El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, declaró el estado de Calamidad por los incendios forestales que afectan a todo el territorio del país centroamericano.

"La situación actual no es casual, según información oficial el 80 por ciento de los incendios han sido provocados, como por ejemplo en los volcanes de Agua, Tajumulco, el basurero de Amatitlán y otros en Huehuetenango", declaró Arévalo de León durante una conferencia de prensa en el Palacio Nacional de la Cultura (sede de Gobierno).

"Rechazamos estos actos que ponen en peligro la vida de los guatemaltecos porque la alta contaminación genera daños severos a la salud de las personas", resaltó el presidente.

La medida fue tomada después de que el pasado domingo, un enorme incendio provocado en un vertedero de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (AMSA) a 22 kilómetros de la Ciudad de Guatemala, generara inmensas columnas de humo y contaminación en el aire de la capital.

El estado de Calamidad estará vigente durante 30 días en los departamentos de Escuintla, Guatemala y Petén, donde se ha presentado la mayor cantidad de incendios y tiene como objetivo “enfrentar esta emergencia de una forma más ágil”, indicó Arévalo de León.

Debido a la emergencia, Guatemala mantiene suspendidas las clases en centros escolares en el área metropolitana del país desde el pasado lunes. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Guatemala, más de 200 personas tuvieron que recibir atención médica por problemas respiratorios provocados por la exposición a los gases causados por el incendio en el vertedero.

Hasta este jueves se mantienen activos unos 40 incendios en todo el territorio nacional, de acuerdo con la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

Los datos oficiales muestran que unas 7.344 hectáreas de bosques se han perdido desde noviembre por la temporada de incendios, que se espera que finalice en junio próximo.

Arévalo de León concluyó que el estado de Calamidad permitirá agilizar gestionar ayuda de otros países
para obtener aeronaves y otros insumos para apagar los incendios con prontitud.