El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, reconoció ayer que fracasó en alcanzar el objetivo de inflación de 2017. Aseguró en conferencia de prensa que enfrenta una brecha de credibilidad ante la sociedad y que reforzará su estrategia de política monetaria para cumplir la meta de 2018. La entidad sigue insistiendo que los precios de un país productor de materias primas y ce desarrollo medio como la Argentina pueden controlarse con las mismas recetas que aplican las economías del primer mundo. El organismo no retrocedió un centímetro en su idea de mantener tasas de interés elevadas para contener el proceso inflacionario, pese a que economistas de distintas corrientes le advierten sobre la necesidad de avanzar en un programa integral contra los precios. 

“Tenemos un gap de credibilidad. La gran persistencia de la inflación núcleo nos está costando”, dijo Sturzenegger. El funcionario dio una conferencia de prensa en la que presentó el informe trimestral de Política Monetaria en donde se plantean las perspectivas del organismo respecto de la evolución de las variables económicas claves del mercado interno. 

El Central, pese al fracaso para frenar la inflación, celebró el rebote de la actividad económica en el mercado interno y estimó que la producción superó el nivel de hace dos años “La expansión de los últimos meses, a un ritmo del 4 por ciento anualizado, permitió que el Producto superara el máximo de 2015 en el tercer trimestre de este año”, indicó el organismo. Planteó que “la nueva configuración económica, junto con las acciones tendientes a fortalecer la estabilidad macroeconómica, condujeron a una reducción del costo del capital y extendieron el horizonte de planificación de empresas y familias. La fase actual de crecimiento permitirá quebrar seis años de estancamiento”.

El optimismo de la autoridad monetaria respecto del crecimiento y el equilibrio de la macroeconomía no coinciden con las advertencias de analistas del mercado. Entre las principales estimaciones de la city se destaca que este año la economía cerrará con la séptima inflación más elevada del mundo. Los precios subiendo a un ritmo del 1,9 por ciento mensual siguen siendo muy elevados respecto de lo que se registra en la mayoría de los países de la región. En Bolivia se anotó un alza de la inflación del 0,4 por ciento, en México del 0,3 por ciento, en Uruguay del 0,2 y en Perú del 0,05. A su vez, se anotó una baja del 0,2 por ciento en Chile y del 0,15 por ciento en Ecuador. 

Otro desequilibrio que registraron en la city es el déficit fiscal. Este año se anotará un rojo de las cuentas públicas por una cifra equivalente a 25 mil millones de dólares, según las principales consultoras locales e internacionales. Las cuentas externas son un tercer elemento de distorsión, que siembra dudas respecto de la posibilidad de sostener el rebote económico en el mediano y largo plazo. El déficit comercial (por mayores importaciones que exportaciones) ya suma 700 millones de dólares por mes y se estima que el rojo superará los 6 mil millones de dólares este año. La fuga de capitales por el ahorro de divisas es otro factor que suma presiones a las cuentas externas, con pérdidas que este año alcanzarán los 12 mil millones de dólares.

En lo que refiere al dólar, cerró ayer a 17,66 pesos, con una baja de 1 centavo. La bolsa porteña registró una caída del 1,5 por ciento. Las reservas internacionales se ubicaron en 52.452 millones de dólares, con una baja de 140 millones.