Los habitantes de Mendoza fueron sorprendidos en la madrugada de este jueves por un sismo de 3.9 grados de magnitud en la escala Ritcher, considerado de intensidad débil por sus consecuencias, de acuerdo con el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres).

La ciudad de San Martín y la capital mendocina fueron las más afectadas por este fenómeno, que provocó temblores entre las 2:30 y las 5:30 de la noche. Su epicentro ubicó a 38 kilómetros al noroeste de San Martín. Además, el sismo se sintió en la provincia vecina de San Juan.

En la escala de intensidades, el nivel 3 (de intensidad débil) implica que el sismo sea percibido "por algunas personas en reposo".

Detalles del sismo que se sintió esta noche en Mendoza. (Imagen: captura de pantalla Inpres)


Qué diferencia hay entre sismo, temblor y terremoto

Según el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), "un sismo o terremoto es un movimiento brusco de la tierra, causado por la liberación repentina de energía dentro de la misma tierra".

En tanto, el INPRES define que "el término temblor es utilizado cotidianamente para calificar los sismos de regular intensidad, que generalmente tienen una magnitud menor a 6, y que no causan grandes daños".

En tanto, "la palabra terremoto para los sismos de gran intensidad, y de mayor magnitud, que conllevan efectos destructivos de construcciones realizadas por el hombre y/o pérdidas de vidas humanas".

Es decir, los sismos pueden tener distintos niveles de intensidad, desde movimientos imperceptibles hasta sismos potencialmente destructivos.

Los más fuertes son los que se detectan porque algo se mueve y pueden generar daños. En este caso, se pone en riesgo "la integridad física, la seguridad de todos los habitantes"- según el SINAGIR- y pueden "repercutir generando daños en las viviendas y edificios, derrumbes de puentes, rompimiento de vidrios, entre otros".

El impacto o nivel de daños que un sismo puede llegar a provocar en un lugar determinado, no depende exclusivamente de lo potente que sea el movimiento, sino también de la competencia sísmica con que las edificaciones hayan sido diseñadas y construidas.

De este modo, reducir la vulnerabilidad de las construcciones en las zonas sísmicamente más activas, puede mitigar sustancialmente las consecuencias esperables de un terremoto severo.

Por qué ocurren los movimientos de tierra

De acuerdo al INPRES, existe un constante movimiento entre las placas tectónicas que "produce fricciones y deformaciones que acumulan enormes esfuerzos, cuando esa energía supera el límite elástico de las rocas se produce la fractura de estas en forma súbita y violenta".

Esta liberación brusca de energía se manifiesta principalmente de dos maneras: una, en forma de calor debido a la fuerte fricción entre las masas rocosas, y otra forma es mediante ondas sísmicas que se propagan por el interior de la Tierra y se perciben como una vibración. Esa fractura inicial es lo que se denomina terremoto o sismo.

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