Luego del debut del renovado protocolo "antipiquetes", la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró la puesta en escena del megaoperativo desplegado en la Ciudad de Buenos Aires por las cinco fuerzas federales y la Policía de la Ciudad para cercar la movilización convocada por la Unidad Piquetera y partidos del Frente de Izquierda a la Plaza de Mayo. Bullrich habló del inicio de una nueva etapa y redobló las amenazas al señalar que se están "elaborando una lista de personas, organizaciones, vehículos y beneficiarios de planes sociales, en base a cientos de imágenes" para denunciarlas por posibles ilícitos o contravenciones ante el Poder Judicial.
Desde el edificio de la Policía Federal, donde el presidente Javier Milei se hizo presente para seguir el operativo "antipiquetes", Bullrich confundió la movilización convocada por las organizaciones y partidos de izquierda para conmemorar el aniversario de la represión del 19 y 20 de diciembre con una movilización por reclamos de ayuda social. En ese marco, la ministra evaluó el éxito de su protocolo con cifras de fuente propia: "Es evidente que la mayoría de la gente hoy decidió no concurrir al corte de calles o piquete que estaba previsto, porque la media que solemos tener es de 50 mil personas y hoy ha sido inferior".
Bullrich celebró como "un paso importante" el plan de atemorización bajo la consigna "si cortás, no cobrás", que se difundió en cartelería y parlantes de las estaciones de trenes, y en la aplicación Mi Argentina. "Se terminaron los punteros dueños de los planes, no deben responder a ninguno de ellos, porque la gente es libre", dijo Bullrich y aseguró que se recibieron en la Línea 134, unas 10 mil denuncias contra dirigentes sociales por extorsiones para ir a las movilizaciones; y prometió que serían presentadas ante el Poder Judicial.
"Se terminó el vale todo, es el inicio de una nueva etapa", insistió la ministra y consideró que en el gobierno anterior se había llevado a las fuerzas de seguridad a "una pasividad" ante "la violación de la ley". "Hoy hubo una actuación activa para terminar con al violacion de la ley", señaló Bullrich, a pesar de que el corte de calles no es un delito y que lo que se ponía en riesgo esta tarde era el derecho a la protesta, como denunciaron organismos de derechos humanos y sindicatos gremiales.
En ese tono, Bullrich sostuvo que la actuación de las fuerzas federales fue "correcta" y dentro del protocolo de actuación con "mínimo uso de la fuerza"; y hasta destacó que "el único herido fue un efectivo de la Policía de la Ciudad", sin hablar de las personas que quedaron detenidas durante la marcha.
La ministra también destacó el megaoperativo desplegado en los acceso a la Ciudad de Buenos Aires, que junto a la CNRT, implicó requisas a más de 700 colectivos, de los cuales solo uno fue decomisado por no tener permiso para transporte personas. Esa operativo fue analizado a su manera por Bullrich: "Los manifestantes no transportaron piedras, ni palos ni estuvieron encapuchados, no vinieron en colectivos, porque sabían que iban a ser intervenidos".
"Hoy hubo libre circulación en todo el país. Esto es algo que no veíamos hace muchos años, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en muchas ciudaddes del país y también en un puente emblemático, que siempre es cortado, y que se liberó muy temprano que es el puente que une las ciudades de Cipoletti con Neuquén. Hoy no se cortó la 9 de Julio, hoy no se cortó el Puente Puyerredón, el Metrobus, accesos ni rutas, la gente pudo ir y volver con total y absoluta tranquilidad", sobredimensionó el resultado del megaoperativo la ministra en el día que se conmemoraba la represión, con 39 muertos y 500 heridos, desplegada en 2001 por el gobierno de Fernando De La Rúa, que ella integraba.