La prevención y rehabilitación de los ataques cerebrovasculares, primera causa de discapacidad en la Argentina y el mundo cuando ocurren después de los 60 años, y una de las principales causas de muerte, son los ejes centrales de la campaña de concientización que lanzaron las organizaciones médicas especializadas, en el marco del Día Mundial del ACV, que se celebra el próximo domingo. Los accidentes cerebrovasculares suelen ser fenómenos agudos por obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el cerebro.

“Nuestra misión es dar a conocer de qué tratan los accidentes cerebrovasculares, que son una endemia y por eso es tan importante la prevención, incluso se prevé que la mayor cantidad de ACV se van a dar en las regiones emergentes porque los países desarrollados están llevando a cabo políticas fuertes de prevención”, señaló el médico e investigador Máximo Zimerman. “El ACV es la primera causa de discapacidad en mayores de 60 años, personas que están activas, e incluso se producen en forma prácticamente pareja en hombres y mujeres”, añadió el experto, jefe de la Clínica de ACV y de Neurorrehabilitación del Instituto de Investigaciones en Neurociencia de Buenos Aires.

Con respecto a los datos sobre los porcentajes de mortalidad a causa de un ACV, Zimerman señaló que si bien no hay estadísticas “en el país y Latinoamérica”, aclaró que distintos estudios ubican el ACV como la segunda causa de muerte después de los 60 años. Los últimos datos oficiales de 2015 sobre defunciones ponen a las enfermedades cerebrovasculares como la cuarta causa de muerte después de los tumores malignos, las enfermedades del corazón y la neumonía e influenza.

Zimerman destacó la importancia de la atención médica inmediata cuando se produce un ataque cerebrovascular y precisó que “las tres primeras horas son fundamentales porque se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad”. Los signos que permiten sospechar que una persona está teniendo un ACV son: trastornos en el habla; debilidad en un brazo, dolor de cabeza de gran intensidad, pérdida de la visión de un ojo o visión borrosa, entre otros.