Cuando una deuda empieza a crecer, aturde. Casi ningún endeudado sabe exactamente cuánto debe, ni a qué tasa de interés le cobran su deuda: "Empecé a hacerlo porque me convenía, en compras chiquitas en el kiosko y en otras más importantes en el supermercado, y un día se me fue de las manos", explica Lucio, un clase media de 37 años. "Ahora no sé cuánto debo, menos de 200.000 pesos creo, pero tampoco se cuánto pagué. Tengo deudas en las dos tarjetas, un crédito de Anses que no me preocupa y también en Mercado Pago. Pero este último mes me propuse ordenarlas un poco, sobre todo la de las tarjetas, porque me avisaron que podía empeorar". 

Lucio forma parte del 54 por ciento de hogares argentinos que se encuentran endeudados. "No tengo idea enserio", responde Amanda, una empleada estatal de 45 años, cuando quiere contar cuánto terminó pagando después de que su hija le "reventara" la tarjeta de crédito comprando ropa y maquillaje, "esa deuda arrancó hace un año y la fui pagando como pude. Todos los meses algo. Si a mitad de mes cobraba una guita, también la metía en la tarjeta. Y cuando empecé a leer lo de la liberación de las tasas de interés con el DNU de Milei le di prioridad al 100 por ciento. Ajusté muchos gastos, mi pareja me bancó y puse todo mi sueldo de diciembre y casi todo el de enero para cancelarla definitivamente", explica a PáginaI12

Es que el Decreto de Necesidad y Urgencia que Javier Milei presentó a pocos días de asumir la presidencia de la Nación creó un ambiente muy desfavorable para un problema que ya existe y se va a profundizar: los hogares endeudados en el país. Amanda y Lucio creen que pueden, resignando gastos, terminar de pagar sus deudas. Patricia no: trabaja como empleada de casas particulares y hace varios años tiene deudas por todos lados, primero con la tarjeta de crédito, pero después con familiares y finalmente con conocidos del barrio, "lo necesitaba para pagar la luz y el gas, me lo cortaron muchos meses y tenía que pagar esa deuda. También mi hija se embarazó y la ayudo con los pañales y otros gastos. Ya no sé cuánto debo, pero todos los meses es más", explica en voz muy baja al teléfono. Están sus hijos dando vueltas en la casa.

De acuerdo al informe que realizó el Ministerio de Economía y la CEPAL durante el 2023, casi 1 de cada 4 del total de los hogares argentinos se encuentra en situación de alta vulnerabilidad financiera es decir, sus atrasos en los pagos de deudas comprometen una gran proporción de sus ingresos, y eso los hizo recurrir a diversas fuentes informales, que suelen tener un costo financiero mayor o redundar en formas de dependencia personal.

El interés castigo 

Entre los infinitos puntos que aborda y desregula el DNU hay un capítulo especial (el II) para las Ley de Tarjetas de Crédito sancionada en 1999 y modificada en varias ocasiones años posteriores. Entre los cambios que sí tienen un sentido de adaptación a las nuevas modalidades y tecnologías de la digitalización (como el de quitar la obligatoriedad de que las emisoras cuenten con un resumen físico de la Tarjeta en caso de que el cliente lo pida), se infiltran peligros para los clientes al desregular el mercado de tarjetas de crédito todo. 

Eliminan las sanciones a entidades que no cumplan con la obligación de informar o apliquen tasas de interés mayores a las establecidas por el Banco Central, también liberan a las emisoras de tarjetas de crédito para informar las bases de datos de antecedentes financieros personales de los clientes (estaba prohibido bajo la ley que regía hasta diciembre). 

