El proyecto de ley ómnibus que el gobierno envió el miércoles al Congreso contempla numerosas reformas económicas entre las que se incluyen un blanqueo de capitales, la regularización de deudas impositivas, modificaciones a la ley de Bienes Personales y la habilitación a incrementar la deuda sin autorización del Congreso. El economista de la Universidad Nacional de General Sarmiento Martín Mangas, el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado y el ex secretario de Comercio Roberto Feletti analizaron aspectos clave de la norma.

Mangas, especialista en temas presupuestarios y fiscales, aseguró a PáginaI12 que “algunas de las medidas van a tener cierto nivel de acuerdo en el Congreso porque había incluso iniciativas parecidas impulsadas por el gobierno anterior. Me refiero, por ejemplo, al blanqueo de capitales y la regularización de deudas impositivas y aduaneras. En esos casos, puede haber algunos cambios, pero creo que van a ser aprobadas”.

El economista cuestionó la rebaja que se propone en la alícuota del impuesto a los Bienes Personales. “Proponen una rebaja progresiva para terminar pagando en 2027 una alícuota plana de 0,5 por ciento para los bienes que excedan determinado monto y eliminan también las alícuotas incrementadas para los que tienen activos en el exterior. Modificar este impuesto a la baja es muy negativo. La demostración empírica a nivel global muestra que todas esas reformas terminan derivando en más renta para los beneficiados, más privilegios para los que tienen altos patrimonios y nula traslación al ahorro, a la inversión y al crecimiento de la actividad económica”, aseguró.

-El proyecto de ley ofrece también la posibilidad de tributar por adelantado el impuesto a los Bienes Personales correspondiente a los períodos fiscales 2023 a 2027 en forma unificada garantizando, a cambio, estabilidad fiscal hasta 2038 en términos de impuestos patrimoniales. ¿Las promesas de estabilidad fiscal son un incentivo suficiente para realizar ese pago por adelantado? –le preguntó este diario.

--Según los últimos datos disponibles de AFIP, correspondientes a 2020, el 60 por ciento de la recaudación del impuesto de Bienes Personales lo aportan 13 mil personas. Cuando fue el blanqueo que impulsó Mauricio Macri en 2016 se exteriorizaron 116 mil millones de dólares. Ahí también se les garantiza estabilidad por 5 años, pero en 2019 el gobierno de Alberto Fernández aumentó las alícuotas. La estabilidad fiscal la garantizaba una ley y se modificó con otra ley. No sé cuántos contribuyentes de ese grupo que está en el vértice de la pirámide puede verse tentado con este beneficio. -respondió Mangas.

--Más allá de la promesa de estabilidad fiscal, el principal incentivo es que quien paga por adelantado el impuesto se asegura pagar la tasa que está vigente ahora.

--Hay un principio de cualquier impuesto que es la irretroactividad. Si uno anticipa el pago de 5 años va a pagar la tasa que dice la ley y si otra ley en el futuro sube la tasa va a ser de ahí para adelante. Ese podría ser un incentivo, pero garantizar estabilidad de 2027 a 2038 eso ya es muy poco probable porque si en 2028 hay un gobierno de otra orientación y quiere cobrarles una tasa mayor, lo va a poder hacer.

--El proyecto también propone derogar el artículo 1 de la Ley de Fortalecimiento de la deuda pública 27.612 que obliga al Poder Ejecutivo a contar con la autorización del Congreso para incrementar el endeudamiento externo.

--Eso me parece muy descabellado porque contraviene un artículo de la Constitución Nacional que dice que las deudas las arregla el Congreso de la Nación. Es cierto que en infinidad de oportunidades fue el Ejecutivo el que tomó deuda y el Congreso intervino poco, pero en 2021 el Congreso aprobó la ley de Fortalecimiento de Estabilidad de la Deuda que en su artículo 1 dice que para incrementar la deuda se requiere la autorización expresa del Congreso. Una nueva ley puede modificar eso, pero el Congreso quedaría muy desguarnecido y le deja al Ejecutivo un margen de discrecionalidad demasiado importante. –agregó Mangas.

El ex secretario de Comercio Interior Roberto Feletti analizó también las medidas económicas presentes en el Decreto 70/2023 y en el proyecto de Ley de "Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos. "Puede ser que, en el otoño, allá por abril o mayo, siempre y cuando acumulen reservas en el Banco Central, con liquidación de cosechas sin sequía, ahorro de divisas por la energía y levantamiento de la producción, se llegue a un proceso de equilibrio externo y fiscal sobre un esquema de pauperización popular inédito", auguró en declaraciones a El Destape Radio.

El economista calificó las reformas como un "proceso de reestructuración bestial de la Argentina en contra de los trabajadores en general", al aducir que la actual administración apunta a "licuar salarios, jubilaciones; alterar la economía informal; privatizar las empresas públicas; y desmontar todas las regulaciones protectivas".

Por último, Feletti afirmó que "en la región este experimento no está porque los modelos son de nacionalismo económico, de estatización de empresas, no de privatización", tras lo cual añadió que "esto va a dejar a los argentinos sin comer debido a que todo se va a pagar a precio internacional".

"La estabilización hacia el otoño va a ser con una caída en la dieta de los argentinos y le va a quitar los dos bienes que los argentinos más o menos pudieron resolver durante mucho tiempo, que es alimentos y energía; va a haber tarifazo y ya hay una escalada de precios incontrolable", concluyó.

Por último, el ex titular del Banco Central Martín Redrado puso en duda la efectividad de las medidas anunciadas. “La primera preocupación pasa por tener en marcha un programa de estabilización y crecimiento: que baje la tasa de inflación y permita ver una mejora en los argentinos, que el ordenamiento de las cuentas públicas no sea un fin, sino un medio para alcanzar el objetivo”, consideró.

Según el economista, “a la Ley Ómnibus le falta un horizonte claro para plantear el crecimiento y el desarrollo”. Y puntualizó que “sobre el sector privado los sectores productivos tienen como principal preocupación la deuda que tienen con el exterior. Hay 25 mil millones de dólares que no se han pagado y no permite la restitución de la cadena de producción”.

“Me hubiera focalizado en 7 leyes: 3 para estabilizar la economía, y otras 4 para el crecimiento económico para poder discutirlas en el Congreso. No está claro el rumbo. Hubo dispersión de esfuerzos. El que mucho abarca poco aprieta”, aseguró.

A su vez, precisó que “no se ve dónde están los motores del crecimiento económico”. “Me gustaría focalizarme en los motores del crecimiento para traer dólares y cómo generar empleo genuino en el país”, expresó. “Me preocupa la implementación del DNU porque se necesitan equipos. Veo muchas áreas que no han sido cubiertas en el sector público”, resumió.