“Bienvenidos a la cátedra libre El Aborto como problema de salud pública. Estamos muy contentos de poder decir esto en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA)”. Lo único que se escuchó después de esa presentación fue un sostenido aplauso de más de cien estudiantes que rebalsaron el aula de Histología para la primera clase de esta materia que busca formar a profesionales de la salud para que acompañen a las mujeres –y a todas las personas con capacidad de gestar– que decidan interrumpir voluntariamente su embarazo. La cátedra libre, que aún no fue institucionalizada en los planes de estudio de las carreras de Ciencias Médicas de la UBA, consta de cuatro encuentros para abordar distintas problemáticas del aborto: marco legal; impacto en la salud pública; aborto farmacológico y acceso. “Vamos a instalar una nueva tradición en Medicina: hablar del aborto como un derecho y no como un crimen”, relató la médica Marta Rosenberg, de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Durante tres meses, varias mujeres de la Campaña se reunieron con las Redes de Estudiantes y Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir para  pensar una jornada que analice con profundidad la temática del aborto, que incluya  la exposición de distintos especialistas y, además, que marque un contraste con la mirada punitivista propia de la currícula de la Facultad de Ciencias Médicas. El resultado fue la creación de la primera cátedra libre de la Facultad de Medicina de la UBA que genera conocimientos teóricos y prácticos sobre las situaciones de interrupción voluntaria de embarazo. Por eso a las seis, media hora para que comenzara el primer encuentro de la Cátedra, el clima era de expectativa y ansiedad. Y esa sensación no sólo se observaba en las decenas de carteles pegados en las paredes del edificio, ubicado en el barrio de Recoleta, sino en el centenar de alumnos de distintas carreras que hacían fila para registrarse.

Una vez adentro del aula, entre mates y galletitas, los inscriptos escucharon las formalidades de la cursada y observaron, como presentación, el documental sobre Ana María Acevedo, la mujer embarazada que murió en 2007 al habérsele negado un aborto. Una sola pregunta en el pizarrón acompañaba el video: “¿Qué conocen del marco legal del aborto en Argentina?” En grupos de diez personas, los alumnos debatieron la consigna, pero en vez de encontrar una respuesta, se multiplicaron las preguntas: “¿Por qué algunos creen que salvar vidas es antiabortista?”, “¿Qué es el caso F.A.L.?” “¿Por qué no hay una capacitación desde la Facultad para que los futuros médicos acompañemos a las mujeres que interrumpen su embarazo?”, consultaron Lucía, Carolina y Julia. Las respuestas llegarían en pocos minutos.

“Hoy en día Argentina tiene uno de los sistemas de leyes más restrictivos y antiguos respecto al aborto. Nuestro país sólo contempla dos causales de no punibilidad si se realiza un aborto: cuando se realiza con el fin de evitar un peligro para la vida y la salud (entendida en el sentido más integral) de la madre y cuando se trata de una violación a cualquier mujer. Lo peor es que a la hora de la práctica, los servicios de salud tienen grandes complicaciones para llevarlo a cabo”, reflexionó la primera oradora invitada de la Cátedra, Felicitas Rossi.

Este primer encuentro tuvo como tema central el marco legal del aborto en el contexto regional. La abogada feminista Rossi explicó que “los países del norte tienen una regulación por plazos del aborto y, en consecuencia, la menor tasa de embarazos interrumpidos”, subrayó la importancia del caso F.A.L. (fallo que dispone que todos los abortos por violación no deben ser judicializados) y anticipó la normativa en las entidades internacionales. “En todos los organismos de derechos humanos, incluso la Convención de los Niños, piden descriminalizar el aborto”, sentenció.

Sin la presencia de autoridades de la Facultad de Ciencias Médicas ni de directivos de la UBA, la otra exposición le correspondió a Daniela Fagioli, abogada patrocinadora de mujeres víctimas de violencia en la villa 31. Mientras los más de cien alumnos tomaban apuntes, la letrada feminista remarcó el secreto profesional de los trabajadores de la salud y aseguró que, por ley, se debe mantener la confidencialidad sobre la información obtenida a través del vínculo profesional con su paciente. “A nosotros, en cambio, nos enseñaron en Legales que debíamos denunciar si sospechábamos de un aborto ilegal en curso”, contestó una de las estudiantes. El debate continuó con los desfasajes que existen entre lo enseñado en la Facultad y las cuestiones legales del aborto no punible. “Hay que desnudar la visión punitivista que baja desde la Facultad. Para eso estamos acá, para deconstruir lo mal construido que está el aborto en la academia”, concluyó Estefanía, de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir.

Al igual que la presentación, el cierre fue a puro festejo y aplausos. En esta oportunidad todos los presentes repitieron lo mismo: nos veremos en la misma aula, el martes 31 de octubre, para el segundo encuentro de la Cátedra. Otra vez aplausos.

Informe: Jeremías Batagelj.