Uno de los cambios más fuertes es la eliminación del tope para los intereses punitorios. El interés punitorio es aquel que se aplica cuando no se paga ni siquiera el mínimo de la tarjeta de crédito. Lo determina cada banco y, hasta diciembre, no podía superar en 50 por ciento a la tasa de interés compensatorio o de refinanciación, aquel que rige siempre que el cliente haya realizado el pago mínimo y se encuentra regulado por el BCRA para operaciones menores a 200.000 pesos. Hasta diciembre, era de entre 2,5 y 4 por ciento mensual más comisiones. Hasta diciembre, Amanda, Lucio y Patricia tenían una garantía para aquellos meses que no llegaban a pagar ni siquiera el mínimo de la tarjeta. 

Desde que rige el decreto, ese tope ya no existe y, como los bancos no tienen la obligación de informar previamente la tasa de interés punitoria, el o la deudora se enterará con el resumen de la tarjeta vencida. Tampoco rige la cláusula que impedía a los emisores de la tarjeta cobrar un monto fijo por los atrasos en los resúmenes. Por eso Amanda resignó el viaje de egresados de su hija, sus vacaciones y gastos "hormiga", para saldar las deudas de sus tarjetas antes de que rigiera el DNU. Por eso Lucio intenta ordenar sus cuentas. Patricia no sabe cuánto debe, y dice que cada mes debe más.

De acuerdo con la CEPAL, no todo el crédito solicitado es formal (es decir, bancario o mismo solicitado a algún organismo estatal como Anses o AFIP). En efecto, un tercio de los hogares endeudados argentinos solicitó únicamente créditos informales (a familiares, amigos, prestamistas). "En los hogares de menores ingresos se reporta mayor dependencia del crédito informal", asegura el informe.

"El aumento o la desregulación de las tasa de interés impacta en el aumento de todos los intereses del sistema, el formal y el informal”, asegura el diputado y ex Ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo, que alerta sobre la centralidad del endeudamiento de los hogares como una de las mayores problemáticas sociales del país. "Mucha gente, al no llegar a fin de mes, se endeuda. Empieza pagando el monto mínimo de la tarjeta, y ya la refinanciación tiene un 250 por ciento de interés anual. Después acude a la financiera de la esquina, o al que vende droga, y termina tomando crédito al 400 o al 500 por ciento de interés anual. El siguiente mes ya lo arranca debiendo dinero, lo cual trae como consecuencia que se endeude aún más. Considero que, si no resolvemos este problema, la situación social no va a mejorar", explica a PáginaI12.

Un click, un crédito

“Hoy la gente se endeuda clickeando con el celular. Gran parte de las camisetas de fútbol del conurbano están auspiciadas por financieras”, continúa Arroyo. Perdido entre los 366 artículos del DNU, en el capítulo sobre la Ley de Contrato de Trabajo, hay un artículo que profundiza esta situación (el 72), y es el que habilita a los trabajadores en relación de dependencia a optar por cobrar su salario a través de las billeteras digitales, una prohibición que existía hasta el momento. Volviendo al capítulo de la tarjeta de crédito, también el DNU amplió la entidad del emisor: a partir de su regimiento, cualquier entidad puede emitir Tarjetas de crédito (antes tenían que ser financiera, comercial o bancarias).

"El sistema de tasas altas desreguladas y la puerta abierta a nuevos jugadores formaliza lo peor de la informalidad", explica a este diario el doctor en Sociología y decano de la escuela IDAES de la UNSAM Ariel Wilkis, desde donde realizó innumerables publicaciones estudiando el fenómeno del endeudamiento de las familias. "El crédito que antes iban las familias a buscar al prestamista, ahora lo buscan en las Fintech que te cobran lo que quieren. Alguien te dirá que por lo menos se formalizó, y no corren el riesgo de que les baleen la casa por no pagar". 

El clima que se generó con la vigencia del DNU aún no tuvo efectos en los bolsillos de los hogares endeudados, pero los especialistas en el tema coinciden en que la situación "solo puede empeorar". "Es que el Estado se retira, los salarios están licuados y la gente tiene que comer y pagar deudas. Para eso, se endeuda más y ante la desesperación lo pueden hacer a tasas usureras", asegura Arroyo. Wilkis complementa: "En este escenario, la frase se resignifica: donde hay una necesidad nace una deuda”.