La actividad metalúrgica se retrajo un 13,8 por ciento en promedio en los dos primeros meses de 2024 frente al mismo período del año pasado. El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), Elio Del Re, señaló además que las expectativas empresarias "prevén una disminución de la producción en líneas generales, al igual que en la demanda interna y en el uso de la capacidad instalada", por lo que considera necesario cambiar el sentido de la promoción impulsada por el gobierno. "El Régimen de Grandes Inversiones presentado en el proyecto de Ley Bases no potenciaba la producción argentina (...). Hay que promover la inversión pero con la visión de impulsar el desarrollo de la industria nacional".
"Hay que evitar que las urgencias y presiones sectoriales promuevan la importaciónde equipos producidos localmente, generando una estructura de enclave", advirtió. Una clara alusión a la forma en que el gobierno promueve la apertura económica, apuntando a liberar la compra de insumos en el exterior, pero afectando el encadenamiento productivo que significa que los insumos puedan ser fabricados localmente, venciendo así además la dependencia externa y el uso de divisas escasas.
La caída del sector registrada durante los primeros dos meses del año sólo fue superada, dentro de los últimos ocho años, por la reflejada a mediados de 2020 por el impacto de la pandemia.
El informe realizado por el Departamento de Estudios Económicos de ADIMRA señala también que la caída interanual para el primer bimestre se replica en todos los rubros que componen el entramado metalúrgico, con caídas superiores al 15 por ciento en algunos casos.
En este sentido, los rubros que más han caído durante esos meses han sido, en la comparación interanual, maquinaria agrícola, 19,5 por ciento, y Equipamiento médico, 22,9 por ciento. Del resto, Bienes de Capital cae 11,3 por ciento, Fundición 11 por ciento, Autopartes 10,7, y Equipos Eléctricos 10,4. Los demás no clasificados en los rubros anteriores, y que se agrupan como Otros productos de metal, refleja un descenso en la producción del 16,9 por ciento.
Fábricas semiparadas
Del mismo modo, los indicadores de utilización de capacidad instalada muestra resultados alarmantes. Este índice exhibe en qué medida se está explotando el potencial fabril del sector, y se observa que para enero se ubicaba en torno al 44,7 por ciento y en febrero en un 45,4 por ciento, lo que se entiende como una producción a menos de la mitad de su capacidad total.
Si bien se podría interpretar que el descenso de actividad se explica por una baja estacional, esa justificación es sólo parcial, ya que esos índices representan una caída de casi diez puntos porcentuales en relación a la utilización del potencial promedio durante el año 2023.
El informe indica que la provincia más afectada por la caída de producción ha sido Santa Fe, por efecto de la elevada incidencia que tiene el sector de la maquinaria agrícola en ese espacio geográfico. El descenso interanual de la producción metalúrgica santafesina fue del 19,4 por ciento en enero y 18 por ciento en febrero.
En el promedio general para todo el país, el descenso productivo fue del 14 por ciento en enero y 13,5 por ciento en febrero (13,8 promedio en el bimestre, como se indicó al principio de esta nota). La evolución de la producción en Entre Ríos fue muy parecida al promedio (-14,2 y -13,1 en enero y febrero, respectivamente), mientras que el resto de la industria referido en el informe (Buenos Aires,Córdoba y Mendoza) tuvieron caídas levemente inferiores al promedio nacional. La que menos cayó, Mendoza, registró bajas interanuales del 11,3 por ciento en enero y 12,5 por ciento en febrero.
El informe señala que los únicos sectores metalúrgicos que tuvieron un leve incremento interanual de producción fueron los vinculados a la cadena de petróleo y gas.