"Fue como un amor a primera vista", lo describieron en el Gobierno. El affaire que Javier Milei y Elon Musk comenzaron en redes sociales el año pasado tuvo ayer su primer encuentro cara a cara. Para cumplir con la cita, el Presidente se trasladó más de 2 mil kilómetros, desde la costa de Miami hasta la ciudad de Austin. La excusa fue conocer la fábrica Giga Texas, aunque el magnate sudafricano se fue antes y no participó de la recorrida. Tenía otros compromisos más importantes. De la actividad, el mandatario argentino se volvió sin anuncios oficiales, pero con la experiencia de haber manejado una Cybertruck y armado un book de fotos que compartió orgulloso en sus redes. La canciller Diana Mondino aseguró que la aventura lo "consolidó" a Milei como uno de los "líderes más importantes del planeta". El dueño de Tesla, por su parte, se quedó con la esperanza de hacer pie en las copiosas reservas de litio que habitan el suelo sudamericano y auguró que el futuro será "emocionante e inspirador".

Luego de meses de elogios cruzados en la red social X, Milei pudo mirar a los ojos a Elon Musk, estrechar su mano y demostrarle su admiración en persona. La escena se desarrolló en la planta industrial de Tesla en Texas, la segunda más grande de Estados Unidos. En el primer contacto con el empresario, el Presidente se mostró emocionado: le dijo que era "increíble" conocerlo y le agradeció por lo que "hace por el mundo". Musk le respondió que también era un "honor" para él y lo invitó a ubicarse en el frente de la fábrica para fotografiarse.

El sueño cumplido

La conversación no fue muy extensa, duró una hora y veinte minutos. Bastante poco si se compara con las 3 horas de ida y 3 horas de vuelta que le llevó a la comitiva argentina viajar hasta Texas. Fue, más que nada, un sueño personal cumplido, que no se tradujo en anuncios de inversiones. En la charla, el jefe de Estado y el segundo hombre más rico del mundo compartieron su afinidad ideológica. Hablaron de "la importancia de la libertad de mercado" y la necesidad de eliminar "las trabas burocráticas que alejan a los inversores". El empresario hizo hincapié en fomentar la tasa de natalidad en todo el planeta y señaló que "la falta de crecimiento de la población puede ser terminal para nuestra civilización".

La convergencia fue total, contaron los asistentes. "Fue como si se hubiesen juntado dos almas gemelas. Coincidían en todos los puntos que tocaban", indicó el embajador Gerardo Werthein, testigo de la reunión, junto a la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Sin brindar detalles, la Casa Rosada, además, informó que ambos acordaron realizar "un gran evento en la Argentina para fomentar las ideas de la libertad". Sería un Congreso sobre "demografía, tecnología y crecimiento económico" a desarrollar en Buenos Aires en el segundo semestre. Exultante, la canciller Mondino manifestó que el encuentro con Musk "terminó de consolidar" a Milei de "manera absolutamente inapelable como uno de los 5 líderes más importantes del planeta". "Argentina volverá a ocupar el lugar en el mundo que merecemos", lanzó eufórica. "Qué bueno es ver a la Argentina integrándose otra vez en el mundo", sumó el fundador de Cambiemos, Mauricio Macri.

De paseo por la planta

Tras el intercambio, el magnate abandonó Austin y lo dejó a Milei recorriendo la planta que produce autos eléctricos. En su agenda figuraba un compromiso en Los Ángeles que no quiso posponer. El Presidente, sin embargo, aprovechó para conocer las instalaciones y probar una camioneta de acero inoxidable: la Cybertruck. Se trata de una pickup, valuada en 100.000 dólares que, además de un diseño futurista, tiene capacidad para remolcar 6500 kilos y acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4 segundos. Sobre las pistas de la gigafábrica, el jefe de Estado se dio el gusto de pisar el acelerador con su hermana Karina de copilota.

La jornada, de principio a fin, fue para Milei todo un acontecimiento. "Selfie time", escribió Milei en inglés en una de las seis publicaciones que hizo en Instagram. A la tarde ya eran más de cien en la red social X, propiedad de Musk. "Pasamos de ser un refugio de las peores dictaduras del mundo, a ser el faro del mundo libre", rezaba uno de los tantos mensajes que compartió. De la actividad, no obstante, no se llevó nada concreto. Solamente el carrete de fotos con pulgares para arriba, el paseo en la pickup y la promesa de una visita a la Argentina. "Fue un primer acercamiento", justificaron en el Gobierno.

Los intereses de fondo

Musk, por su parte, se fue de Texas con varias propuestas. Entre otras, el libertario se comprometió a interceder en la disputa político-judicial que la red social X mantiene en Brasil. Esta semana el Supremo Tribunal Federal de Justicia ordenó investigar al sudafricano por amenazar con no obedecer las disposiciones que obligan a la plataforma a bloquear cuentas de X. “Va a tener que aprender a vivir aquí”, lanzó Lula da Silva. El empresario denunció censura, pidió la renuncia de un magistrado y advirtió que podría cerrar la filial de ese país. En el gobierno argentino sueñan con que mude las oficinas a este territorio.

En la reunión de ayer, Milei también confirmó que está dispuesto a cumplir la mayor ambición del dueño de Tesla: conquistar las reservas de litio que abundan en el norte argentino. El mineral es uno de los recursos más codiciados del mundo, clave para la transición energética, y esencial para las baterías de los vehículos eléctricos que fabrica Musk. El otro gran interés del empresario nacionalizado estadounidense es el mercado de las comunicaciones. Entre todos las actividades que desreguló el megaDNU de Milei, está el de los servicios de internet satelital. En febrero, el ENACOM permitió el ingreso de Starlink, firma de Musk, que ya comenzó a operar. El magnate, agradecido.

Luego de la travesía por Texas, la comitiva argentina regresó a Miami y hoy viaja a Dinamarca. Con una escala previa en París, el mandatario pisará Copenhague para reunirse con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. El martes participará de la ceremonia de adquisición de 24 aviones cazas F16 y podría ser copiloto en uno de los vuelos de prueba. Para ser parte de la demostración aérea, Milei ya se realizó y aprobó una serie de exámenes médicos.

La gira internacional finalizará el miércoles, cuando el Presidente regrese a la Argentina, después de una semana de paseo por Estados Unidos y Europa, a miles de kilómetros, y muy alejado de la realidad del país.