El gobierno nacional volvió a apretar a los diputados que a partir de hoy debaten en particular los artículos de la ley ómnibus. “Instamos a todos los legisladores a actuar con la mayor de las celeridades”, fue la seca frase que el vocero presidencial, Manuel Adorni lanzó en ese sentido.

Con ese halo de ultimátum que rodea al verbo “instar”, el funcionario conminó a los legisladores a sancionar el cuestionado proyecto “en virtud de una Argentina empobrecida que necesita respuestas por parte de la política”.

Y no solo eso, también les lanzó a los diputados un dardo con el que intentó condicionar el debate parlamentario: “Esperamos más respuestas concretas, en caso de que las haya, y menos discursos revisionistas”, dijo.

Pero los legisladores nacionales no fueron el único blanco del funcionario que cada mañana se esfuerza con frases desafiantes desde un atril de Casa de Gobierno. También se dirigió a los manifestantes que tienen previsto movilizarse contra en proyecto de ley hasta el Congreso.

A ellos los denominó con la despreciativa pluralidad de “grupo de inadaptados con evidente alergia a la democracia”. Supone que serán los mismos que se movilizaron en varias jornadas previas al día en que se votó el proyecto en general y que fueron duramente reprimidos por las fuerzas de seguridad.

Les recordó que “por su puesto tienen todo el derecho” de manifestarse, pero les prometió más represión con una enumeración amenazadora: “Si cortan la calle la policía va a actuar, si rompen las veredas la policía va a actuar, si tiran piedras la policía va a actuar, si prenden fuego los tachos de basura la policía va a actuar, si agreden a la prensa la policía también va a actuar y si agreden a un miembro de las fuerzas de seguridad, la policía va a actuar”.

Para recalcar la intimidación, afirmó que “el que rompe paga”, e indicó que desde el Gobierno “les sugerimos quedarse sobre la vereda” para no desafiar el protocolo antipiquetes que castiga a quien corte una calle.

Para cerrar, hizo una aclaración y recurrió a una inusitada sorna para desligar a las fuerzas de seguridad de cualquier posible consecuencia en una represión: “Los gases lacrimógenos que usa la policía son los mismos de siempre y recuerden que si están mucho tiempo al sol pueden sufrir desmayos y descompensaciones, como hemos visto en las protestas anteriores”.