EL MAPA EN DIPUTADOS NO SE ALTERARÍA

Con cambios moderados

La elección nacional de hoy definirá la nueva composición política del Congreso a partir del 10 de diciembre. De repetirse a grandes rasgos los resultados de las primarias de agosto, la Cámara de Diputados (que renueva la mitad de sus miembros, 127 legisladores) no sufriría alteraciones sustanciales en el actual tablero parlamentario aunque modificaría la representación de los bloques que la integran. Cambiemos alcanzaría mas diputados pero sin quórum propio; el Frente para la Victoria-PJ, aumentaría su representación y sería la principal bancada opositora al macrismo; los opositores “dialoguistas” del massismo y el peronismo disidente perderían bancas; Progresistas se desintegraría y el FIT quedaría reducido a una pequeña expresión legislativa.    

Según las PASO, el interbloque del oficialismo sumaría cerca de 20 diputados, con mayoría macrista relegando a sus socios de la UCR y la minoritaria CC. Superaría los cien (podrían ser 104) consolidándose como primera minoría, aun lejos de quórum propio (127) pero necesitará de menos “aliados” para alcanzarlo. Cambiemos, recibiría su mayor aporte de la provincia de Buenos Aires: allí, de las 35 bancas en juego, se alzaría con 14, once más de las apenas tres que arriesga, incluidas las que obtuvo en la boleta massista en 2013 y las dos que correspondían al radicalismo. En la Ciudad de Buenos Aires, el triunfo oficialista alcanzaría 8 bancas, una más de las 7 que ponen en juego los ahora unificados PRO y CC. Pero sumaría un aliado más si Martín Lousteau y la radical Carla Carrizo (que renovaría la propia) ingresan por Evolución.

Lo mismo que en la elección porteña, en Córdoba Cambiemos alcanzaría 5 bancas, una mas de las 4 propias que terminan su mandato. En Santa Fe, en cambio, obtendría 4 diputados, uno menos de los 5 que ponen en juego y tributan al oficialismo (3 del PRO, 1 de la UCR y 1 de PDP).      

Cambiemos obtendría 3 bancas por Entre Ríos, dos mas a la única que arriesga. También sumaría una banca por Mendoza, Chaco, Formosa, Neuquén, San Luis, Tierra del Fuego y Tucumán. Conserva las propias por Corrientes, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Salta, San Juan y Santa Cruz. Pierde 1 en Misiones y en Catamarca 1 aliado del FCyS. En Tanto, no alcanzaría bancas en Chubut, Río Negro y Santiago del Estero.

El mapa opositor

El Frente para al Victoria-PJ (incluyendo Unidad Ciudadana), si logra sostener y consolidar su actual estructura, incorporaría 13 diputados propios más y treparía a 87 bancas, que lo ratificaría como la principal fuerza de oposición al macrismo. 

El FpV-PJ incorporaría 3 diputados más por la provincia de Buenos Aires de los 10 que terminan sus mandatos. También en Santa Fe, donde el triunfo de Agustín Rossi en las PASO le aportaría 4 bancas, dos más a las 2 que arriesga. En la Ciudad de Buenos Aires, sumaría 1 más a las 2 que pone en juego, aunque perdería un aliado como Carlos Heller que tenía su propio monobloque. También sumaría 1 por Catamarca, donde el Frente Justicialista para la Victoria le arrebataría una a los radicales del FCyS. Una más en Chubut (donde el FpV se impuso al aliado massista Mario Das Neves), lo mismo que en Mendoza, Tucumán y Córdoba, donde Córdoba Ciudadana obtendría la última banca en juego. Conserva las dos por el Chaco, Río Negro y San Juan, y una por Formosa, Santa Cruz y Neuquén. Pierde 1 en Entre Ríos y Tierra del Fuego

El interbloque massista Unidos por una Nueva Argentina (UNA) seguiría siendo la tercera fuerza en la Cámara baja aunque perdería una docena de diputados y retendría 25, mientras que el Bloque Justicialista, que también resignaría varias bancas, mantendría 13. Aunque se especula que ambas bancadas “dialoguistas” con el oficialismo podrían unificarse en un futuro en un peronismo anti k, no lograrían posicionarse como la principal bancada opositora y los escasos triunfadores solo representarían una porción ínfima del electorado nacional.

La suerte del massismo, ahora como 1País, se juega en territorio bonaerense. Allí sólo retendría 5 de las 10 bancas que obtuvo en su elección de 2013. También perdería a aliada Claudia Rucci. Tampoco le fue bien en las primarias a sus aliados provinciales. Das Neves perdería 1 de sus dos bancas por Chubut con el triunfo provincial del FpV-PJ, mientras que el delasotismo cordobés conservaría las 3 que pone en juego pero también desplazado a un segundo lugar en la provincia que gobierna. El massismo resignaría bancas en otras provincias y tampoco alcanzaría una por la Ciudad de Buenos Aires donde pierde al aliado Julio Raffo.    

El Bloque Justicialista, que se escindió del FpV-PJ de la mano de algunos gobernadores, también dependerá de ellos para mantener su bancada aunque igual perdería algunos de los escaños. Conservarían la banca que renuevan los gobernadores peronistas de Salta, La Pampa y La Rioja. Reemplazarían al presidente del bloque, el mecánico bonaerense Oscar Romero que deja su banca, con la incorporación del randazzista Eduardo “Bali” Bucca. 

La otra banca que obtendría el randazzismo, sería para Juan Manuel Abal Medina, que termina su mandato en el Senado y ocuparía una de diputado en el bloque de PpV (Movimiento Evita), que dejará vacante Remo Carlotto. El evita conservaría así sus 5 integrantes.

El interbloque Progresistas no solo aparece fracturado sino que de acuerdo a las primarias quedaría diezmado. Pone en juego 7 de sus 8 bancas y solo renovaría una por el socialismo santafesino. Los otros dos integrantes, ahora aliados al massismo, no sumarían nada. Libres del Sur solo conservaría a Victoria Donda (con mandato hasta 2019) y perdería las otras dos bancas que llegaron a la Cámara baja como suplentes en la alianza que  tejieron en 2013 con la UCR en algunos distritos: En Tucumán por José Cano que asumió como ministro macrista en 2015 y en Mendoza por Julio Cobos que en el mismo año alcanzó una banca en el Senado. El GEN de Margarita Stolbizer se quedaría sin ningún representante en el Congreso.

Para el FIT, las PASO tampoco fueron auspiciosas. Conservará apenas una de las 4 bancas, la de la provincia de Buenos Aires, que en el actual sistema de rotación ocupa Nathalia González Seligra (FIT-PTS) y sumaría la de Nicolás Del Caño por el mismo distrito. Pero resignaría las otras tres en territorio bonaerense, por Salta y Mendoza. 

De los partidos provinciales, los ex aliados k como el Frente Cívico santiagueño retendría las 3 bancas que pone en juego y el misionero Frente de la Concordia sumaría una banca más, ambos con bloques propios. Mientras que los aliados neuquinos del massismo, el MPN perdería una propia. Al tiempo que varios monobloques sindicales y Proyecto Sur dejarán de existir en el escenario de la Cámara baja.