“Lo que ya no muestra la TV”. Así se promociona el regreso de Roberto Navarro y de todo su equipo a la pantalla. Tras el despido del periodista de C5N y de Radio 10, que el protagonista se encargó de calificar como “censura”, esta noche Navarro retorna a los medios con un programa especial revestido por una serie de investigaciones que apuntan al gobierno nacional. “Es un programa muy fuerte, por las investigaciones que tenemos, pero fundamentalmente por el sistema mediático actual. Si hubiera en Argentina ciclos de investigación periodística, el nuestro sería un envío fuerte pero no llamaría tanto la atención. En este momento de silencio y oscuridad, va a hacer ruido”, subraya el conductor. El especial de El destape se emitirá a las 21, con la novedad de que sólo se podrá ver a través de la web, ingresando a www.eldestapeweb.com, por Facebook Live o en el canal de YouTube del portal de noticias. “En un mundo –no solo en Argentina– en el que el poder económico tomó el gobierno, las formas de informar e informarse van a tener que encontrar otros espacios”, puntualiza.

“Tenemos un informe –adelanta Navarro– sobre un hecho de corrupción del gobierno de Macri que tuvo consecuencias en muertes violentas. Un hecho de corrupción que derivó en varias muertes. También estará Horacio Verbitsky con un informe que nos va a conmover a todos, sobre cómo ahora sí todos estamos vigilados. Eso va a ser un escándalo nacional y va a generar la reacción de gente de la política y de los empresarios. Hay otra tercera nota de investigación sobre la relación de Macri con su padre Franco, al que lo expone para desligarse de responsabilidades propias en los negocios familiares.”

–¿Por qué el regreso?

–Inmediatamente después de que nos despidieron del Grupo Indalo decidimos que teníamos que seguir haciendo el programa, dada la orfandad que se iba generando en los medios para un sector de la sociedad que –según los resultados de las elecciones– es mayoritario. Es el público que no está de acuerdo con el gobierno de Mauricio Macri. El núcleo de nuestro programa es la investigación, que es un género que desapareció de la pantalla. Con esa certeza, empezamos a trabajar un proyecto basándonos en lo que se hace en otros países. En Estados Unidos, por ejemplo, el programa de investigación periodística más visto en la actualidad es Democracy Now, que está en la web, que no sucede en la TV y que tiene más de tres millones de espectadores. La idea es poder tener un programa todos los domingos y, si la cosa va bien, sumarle un noticiero. Queremos que eldestapeweb sea una plataforma cada vez más completa.

–¿Se incrementó la cantidad de visitas diarias en el portal? 

–Absolutamente. Así como bajó el rating de C5N desde nuestro despido, subieron mucho las visitas al portal. Hay un apetito por conocer determinada información que hoy no está en los medios. Tratar de silenciar a una voz, en un momento en que las redes se manejan tan fácilmente, fue un error. Seguramente nos vea más gente que el último domingo en C5N. Ojalá seamos la punta de lanza para que otros periodistas nos sigan con este mismo concepto colaborativo. Si no podemos informarnos, tampoco vamos a poder pensar.

–¿Cree que una página web es capaz de alcanzar, hoy en día, la repercusión que se logra en un canal de televisión?

–Los programas de investigación de hoy ya no se financian ni por el gobierno ni por las empresas. Hoy, los ciclos de investigación en el mundo son financiados por la gente. Así como los argentinos vemos Netflix pagando un abono mensual, en muchos países del mundo se está viendo periodismo pagando un abono mensual. Es una manera de seguir haciendo periodismo, sin que el medio quede atrapado al gobierno de turno ni a los empresarios que los llaman. Dependen únicamente de la gente que ve el contenido.

–¿Por qué cree que el periodismo de investigación fue perdiendo espacio en los medios?

–Creo que se mezclan varias cosas. Por un lado, hay una censura de los que manejan los medios en los que te dicen que no te metas con determinados temas o personalidades. También hay algo de autocensura. También hay miedo, claro. En un país donde meten presa a Milagro sala y a un diputado de la oposición elegido por el voto popular y que no tiene una sentencia ni siquiera en primera instancia, donde se encubre la desaparición de Santiago Maldonado, donde se cargan periodistas fácilmente por pensar distinto, entiendo que en este momento haya muchos colegas que antes de producir una nota se preocupen. Ese temor es razonable. En mi caso, si bien el apriete fuerte a mis libertades de trabajo se produjo en los últimos 30 días, todo comenzó el 13 de agosto. Hoy (viernes) hay una nota escrita por Hugo Alconada Mon en La Nación en la que cita a Fabián de Souza, uno de los dueños de C5N, diciendo “antes que me metan preso me pego un tiro”. Mi despido se da en un contexto de apriete fenomenal a los dueños. Un proceso que terminó con la venta del Grupo Indalo a un hombre que viene de Papel Prensa y Sideco, de la familia Macri. Hay mucha promiscuidad.