El entrenador de San Lorenzo, Rubén Insúa, apura el mercado de pases e intensifica la búsqueda de "jugadores de ataque", luego de la derrota del último lunes ante Gimnasia La Plata, en el primer partido amistoso del año para el conjunto de Boedo.

San Lorenzo ya incorporó a los defensores colombianos Jhohan Romaña y Nicolás Hernández, al mediocampista Eric Remedi y al delantero Cristian Tarragona, además de comprar el pase del arquero Facundo Altamirano y de renovar los contratos de los volantes Carlos Sánchez y Manuel Insaurralde.

Ante esto, el objetivo pasa por sumar futbolistas en la parte ofensiva: Sebastián Blanco llegaría al finalizar la semana, mientras que otras dos negociaciones que son claves para el entrenador, los arribos de Cristian Ferreira y Matías Reali, todavía no pudieron cerrarse.

Otros nombres que podrían convertirse en refuerzos del Ciclón son los extremos Alexis Cuello y Matías Cavalleri, y el atacante Leandro Díaz, cuyo pase pertenece a Lanús.

Además de la ausencia de variantes de la mitad de cancha hacia adelante, Insúa sumó una nueva preocupación: la posible venta del marcador central Gastón Hernández al Olympiacos de Grecia.

Si bien el elenco griego se encontraba en los números pretendidos por San Lorenzo, luego de realizar una serie de ofertas, el técnico le hizo saber a la dirigencia que no quiere perder al zaguero de cara a la Copa de la Liga, la Copa Libertadores y la Copa Argentina.

"Es un jugador importante y contamos con él para esta temporada", remarcó Insúa al respecto en la conferencia de prensa posterior a la derrota 1-0 ante el Lobo platense en Uruguay.