Con el eje en la música ancestral, comunitaria y folklórica de la región, el Festival Impulso Latino tendrá su cuarta edición este miércoles 10 de abril a las 21 en La Tangente, Honduras 5317, con la participación de artistas de Argentina, Paraguay y Bolivia. “El origen del festival tiene que ver con la conexión entre la música argentina y la de otros países de Latinoamérica”, apunta María Carrascal, creadora y productora del festival. “Pero no solo nos referimos a los sonidos, sino también a las costumbres, los vestuarios, las comidas y los territorios en los cuales se generan esas músicas. Y los puentes que se pueden tender entre ellas a través del continente. También nos interesa rescatar la música de raíz, porque los pueblos originarios tienen mucho para enseñarnos sobre la espiritualidad y la celebración”, explica.

En esta edición, la grilla estará integrada por la compositora, yerbatera y maestra de guaraní paraguaya Norma Ávila; el Ballet América Morena de danzas andinas; la cantante, percusionista y compositora Mariana Baraj; el compositor, multiinstrumentista y productor Alejandro Franov con su proyecto Franovni junto a la arpista Sonia Álvarez; y el DJ argentino Danza Perfume, quien hará un conexión con Brasil y propondrá una escucha colectiva. "Hay un interés por crear una conexión que no está tan desarrollada en este momento, porque coyunturalmente Argentina está en un momento muy delicado y también la región está atravesando situaciones complejas, más allá de la aparición de gobiernos progresistas en Colombia, México y Chile”, contextualiza Mingus (Gustavo Minian), del proyecto Danza Perfume.

"Entonces, hay un pulso y un latido. Y de algún modo la métrica de esta región del continente es algo que todavía merece muchísimo desarrollo, interés, integración e investigación", sostiene Mingus. "Creo que algo del espíritu del festival está ligado a eso: a buscar qué pulso y qué huella aparece si tuviésemos que contar cómo se identifica esta región. En este sentido, la presencia de una artista de Paraguay y una compañía de baile de Bolivia es un gesto bastante potente y claro de cómo nos gustaría que se vaya integrando y a la vez estableciendo algunas narrativas en torno a esta región", completa Mingus, quien también colaboró con la conceptualización del festival.

Desde Salta, Mariana Baraj, además de repasar su vasta obra, presentará las canciones de su nuevo disco, Tus ojos (2023), que contó con la producción del reconocido brasileño Swami Jr, ganador de Grammys y productor de Omara Portuondo, María Bethania y Chico César. “Trabajar con Swami Jr fue una experiencia muy buena y un gran desafío, porque hace mucho tiempo que no trabajaba con un productor”, resalta. "Lo ancestral y lo comunitario conforman la matriz de mi trabajo, entonces creo que también en este festival va a haber un hilo conductor de todos estos ítems. Todos los artistas vamos ir entretejiendo esa trama que tiene que ver con la música latinoamericana", celebra Baraj.

Además, el festival contará con el segmento Inspiración, un espacio para darle lugar a propuestas culturales que propician el “encuentro hacia un mundo mejor”. En este espacio, se presentará el proyecto Planta & Canta, un movimiento cultural y social que toma a la música como puente para buscar concientizar y educar sobre la importancia del arbolado urbano para los humanos. En tanto, también dirá presente el proyecto ecuatoriano Hahku, una organización que se dedica a promover proyectos de desarrollo sostenible en alianza con pequeñas comunidades indígenas dentro de la Amazonía y que está dirigido por miembros de la Nación Kiwcha. El objetivo de Hahku es crear fuentes sostenibles de ingresos para los pueblos indígenas de la región amazónica y brindar una alternativa a las industrias extractivas. Por último, participará el proyecto Shimmy Shame, que consiste en un montaje de vídeo arte que busca traer al presente una parte de la memoria africana y del candombe en Argentina.

"La idea también es abrir algunas puertas y visibilizar movimientos extramusicales y culturales que nos puedan traer nuevas inspiraciones. Es decir, buscar a través de los olores, los nutrientes o viejos relatos orales; qué puertas y horizontes se abren en un momento en el cual tampoco podemos caer tanto en visiones pesimistas porque la situación es tan grave que justamente no permite que nos anquilosemos en manifestaciones y discursos que tengan un tinte dramático", enmarca Mingus. “Es importante que existan puentes de conexión e interacción como este festival. Porque todos mantienen la raíz latinoamericana y hay un montón de elementos en común entre nosotros”, suma Baraj.