El domingo 14 de enero, dos hombres entraron al mar en un kayak, en la ciudad de Pinamar, pero nunca regresaron. Se trata de Ramón Román, de 56 años, y Gabriel Raimann, de 38 años, dos amigos que emprendieron una excursión de pescar y ver el amanecer. Desde el lunes están siendo intensamente buscados.

Román, oriundo de Pinamar, y Raimann, de Misiones, se habían conocido hace poco tiempo pero se consideraban grandes amigos. Según publicaron medios locales, el misionero se encontraba en la ciudad haciendo trabajos de construcción en un edificio en el que Román trabajaba como encargado. 

En muy poco tiempo Gabriel se hizo un compañero de confianza de mi papá. Él es de Misiones, vino a trabajar a Pinamar. Es muy bueno y amable. Y mi viejo le estaba dando una mano”, contó Lucas, hijo de Román.

Los amigos, detalló el joven, no tenían experiencia en pesca marítima. “Mi viejo es un entusiasta de la pesca y demás. Si bien tenía kayak, no era tan experimentado. Tanto él como el compañero son inexpertos, pero se mandaron igual”, dijo en diálogo con Telefé

Raimann tampoco tenía conocimientos de navegación, aseguró Gerardo, su sobrino, que a fines del año pasado lo había acompañado a Pinamar a hacer trabajos en el sector de la construcción. De acuerdo al relato que compartió con Infobae, ambos regresaron a sus hogares el 1 de diciembre, para pasar las fiestas, pero la segunda semana de enero Gabriel emprendió la vuelta a Pinamar para conseguir nuevamente trabajo.

“Me dijo que él iba primero e iba a ver algún lugar para quedarse”, indicó este martes Gerardo, quien se comunicó por última vez con su tío el sábado a la noche, horas antes de la desaparición.  “Me contó que al otro día se iban a pescar al mar”, precisó el joven, que describió a Gabriel -padre de cinco hijos -como una persona “alegre y chistosa” a  la que "nunca veías triste". 

Mar adentro

Román y Raimann se embarcaron cerca de las 7.30 de la mañana del domingo para pescar mar adentro a bordo de un kayak color naranja. Ambos ingresaron al mar desde la bajada náutica de Valeria del Mar, donde dejaron estacionada la camioneta Toyota Hiliux negra en la que se trasladaban, pero nunca salieron. 

Ese domingo fue un día complicado en relación al clima, ya que hubo alerta por vientos de 40 a 60 kilómetros por hora y ráfagas de 55 a 70 kilómetros por hora del sector oeste rotando al sur a partir del mediodía. Por ese motivo, las autoridades locales desaconsejaban navegar o realizar actividades náuticas.

Consultado por las condiciones meteorológicas al momento de que su padre y Gabriel ingresaron al mar, Lucas aseguró que en la mañana  “estaba bien para entrar”. 

Sin embargo, "después sopló viento tierra, que hace que te lleve adentro del mar, y luego sopló viento desde el sur, que te impulsa para el norte. Así que está la teoría que pueden estar por el Partido de la Costa, más por el lado de San Clemente del Tuyú”, señaló el joven, que en las últimas horas tuvo la posibilidad de hablar con un pescador que vio el momento en el que Ramón y Gabriel se embarcaban mar adentro.

“Hablé con un testigo que me dijo que cuando ellos entraron al mar, anclaron a 500 metros de este pescador. Cuando él vio que la marea se los estaba llevando aguas adentro, salió, avisó a la Prefectura y le dijeron que antes de actuar tiene que ir un familiar a hacer la denuncia”, explicó.

“Estamos todos locos. Mi viejo está en el medio del mar y tengo que dar un aviso para que ellos recién actúen. Es algo ilógico. Son dos vidas. Tengo una impotencia y una bronca por no haber actuado. Estuvo la posibilidad de haberlos sacado”, se quejó el joven.  

En estas horas, la Policía Bonaerense encabeza una búsqueda por tierra con cuatriciclos, drones y personal a pie, mientras que efectivos de Prefectura Naval intentan localizar a los amigos en el mar con helicópteros, embarcaciones y motos de agua.

Los familiares, en tanto, movilizan sus recursos para intentar dar con el paradero de los hombres: dos hermanas de Gabriel salieron este martes en automóvil desde Misiones hacia la ciudad de Pinamar y un hermano de Lucas alquiló una avioneta para realizar una búsqueda desde el aire.