De un plumazo. El Gobierno de Javier Milei avanzó así sobre la agencia nacional de noticias Télam. Tras casi 80 años de retratar la historia, la redacción de la calle Bolívar al 500 amaneció vallada y con todos los trabajadores dispensados de sus actividades. Testimonio clave de la historia reciente en las últimas ocho décadas, sus cables y fotografías fueron clave para el periodismo argentino. De Perón a Milei, cómo nació, el día que Menem prometió cerrarla y el plan de ajuste que quiso implementar Macri pero encontró una resistencia en la Justicia.
Télam fue creada el 15 de abril de 1945 por el entonces secretario de Trabajo y Previsión Juan Domingo Perón. En ese momento embrionario, fue bautizada como "Telenoticiosa Americana". En aquel momento se explicó que la creación de una agencia de noticias nacional buscaba ponerle fin a la hegemonía informativa de las agencias extranjeras United Press International (UPI) y Associated Press (AP), ambas con sede en Estados Unidos.
Dos años más tarde, en 1947, la redacción se mudó a su primera sede, donde funciona actualmente el Teatro Maipo, en Esmeralda 433, en el centro porteño. Como una curiosidad, los periodistas informaban las noticias en pizarras que daban a la calle. No hubo que esperar mucho para el primer embate contra la agencia de noticias. A 10 años de su creación, la llamada “Revolución Libertadora”, un golpe de estado impulsado por Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu, puso en riesgo su continuidad.
El golpe puso a la empresa, de capitales mixtos, bajo la órbita de la Fuerza Aérea. Al mismo tiempo, tuvieron que exiliarse algunos de los periodistas más importantes de la redacción. A pesar de estos ataques, Télam siguió funcionando, aunque con un número reducido de corresponsales.
Con el siguiente Gobierno democrático –en un contexto de proscripción del principal partido político, el peronismo–, al mano de Arturo Frondizi, de la UCR, llegó la primera embestida privatizadora de Télam, que fue convertida en "Télam Sociedad Anónima, Periodística, Radiofónica, Cinematográfica, Comercial, Inmobiliaria y Financiera".
Tras la caída de Frondizi, con un nuevo golpe militar, con José María Guido al frente, llegó en 1953 la clausura de Télam por, supuestamente, "difundir informaciones falsas y tendenciosas que, por su naturaleza y alcance, atentan contra el orden público y la tranquilidad de la población".
Fue el Gobierno, también militar y de facto, de Juan Carlos Onganía el que, el 24 junio 1968, ordenó estatizar la agencia y ponerla bajo la órbita de la Secretaría de Difusión y Turismo.
Mientras tanto, la agencia seguía realizando sus tareas informativas y, por ejemplo, graficaba lo que fue luego denominado como el “cordobazo”, una masiva movilización estudiantil, obrera y sindical contra la dictadura en la provincia de Córdoba.
En tanto, la década del 70’ fue igual de convulsionada para la agencia de noticias que las dos décadas anteriores. Entre 1975 y 1978, la Triple A y la dictadura cívico-militar desaparecieron a tres trabajadores: Alejandro Martín Almeida (17/6/1975), Héctor Jesús Ferreyros (30/3/1977) y Célica Elida Gómez Rosano (30/1/1978).
Con el proceso iniciado durante la gestión de Onganía, el gobierno militar de 1976 utilizó a la agencia como un órgano de propaganda de su gestión. La actividad de la agencia también dejó marca durante estos años, como se ve en la cobertura de la Guerra de Malvinas, que tuvo enviados de Télam entre las tropas.
Algunas de las imágenes del archivo de Télam sobre la guerra en Malvinas fueron recuperadas años atrás. En 2022, la agencia hizo público un documento especial con más de 2.200 imágenes - muchas de ellas jamás publicadas - que dan cuenta de momentos clave del conflicto bélico, pero también de cómo era la vida de los soldados en las trincheras y la vida de los isleños.
De todos modos, a pesar de largos años de trabajo, en 1983, ya con el Gobierno de Raúl Alfonsín y una vez restaurada la democracia, se denunció que la dictadura de Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Bignone había destruido parte importante del archivo periodístico y fotográfico. Aún así, la democracia no llegaría a Télam como un período de tranquilidad: en 1984, las agencias privadas le solicitaron públicamente el cierre de la agencia nacional al presidente.
Si bien Alfonsín desestimó el pedido, quien acertó una serie de golpes fue su sucesor, Carlos Menem, –ídolo del actual mandatario Javier Milei– quien en 1992 dispuso la intervención de la empresa y dos años después su liquidación. No pudo. En la misma intentona, en el 2000 el radical Fernando de La Rúa reintentó cerrar Télam, pero fracasó debido a la resistencia y la lucha de los trabajadores de la Agencia, quienes dejaron fotos icónicas sobre la caída del Gobierno de La Alianza.
Tres años más tarde, en 2003, Télam lanzó su primer sitio web, que no dejó de funcionar hasta el último ataque del Gobierno de Javier Milei, donde este lunes 4 de marzo, de la noche a la mañana, se dio de baja cualquier tipo de acceso al portal nacional de noticias y a la plataforma donde se actualizan los cables, fotografías, infografías y publicaciones especiales.
Los años siguientes fueron de amplio crecimiento para la agencia de noticias, que incrementó su intercambio con las principales agencias de noticias del mundo, entre las que están AFP (Francia), XINHUA (China), REUTERS (Inglaterra), EFE (España), DPA (Alemania), ITAR-TASS (Rusia) y YONHAP (Corea) y creó un área de audiovisual.
Todo este proceso de crecimiento culminó el 5 Junio 2014 cuando la entonces presidenta Cristina Kirchner inauguró el edificio de Belgrano 347, donde funciona buena parte del área periodística de Télam. Además, se incorporaron a las corresponsalías en Chile y Uruguay nuevas en Brasil y Venezuela.
Los años de bonanza para Télam terminaron de golpe cuando el nuevo gobierno neoliberal de Mauricio Macri, el 26 junio de 2018, lanzó un plan de reestructuración general y despidió a 357 trabajadores de la Agencia. Tras un plan de lucha de los trabajadores, la Justicia finalmentó dio marcha atrás con aquellas cesantías y todos los empleados fueron reincorporados.
Ahora, Milei busca darle la estocada final, con el argumento de la reducción del gasto público. Los principales asesores del Presidente, como el portavoz Manuel Adorni o el legislador porteño Ramiro Marra, celebraron el cierre y el despido de más de 700 trabajadores. La noticia, como no podía ser de otro modo, fue tapa de los portales de todo el mundo.