El periodista Nicolás Kasanzew, acusado por ex combatientes de ser un propagandista de la dictadura, eligió a su número dos en la Dirección de Gesta de Malvinas en el Senado. Se trata del coronel retirado y veterano Esteban Vilgré La Madrid.
Kasanzew destacó en Instagram que había elegido a Vilgré La Madrid porque después del conflicto bélico estuvo a cargo del centro de salud de las Fuerzas Armadas y salvó la vida de muchos veteranos.
Vilgré La Madrid fue uno de los oradores en la movilización antiderechos de diciembre de 2020, cuando el Congreso estaba por aprobar la interrupción voluntaria del embarazo. “Jamás escuché a una madre de Malvinas decir por qué no habría abortado”, dijo el militar que tenía un pañuelo celeste enroscado en su muñeca derecha.
Kasanzew fue el único corresponsal que cubrió íntegramente la guerra de 1982. Transmitía para Argentina Televisora Color (ATC), la televisión pública. Según el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) La Plata es un negacionista y montó escenas para mostrar que los conscriptos no era hambreados por sus superiores. También le achacan haber sido parte de la prédica del "Vamos ganando".
A Kasanzew lo nombró la vicepresidenta Victoria Villarruel, que suele recordar a su padre como un héroe de Malvinas. Eduardo Villarruel también se jactaba de haber luchado contra la “subversión”. Villarruel tiene una larga militancia en organizaciones que reivindican el accionar militar y ponen en duda todo lo investigado por los tribunales y las organizaciones de derechos humanos.
En redes sociales le preguntaron a Kasanzew si se estaba preparando el “tan ansiado desfile” militar y respondió que sí. También le consultaron si iban a “limpiar” el Museo de Malvinas y la exESMA --donde se cuenta la guerra desde una perspectiva de respeto a los derechos humanos. Respondió: “Es inminente”.
Durante la campaña del año pasado, Villarruel había dicho que se debería buscar una forma de aprovechar las 17 hectáreas que componen el predio de la ex ESMA para que pudieran ser "disfrutadas" por todo el mundo. A los pocos dias, el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, la contradijo: afirmó que el predio no podía tocarse porque es considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
