El secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, aseguró que los estatales de todo el país redoblarán el plan de lucha frente a un Gobierno nacional que “no sólo está planificando el hambre, sino que también la muerte” de millones de argentinos y argentinas. “El peor error que podemos cometer es abandonar la calle”, señaló. Además, anticipó que la semana que viene harán un paro nacional.

La afirmación llega después de que ATE rechazara la oferta del 12 por ciento de aumento por parte de la gestión de Javier Milei para febrero por considerarla absolutamente insuficiente tras una inflación en enero que fue de más del doble, superando el 25 por ciento.

“Milei quiere terminar con la participación de los trabajadores en cualquier ámbito. Desde ATE habíamos sido claros en nuestra posición. No íbamos a aceptar cualquier ofrecimiento que se ubicara por abajo de la evolución de los precios. Por eso, hemos decidido rechazar una oferta del 12 por ciento”, señaló.

En este sentido, resaltó que no se trata de "cualquier paritaria", sino que es una "negociación rectora para el resto del país". "Más de 20 gobernadores estaban mirando lo que ocurría ayer para replicar los mismos números. Con nuestra firma no íbamos a condicionar todas estas negociaciones pendientes”, indicó Aguiar.

Para el sindicalista, de fondo hay una clara intención por parte del Gobierno: “El 70 por ciento de los trabajadores percibe ingresos inferiores a los 596 mil pesos, que es el costo de la canasta familiar. Es el Gobierno el que nos está empujando al conflicto. Desde ATE ratificamos nuestra jornada de lucha para la próxima semana”.

Hambre y muerte planificada

“A esto hay que sumarle que Argentina no termina en Buenos Aires. Hay desfinancimeinto a todos los gobernadores. Esa idea de fundirlos se traduce en una degradación en las condiciones de vida de millones de personas”, advirtió Aguiar.

Este desfinanciamiento se traduce en el freno de la obra pública y, por consiguiente, en el freno de la contrición nuevas escuelas, hospitales y centros de salud barriales. Y a la que hay que sumarle otra serie de medidas, como la desregulación de las obras sociales y el aumento de las prepagas.

“Se prepara toda una nueva demanda para un sistema público de salud que se encuentra desmantelado. No solo está planificando la pobreza, el hambre, sino que también la muerte. Porque van a ser muchas las personas que van a quedar sin atender”, señaló Aguiar.

Y añadió: “Por supuesto que nosotros estamos preocupados. Pero hay que organizar la bronca. El peor error que podemos cometer es abandonar la calle. Somos respetuosos de los dirigentes que dicen que hay que esperar y evaluar. No compartimos esas opiniones. Hay que profundizar el plan de lucha”.