Patricia Bullrich amenazó a la CGT con aplicar su protocolo represivo durante la movilización prevista para el próximo miércoles 24, y lo hizo con una grave advertencia: “Hay que dar pelea de vida o muerte”.

La singular expresión de la ministra de Seguridad fue acompañada de una serie de provocaciones que echan un manto de sospechas sobre cuáles serán sus intenciones para enfrentar lo que se prevé como una masiva marcha en repudio del DNU y la ley ómnibus de Javier Milei.

“Se van a encontrar con un gobierno que no va a ceder tan fácil”, amenazó y dejó claro que la intención es aplicar su mentado protocolo que castiga a quienes cortan una calle y ejercen el derecho de protesta garantizado por la Constitución Nacional.

Las amenazas de Bullrich

Esta mañana, Mario Manrique, diputado y dirigente del gremio SMATA (Mecánicos y Afines), adelantó que la movilización será tan masiva que “no van a alcanzar las veredas” para que la gente marche. “Naturalmente lo van a hacer por las calles”, dijo y aclaró que no fue una amenaza sino una percepción sobre la magnitud de la convocatoria.

Pese a los pronósticos de masividad debido a la alta adhesión de sindicatos y organizaciones que tendrá el paro general de ese día, Bullrich dejó claro que su ministerio "seguirá adelante con el protocolo para que el país viva en orden", porque "la calle no sea un desastre".

Luego disparó otra frase desafortunada: “Algunos están aportando al cambio que necesitamos y otros defendiendo intereses que se han ido creando a lo largo del tiempo. Las oligarquías defienden sus intereses. Hay que dar una pelea de vida o muerte".

En diálogo con radio Observador 107.9, la ministra insistió en que la “Argentina necesita orden económico y social en las calles para ser un país ordenado”, y sostuvo que por ello las organizaciones gremiales “Se van a encontrar con un gobierno que no va a ceder tan fácil".

Para Bullrich, el Gobierno está diseñando "una operación fuerte" y para ser exitosa necesita "que los diputados y senadores ayuden sacando las leyes" que el gobierno mandó a derogar y sancionar.

Luego se refirió al dudoso sistema de denuncias anónimas que el Gobierno puso en marcha para que supuestas víctimas denuncien aprietes gremiales a la línea telefónica 134. La ministra dijo que ese número está "colapsado" y afirmó que están "acumulando muchísima información de gente que dice que la obligan a hacer paro".