El Tribunal Oral Federal N° 1, integrado por Federico Santiago Díaz, Marte Liliana Snopek y Mario Marcelo Juárez Almaraz, condenó a penas de entre 8 a 13 años de prisión a Esteban Mendoza, a su hijo Alexis y a los hermanos Adán y Ramón Ceballos por el delito de "transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes".

En el caso de los Mendoza, la pena mayor, de 13 años, fue para el padre, y la menor, de 8 años, para su hijo. Los Ceballos, en tanto, recibieron una misma pena, de 12 años. La acusación en el juicio estuvo a cargo del fiscal general Eduardo Villalba y la auxiliar Mariana Gamba.

En la sentencia el tribunal dispuso también el decomiso de bienes que les fueron secuestrados a los cuatro condenados. Por un lado, un inmueble ubicado en la ciudad de Orán, sobre el cual ya pesaba un embargo dispuesto por la jueza federal de Garantías Mariela Giménez en abril de 2023, cuando se formalizó la imputación.

Además se decomisaron en favor del Estado nacional cinco camionetas, cuatro Toyota Hilux y una Fiat Strada; tres automóviles, dos Golf y un Ford Eco Sport, y un total de 173 mil dólares y casi dos millones de pesos.

También se decomisaron 20 teléfonos celulares, uno de ellos IPhone; una PC portátil y gran cantidad de herramientas mecánicas, tanto de mano como equipos, como amoladoras, soldadoras, pistolas de pintura y un grupo electrógeno.

La detención de los cuatro ahora condenados fue el 22 de abril de 2023 como parte de un operativo desplegado en las rutas 5 y 16, en el sur de la provincia de Salta, entre las localidades de El Quebrachal y Joaquín V. González. También se hicieron cuatro allanamientos.

La investigación había comenzado en febrero del año pasado, cuando la Sección Antidrogas de la Gendarmería Nacional con asiento en Salta presentó un reporte sobre una organización narcocriminal que traficaba estupefacientes del norte provincial a Buenos Aires.

En la investigación se identificó a cada uno de los imputados, sus roles y la modalidad de tráfico, la que se reducía a viajes tipo convoy de una supuesta contratista. Con camionetas de trabajo pesado, incluido un tanque de cisterna de combustible, se hicieron al menos seis operaciones de tráfico.

Al ser detenidos, viajaban en dos camionetas Toyota Hilux, una conducida por Esteban Mendoza y la segunda, por Adán Ceballos, mientras que Ramó Ceballos iba al volante de una Ford Eco Sport. Los 331 kilos de cocaína iban en un doble fondo de la cisterna de combustible.

En el procedimiento, sobre la ruta provincial 5, se detuvo primero la camioneta que llevaba la droga, y luego se detuvo a los otros dos conductores en El Quebrachal y Joaquín V. González. Alexis Mendoza fue detenido en un galpón utilizado como taller para preparar los rodados, en la ciudad de Orán.

El 14 de febrero pasado, en una audiencia de acuerdo pleno ante el juez Federico Díaz, Esteban Mendoza y su hijo Alexis, fueron condenados en el marco de un juicio abreviado, tras lo cual se siguió con el juicio a los hermanos Ceballos.

En el alegato final, el fiscal Villalba sostuvo que “bajo la apariencia de simular ser trabajadores, (los hombres) transportaban la droga" y que lo hicieron al menos seis veces.  

El fiscal confirmó que la propiedad decomisada ubicada en Orán era utilizada como taller, lo que quedó en evidencia por la gran cantidad de herramientas y otros equipos que se usaban para acondicionar la droga para el transporte.

Villalba resaltó la gravedad del daño en la salud pública que representaba la cantidad de droga secuestrada. En cuanto al poder económico acumulado, destacó los bienes secuestrados en los allanamientos.

Sobre los roles, el fiscal afirmó que “Quedó acreditado que Alexis estaba a cargo del acondicionamiento del vehículo, Adán no era un simple transportista, sino que tanto él como Ramón participaron de la organización activamente, ya en otras oportunidades habían realizado ciertos viajes”. Concluyó que Esteban Mendoza era el líder, pero no impartía órdenes puntuales a los Ceballos, ya que ellos formaban parte de la organización. 

Al momento de dictar su veredicto, el tribunal destacó, conforme a la prueba producida en el debate, no sólo el descubrimiento y desarticulación de esta organización, sino también que “existieron viajes anteriores al Área Metropolitana de Buenos Aires de idéntica modalidad en cuanto al uso de un tanque de combustible y al uso de vehículos”.

“Surge nítida entre los Ceballos y Esteban Mendoza una comunidad de intereses, claramente fundada en la realización de estos viajes con estupefacientes, ya que entre ellos no se evidencia algún otro tipo de vínculo, sino el relacionado con estos transportes”. "No cabe duda de que actuaron como coautores ya que se dividían los roles y funciones para la realización del ilícito y trabajaron conjuntamente para llevar adelante esta empresa”, afirmó el Tribunal.