Francisco Sánchez, el elegido de la canciller Diana Mondino para hacerse cargo de la Secretaría de Culto, se mostró "arrepentido" por las críticas que dirigió en el pasado hacia el papa Francisco, aunque no hizo lo mismo respecto a las descalificaciones que dedicó al judaísmo y el islam.
Sánchez acumula en su haber una larga lista de declaraciones ofensivas: dijo que nunca había visto un Papa que “haya hecho tanto daño”, en referencia a Jorge Bergoglio; habló de “organizaciones nefastas” como “Amnistía Internacional” vinculadas al “sionismo internacional”; y se refirió a grupos que profesan el islam como “hordas islámicas”.
La elección del exdiputado para la Secretaría de Culto, conocido más allá de sus insultos a las religiones por pedir la pena de muerte para Cristina Fernández de Kirchner, por su postura antiderechos y por estar a favor del uso domiciliario de armas, fue rechazada por varios sectores. Este martes, en un intento por limpiar su nombre, Sánchez brindó entrevistas con medios afines al gobierno, en las que se mostró arrepentido sobre sus críticas al papa Francisco, intentando justificar el resto de sus expresiones con confusos argumentos.
"Me arrepiento y pido perdón"
"Sin dudas que me arrepiento de lo que señalé en relación al Santo Padre. Seguramente por la cuestión política, cruzada por la grieta que ha dominado la escena política en los últimos años, la designación de (Raúl Eugenio) Zaffaroni (en la Junta Académica Fundadora del Instituto para la investigación y promoción de los Derechos Sociales 'Fray Bartolomé de las Casas' de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales) fue interpretada por mí, y por otros, como algo negativo para la política argentina sin comprender, en mi caso, las implicancias que en realidad tiene cada acción del Santo Padre y el Vaticano", indicó.
"Parte de la ignorancia, las pasiones y cierta imprudencia me llevaron a cometer ese error. Me arrepiento y pido perdón", agregó, y continuó: "Como diputado nacional hice algunas manifestaciones que tenían que ver con un determinado contexto, con mi función y con un perfil que le imprimí a ese rol. Ahora he pasado a otra función, tengo la responsabilidad de representar al Gobierno en un área central como la Secretaría de Culto. Todo lo que haya dicho, ofendido a personas y dañado a terceros, quiero dejarlo atrás".
En esa entrevista, Sánchez también se comprometió a "trabajar para que el Santo Padre visite la Argentina, y se sienta cómodo en su país". La Argentina, remarcó, "es su patria, es el país que lo vio nacer, crecer y desarrollarse, es donde hizo sus proyectos, sus vinculaciones hasta que hace algo más de 10 años inició su Pontificado" y por eso su visita "es un orgullo no solo para todos los católicos sino para todo el pueblo argentino independientemente del credo, de la religión que profese cada uno".
También se refirió a sus expresiones sobre el pontífice. "Me siento obligado a llevar tranquilidad a quienes no me conocen y lo primero que se enteran de mí son manifestaciones que, en algunos casos, fueron sacadas de contexto. En otros casos son reales y fueron errores míos. Por ejemplo, lo que expresé sobre el Santo Padre fue un error. Me lo ha señalado mi propia familia y me arrepiento", sostuvo el exdiputado, al asegurar que hubo "otras expresiones que fueron sacadas de contexto y pareciera que el nuevo secretario de Culto es una persona con una visión negativa sobre otras religiones, cosa que no es así", se victimizó.
Sin disculpas para el islam y judaísmo
Respecto a sus dichos sobre el judaísmo y el islam, las explicaciones del exlegislador -que en el pasado habló de “organizaciones nefastas” como “Amnistía” vinculadas al “sionismo internacional” y mencionó a grupos que profesan el islam como “hordas islámicas”- no fueron tan claras, ni incluyeron un pedido de disculpas.
"Yo me referí a 'las hordas islámicas' como las personas que, invocando la fe, en este caso la islámica, utilizan la religión como una forma de accionar violentamente. Ha pasado a lo largo de la historia de la humanidad y con otras religiones. En este caso me referí a los sucesos en Palestina e Israel", señaló.
Con "hordas islámicas", amplió, "me referí a la conmemoración de la batalla de Lepanto e hice un paralelismo entre quienes en aquel momento utilizaron la religión y la fe islámica para atacar a sus oponentes, y la organización Terrorista Hamas, que empleó la violencia contra el Estado de Israel, utilizando la fe como bandera".
"A lo largo de la historia pasó lo mismo con otras religiones. En nombre del cristianismo también se utilizó la violencia para imponer una fe o una mirada sobre otras culturas. Me referí a las 'hordas islámicas' en ese contexto. De ninguna manera ofendí a esa religión ni a quienes la profesan", insistió.
Respecto a las "manifestaciones vinculadas a la comunidad judía, no he tenido ninguna", aseguró. "Nadie puede achacarme algo que no he dicho, con lo cual no tengo nada para arrepentirme sobre eso. Las personas pueden profesar su fe libremente, no tengo diferencias con las personas que sienten otra religión y creen en cosas distintas de las que yo creo. Las respeto como las he respetado toda la vida", expresó Sánchez.
En una de las entrevistas, el periodista le recordó que la comunidad judía le cuestiona no haber refutado en una entrevista con Delfina Wagner acusaciones contra el 'sionismo internacional'.
"Nunca tuve ninguna referencia negativa contra la comunidad judía, por lo cual no tendría por qué haber un malentendido. Se publicó un video, con algo que dice la periodista, pero de ninguna manera yo asentí lo que ella decía. Tenemos que dialogar y escucharnos", se limitó a responder el neuquino, sin decir que en esa entrevista con Wagner fue él quien mencionó al empresario George Soros, el exsecretario de Estado Henry Kissinger o la familia Rotschild --una histórica familia de origen judeoalemán, fundadora de bancos centenarios-- como "gente muy poderosa alrededor del mundo, tomando decisiones sobre la soberanía de los Estados y los derechos individuales", que es parte de una teoría conspiraníca antijudía.