La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) realizó, en la mañana de este miércoles, un operativo para identificar embarcaciones de lujo no registradas o que acumulasen grandes deudas en el impuesto a las embarcaciones deportivas. El dispositivo se desplegó en el barrio cerrado Nordelta del partido de Tigre y, según informaciones oficiales, fue orientado a recuperar deudas en segmentos de altos ingresos. También se desplegó un equipo de más de 30 agentes del organismo fiscalizó edificios, casas y piletas para detectar casos que no hubieran sido declarados ante el fisco por sus propietarios, por lo que evadirían el tributo Inmobiliario. Además fue controlada la existencia de vehículos de alta gama que pudieran adeudar el impuesto automotor.

Durante los últimos días de enero se había llevado adelante un operativo similar tras detectar que 1.442 embarcaciones estaban en condiciones de ser secuestradas, por registrar grandes deudas correspondientes al impuesto a las embarcaciones deportivas o de recreación. Por entonces, se informó que los titulares de yates, lanchas, motos acuáticas y veleros a motor identificados estaban  ubicados mayormente en la zona norte del área metropolitana del Gran Buenos Aires, y las deudas acumuladas alcanzaban los 1.500 millones de pesos. Se informó también que la situación impositiva debía ser regularizada para evitar el secuestro de los bienes, una facultad del organismo contemplada en el Código Fiscal.

Cristian Girard, titular de ARBA, explicó por entonces que el organismo estaba  "haciendo uso de las facultades legales para proceder, en el marco de su potestad de fiscalización, a la detención y secuestro de embarcaciones que acumulan importantísimas deudas”, y que esa potestad representa "una herramienta efectiva para recuperar recursos públicos que la Provincia destina a inversión en rutas, escuelas y hospitales". El funcionario había hecho hincapié sobre el fortalecimiento de la justicia y equidad tributaria de estas medidas que marcan "una clara diferencia entre quienes se esfuerzan por cumplir con sus impuestos y aquellos que, pudiendo pagar, prefieren la especulación y el incumplimiento”.

Cada vez que ARBA dispone un operativo en lugares donde existen embarcaciones en infracción y los equipos de la entidad los identifican, sus propietarios se enfrentan a dos escenarios: en caso de haber regularizado la situación impositiva pueden acreditarlo, en tanto que quienes hayan omitido la inscripción del bien pueden demostrar la regularización de esa falta. En caso de no hacerlo, si bien la embarcación queda amarrada en el mismo lugar, administrativamente se encontrará retenida de modo temporal por la agencia recaudadora y no puede ser utilizada.

Para acceder al bien retenido, el titular deberá cancelar —como mínimo— la mitad de la cifra adeudada y comprometerse a pagar el saldo restante dentro de los siguientes 10 días hábiles. El mismo plazo se aplica para que las embarcaciones no registradas sean inscriptas en el registro bonaerense o cambiar la radicación en caso de tratarse de un traslado de jurisdicción.

Si, una vez cumplido el plazo previsto, el titular no regulariza la situación respecto del bien retenido y opta por no inscribirlo o no abona la deuda, queda sin efecto la retención temporal y la embarcación pasa entonces a ser secuestrada por la agencia recaudadora. Cabe destacar que las normas fiscales bonaerenses indican que los titulares de este tipo de embarcaciones cuyo amarre o guardería habitual sea dentro del territorio provincial tienen la obligación de pagar el impuesto en esta jurisdicción, independientemente de su lugar de residencia.