La tasa de desocupación se ubicó en el 5,7 por ciento en el cuarto trimestre de 2023, según informó el Indec. La cifra iguala el porcentaje del tercer trimestre y representa un descenso de 0,6 puntos respecto del mismo período del año anterior. Es el nivel más bajo desde 1987 y probablemente un piso a partir del cual la desocupación comenzará a subir si se toma como referencia la gran cantidad de despidos que se han venido concretando en las últimas semanas tanto en el sector público como en el privado en medio de una profunda recesión económica. 

El Indec precisó que hay 14.340.000 habitantes que pertenecen a la población económicamente activa, de los cuales 13.518.000 tienen trabajo y 822.000 son desocupados porque están buscando empleo y no consiguen. Si se comparan esos números con los registrados en 2022, se observa que hay 53.000 desocupados menos que en 2022.

La tasa de empleo, que mide la proporción de personas ocupadas con relación a la población total, se ubicó en el 45,8 por ciento, 1,2 puntos porcentuales más con respecto a igual período de 2022, mientras que la tasa de actividad, que muestra el dato de la Población Económicamente Activa, personas que trabajan o buscan empleo activamente, aumentó de 47,6 al 48,6 por ciento en el mismo período. Eso muestra que hubo más personas que buscaron y consiguieron trabajo.

La tasa de subocupación resultó del 10,5 por ciento de la PEA, mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,3 por ciento de la PEA. Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 27,4 por ciento de la PEA.

Al observar las poblaciones específicas, dentro del universo de 14 años y más, desagregada por sexo, la tasa de actividad para los varones fue de 71,1 por ciento, mientras que para las mujeres dicha tasa se ubicó en 52,5 por ciento.

A nivel geográfico, las regiones que presentaron mayores tasas de actividad fueron Gran Buenos Aires (49,4 por ciento), Pampeana (48,6) y Cuyo (47,9). Por otra parte, la que presentó la menor tasa de actividad fue Noreste (44,3 por ciento).

A su vez, si consideramos el tamaño de los aglomerados, en los de 500.000 y más habitantes la tasa de actividad (49,2 por ciento) fue superior a la de menos de 500.000 habitantes (45,6 por ciento).

Dentro de la población activa, el 73,7 por ciento son asalariados –de ellos, el 35,7 no cuenta con descuento jubilatorio–, mientras que el 22,6 por ciento trabajan por cuenta propia, el 3,4 por ciento son patrones y el 0,3 por ciento son trabajadores familiares sin remuneración.

Entre los asalariados ocupados, el 5,2 por ciento utilizó sus propias maquinarias/equipos para realizar su trabajo. Al mismo tiempo, del total de ocupados, el 8,3 por ciento trabajó desde la vivienda.

Al analizar la población ocupada por nivel educativo, más de la mitad de las personas ocupadas (59,6 por ciento) cuenta con estudio hasta secundario completo, mientras que el 40,4 por ciento posee estudio superior y universitario (completo o incompleto).

Asimismo, en lo que respecta a la califi­cación de la ocupación principal, el 54,9 por ciento corresponde a un empleo operativo; el 17,5 por ciento a calificación técnica; el 16,7 a no cali­ficado; y 10,5 por ciento a profesionales.

La tasa de desocupación fue de 6,1 por ciento para las mujeres y de 5,4 por ciento para los varones. A su vez, afectó en mayor medida a los jóvenes de entre 14 y 29 años donde trepó al 13,4 por ciento en el caso de las mujeres y del 11,5 por ciento en los hombres.

En cuanto al tamaño de los aglomerados, la tasa de desocupación fue inferior en los aglomerados de menor población: en los aglomerados con menos de 500.000 habitantes resultó de 3,6 por ciento de la PEA, mientras que se posicionó en 6,2 por ciento en aquellos con 500.000 y más habitantes.

Por último, en referencia al nivel educativo de las personas desocupadas, el 71,5 por ciento cuentan con estudio hasta secundario completo, y el 28,5 por ciento presentan nivel superior y universitario, completo o incompleto. En cuanto al tiempo de búsqueda, el 67,3 por ciento lleva buscando empleo desde menos de 1 mes hasta 12 meses, mientras que el 32,7 por ciento lleva más.