel entonces. Este no es un auto de fórmula. No puedes tirarlo a la curva como un Fórmula 3, que Michael conducía con precisión como un reloj suizo. Allí aprendió mucho para el futuro. También le deseo lo mismo a Mick”.