Al día siguiente del triunfo de la alianza Cambiemos en Santa Fe, la planta que la empresa Unilever tiene en esa provincia anunció el despido de 65 trabajadores. El titular del Sindicato de Jaboneros, Matías Rodríguez, reveló que la compañía de capitales holandeses justificó esa medida por la “falta de competitividad” frente a las importaciones de productos de perfumería desde Brasil.

Los despidos le fueron comunicados ayer a Rodríguez, quien además es delegado de esa planta ubicada en la localidad santafesina de Villa Gobernador Gálvez. Y si bien los despidos aún no fueron formalizados por telegrama, “si citaron a los delegados para avisarnos, es porque (el recorte de personal) es verdad”.

El gremialista contó que la reunión fue ayer y que los representantes de la firma les transmitieron que tenían que hacer “una restructuración porque no son competitivos con las importaciones de Brasil. Dijeron que el costo laboral aquí es muy alto” y que “para seguir adelante tenían que despedir a 65 trabajadores”, relató.

Los delegados se pronunciaron en desacuerdo y señalaron que tomarán las medidas que hagan falta para rechazar los despidos. Según Rodríguez, el sindicato presentó una denuncia ante el fuero laboral y pidió una audiencia en el Ministerio de Trabajo santafesino.

“Ahora, la incertidumbre de los trabajadores es ver a quién le va a tocar” quedarse sin su puesto, afirmó el dirigente durante una entrevista por AM 1230. Ante esta situación, los empleados se declararon en estado de asamblea permanente y decidieron concentrarse frente a la planta de la multinacional holandesa “para evitar el vaciamiento”.

La fábrica está ubicada sobre Camino del Inmigrante al 800 y la puerta del acceso por esa calle fue cerrada desde ayer, para evitar que la protesta se haga adentro del predio de mil metros cuadrados. Debido a la cantidad de obreros que se convocaron, el lugar fue rodeado por un fuerte operativo policial.

“Estamos ante una situación bastante complicada”, lamentó el delegado que trabaja en esa planta desde hace 15 años. “No lo esperábamos –agregó-. Fue un baldazo de agua fría. Suponíamos que en el contexto del país podía tocarnos a nosotros, pero cuando te toca es una situación terrible.”