Con un clima de protesta y tensión ante el nuevo asesinato a un taxista, se suspendió el acto que iba a dar inicio al período de sesiones ordinarias del Concejo Municipal de Rosario. La decisión se tomó luego de que un grupo de taxistas intentara entrar al Palacio Vasallo a exigir medidas de seguridad para el sector. En medio del tumulto, que incluyó agresiones verbales a concejales y donde un policía resultó herido en una pierna, las autoridades decidieron suspender la sesión y reunirse con los taxistas, que fueron recibidos de forma simultánea tanto en el Concejo como en el Municipio. Tras el encuentro, el intendente Pablo Javkin adelantó que pondrán en marcha medidas para normalizar el servicio e instó a la población a utilizar las aplicaciones formales para el pedido de taxis. “Estamos en una circunstancia excepcional, de una gravedad única”, evaluó. Mientras que la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, señaló que desde el Concejo articularán reuniones con el Ministerio de Seguridad de la provincia para dar respuestas al sector: “Estamos en una situación excepcional que requiere redoblar esfuerzos y el diálogo para mejorar la seguridad de los taxistas y de toda la ciudad”.

El reclamo de los taxistas se inició durante la madrugada, cuando comenzó a trascender la noticia del asesinato de Diego Alejandro Celentano, de 32 años, en la zona sur de la ciudad. El taxista fue encontrado en el interior de su vehículo, en Alvear y Garmendia, con al menos un disparo en la cabeza. La modalidad del hecho imita al asesinato de Héctor Raúl Figueroa, de 43 años, ocurrido este martes en Flammarion al 5100. Se presume que ambos trabajadores fueron emboscados y las investigaciones apuntan a un posible pase de facturas de bandas narcocriminales por el endurecimiento de la política penitenciaria por parte del gobierno provincial.

Ambos hechos generaron protestas de taxistas frente a la sede de Gobernación exigiendo que se garantice su seguridad y se profundicen las medidas durante el horario nocturno. El reclamo también tuvo su réplica en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, para luego trasladarse al Concejo, donde se esperaba que al mediodía el intendente Pablo Javkin brinde el discurso de apertura del año legislativo. Finalmente nada de eso ocurrió. El enfurecido reclamo de los taxistas chocó de frente con el control policial y se vivieron momentos de tensión en las puertas del Palacio Vasallo. Fueron unos pocos minutos que alcanzaron para que los taxistas expresaran su enojo a las autoridades presentes y para que un policía resulte herido en una pierna, producto de un golpe en medio del tumulto.

La situación encontró un poco de calma cuando algunos concejales salieron a informar la suspensión del acto. De esa manera se dispusieron dos reuniones. Por un lado, un grupo de diez taxistas ingresaron al Concejo, donde fueron recibidos por los presidentes de los distintos bloques partidarios. Al mismo tiempo, otro grupo de manifestantes se trasladó a la Intendencia, donde fueron recibidos por Javkin y otras autoridades municipales, entre las que se encontraba el Jefe de Gabinete, Rogelio Biazzi; y el Secretario de Gobierno, Sebastián Chale. Por la tarde, el mandatario local también mantuvo un encuentro con el ministro de Seguridad de la provincia, Pablo Cococcioni.

Tras el encuentro con los taxistas, el intendente habló con la prensa y adelantó que analizarán la normalización del servicio de taxis junto a los trabajadores del sector y las autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia. En ese marco, y ante la sospecha de que los viajes que terminaron en crímenes hayan sido pedidos por Whatsapp, el mandatario local instó a la ciudadanía a utilizar las plataformas habituales para la solicitud del servicio.

“Estamos en una circunstancia excepcional, de una gravedad única. Es un hecho repetido en las formas, la mecánica, en las balas, y el arma utilizada. Frente a eso, normalizar el servicio va a requerir algún tipo de medidas especial. Como por ejemplo evitar el pedido de viajes por Whatsapp en horario nocturno y que todos los viajes tengan que ser pedido por aplicación. También cuestiones de monitoreo, de modificación de corredores, de controles. Es una situación excepcional que requiere medidas excepcionales”, señaló en declaraciones a la prensa.

En ese sentido, el titular del Ejecutivo aseguró que el objetivo del Municipio es “tratar de conseguir garantías para que el servicio pueda funcionar”. Con respecto a las investigaciones, consideró que se trata de una modalidad delictiva “que no recuerdo antecedentes en la ciudad” y pidió dejar trabajar a los fiscales para el esclarecimiento del hecho. “Han tenido avances muy decididos”, remarcó.

Por su parte, en el Concejo la reunión entre los taxistas y los ediles se extendió duró cerca de una hora y media. Al finalizar, Schmuck habló con los medios presentes, entre los que se encontraba Rosario/12, y manifestó su compromiso con los taxistas para reunirse “de manera urgente” con las autoridades en Seguridad y así avanzar en medidas que garanticen el cuidado de los trabajadores que prestan el servicio. “La idea es que ellos puedan poner sobre la mesa cosas muy concretas que nos plantearon a nosotros, respecto de algunas estrategias vinculadas a los corredores seguros, a las paradas seguras, a los puntos fijos y a las situaciones que se viven en las zonas más calientes”, detalló.

 

La presidenta del Concejo aseguró que la magnitud de los hechos obliga a todo el arco político a trabajar en conjunto para encontrar soluciones para el sector. “Hoy los taxis son blanco de este tipo de violencias extremas y además están en una situación muy complicada, porque necesitan salir a trabajar para ganarse el mango, porque la situación económica es muy compleja”, expresó y agregó: “Estamos en una situación excepcional que requiere redoblar esfuerzos y el diálogo para mejorar la seguridad de los taxistas y de toda la ciudad”.

Por último, Schmuck consideró que se debe avanzar con estrategias “eficaces y rápidas” para el resguardo de los taxistas, ante el recrudecimiento de los hechos delictivos. “Por lo menos que con los recursos disponibles podamos tener un poco más de tranquilidad respecto a aquellos que tienen la obligación de salir a la calle”, evaluó. “La intención es ponernos de acuerdo para trabajar, para que no haya más crímenes y que por lo tanto no haya más paros por estas situaciones de violencias”, finalizó.