Una encuesta realizada por la Federación de Inquilinos Nacional, en conjunto con la agrupación Ni Una Menos, advierte sobre las dificultades de alquilar en la era Milei. El informe revela que tras la derogación de la ley de alquileres creció la cantidad de “contratos de alquiler cortos” y que el 87,3% de los inquilinos tendrá actualizaciones en el precio en plazo iguales o menores a seis meses. Pero además, la mayoría de los inquilinos encuestados sostiene que el 2024 estará en una situación peor que el año pasado y la angustia, la ansiedad y la desesperanza son las sensaciones que predominan entre los entrevistados. Desde Inquilinos Agrupados Rosario sostienen que la situación va a contramano de lo declarado desde las cámaras inmobiliarias, que viene destacando una “respuesta positiva” del mercado inmobiliario a las nuevas medidas adoptadas por el gobierno nacional. “La oferta puede llegar a aumentar, pero para los inquilinos alquilar está cada vez más difícil”, aseguró Sebastián Artola, referente de la agrupación local.

Una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno de Javier Milei fue la eliminación de la ley de alquileres, que delineaba el marco regulatorio para alquilar vivienda en la Argentina. A un mes de esa decisión, una encuesta realizada por la Federación Nacional de Inquilinos refleja que las condiciones de alquiler, lejos de significar una mejora para los inquilinos, da cuenta de “un empeoramiento de la situación” de las familias, representando uno de los principales gastos del hogar, uno de los motivos de endeudamiento y uno de los temas que mayor preocupación genera.

El informe da cuenta que en enero de 2024 el 31,6% de los ingresos de los encuestados se destina a pagar el alquiler y las expensas, pero en aquellos contratos que se iniciaron después del 1° de noviembre de 2023, la incidencia del gasto de alquiler de la vivienda en el presupuesto del hogar es mayor: asciende a 41,6%.

En cuanto a los plazos de duración, el período de tres años planteado por la ley derogada se presenta solo en el 24,8% de los contratos nuevos. Como contrapartida de eso, se registró un fuerte crecimiento de los contratos de alquiler cortos, con un período de duración menor a 6 meses, que ya representan casi el 25% de los casos.

En tanto, el 87,3% de los inquilinos e inquilinas que iniciaron su contrato después de noviembre de 2023 tendrán actualizaciones en el precio, iguales o menores a seis meses, mientras que el 53,1% de los hogares inquilinos encuestados tiene deudas de algún tipo. “Entre quienes hoy alquilan y se encuentran con deudas, hay más del 64% que recurrió a pedir dinero prestado para poder pagar solo el alquiler; o el alquiler y los gastos de alimentos; o el alquiler y gastos por urgencias médicas”, detalla el informe.

Por último, el relevamiento también busca conocer las sensaciones generadas por la cuestión de la vivienda. Entre los encuestados predomina la angustia (78%), la ansiedad (75%) y la desesperanza (68%) en relación a los temas vinculados a la vivienda. Pero además, la mayoría de los inquilinos consultados consideró que el 2024 será peor que el año pasado.

Para Artola, el decreto que derogó la ley de alquileres “está teniendo un fuerte impacto en la precarización total en el acceso a la vivienda en alquiler” a lo largo y ancho del país. “Nunca vimos una situación tan difícil como la que se está viviendo”, expresó y agregó: “Si esto sigue así nos vamos a encontrar con cada vez más viviendas vacías, estén o no en el mercado, porque pagar un alquiler va a terminar siendo imposible para la gran mayoría de los inquilinos”.

En esa línea, el referente de Inquilinos Agrupados Rosario consideró que la situación va a contramano de lo expresado por las cámaras inmobiliarias de la ciudad y el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario, quienes señalaron que el mercado inmobiliario venía mostrando una respuesta positiva a las medidas adoptadas por la nueva gestión. “La oferta puede llegar a aumentar, pero para los inquilinos alquilar está cada vez más difícil”, señaló Artola. “La desregulación del mercado puede impactar en el aumento de la oferta, pero esto no significa que sea más accesible alquilar ni que sea mejor para los inquilinos, todo lo contrario”, añadió.

 

Por último, aseguró que los inquilinos quedaron “en una situación de indefensión total” a la hora de buscar un techo donde poder vivir: “El panorama es grave, los que tienen que renovar contrato les pasan un valor que triplica o cuadriplica lo que venían pagando; con contratos por tres meses, seis o de un año con suerte; ajustes que pueden ser cada tres, cuatro o seis meses; y donde se tienen que hacer cargo de todas las expensas o los impuestos”.